viernes, 15 de agosto de 2008

IX-088 Evangelizar, Evangelizar...

A estas alturas ya muchos de ustedes están de vacaciones, me lo dicen los correos que me devuelven porque el buzón está lleno hasta los tequeteques, y otros van a tomarlas muy pronto y yo que creía que cuando me jubilara tendría libertad para escoger la fecha de las mías, me he dado cuenta de que no es así y que necesariamente tiene que ser en temporada, que le vamos a hacer. La meditación de hoy cierra este primer ciclo del año que gracias a Dios no ha tenido mayores interrupciones y hemos podido llegar hasta la No.88 en el lapso de siete meses y medio, continuaremos en la segunda quincena de septiembre si Dios lo quiere así.

Para despedirnos he escogido el Tema “Evangelizar, Evangelizar…” que suena como una campana que repica constantemente en nuestros oídos, nos lo dice Jesús, nos lo pide la Santísima Virgen en sus mensajes, nos lo muestran los santos que están triunfantes en el cielo por haber sido grandes evangelizadores y nos lo dice nuestra propia razón, hay que evangelizar, evangelizar, es la gran misión que Cristo nos ha legado a todos y es el camino más seguro para nuestra propia salvación.

Fue también la primera misión que Jesús encomendó a su Iglesia, cuando dijo a sus apóstoles: “Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes. Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la historia.” (Mt 28, 19-20). Una gigantesca misión, llena de retos y de dificultades para aquellos apóstoles que se enfrentaban a un mundo pagano que no conocía al verdadero Dios, misión que tenía que comenzar por el propio pueblo de Israel, aquel pueblo rebelde e ingrato que había crucificado al Hijo de Dios. Aquel pueblo escogido por Dios durante siglos que no supo escuchar la palabra del Padre y no reconoció a su Hijo: “Vino a su propia casa, y los suyos no lo recibieron” (Jn 1, 11). Y después debía continuar por todos los caminos del mundo, recordemos que el mismo Jesucristo se dio una vez cuenta de la inmensa tarea que esto representaba para los hombres y dijo: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores pocos. Rueguen pues al dueño de la cosecha que envíe trabajadores a recoger su cosecha.”(Mt 9, 37-38). De allí que la oración juegue en esto también un papel muy importante, debemos orar constantemente, todos los días, para que Dios suscite vocaciones entre los jóvenes especialmente, unos por la vía sacerdotal otros por la vía de los laicos comprometidos, otros por la vía del ejemplo formando familias santas donde se enseñe la religión a los hijos porque los padres la practican y otros por la vía de la oración.

El mundo de hoy te necesita, a ti que estás leyendo estas líneas, está pasando por momentos difíciles, ¿Cuántas almas desoladas hay a tu alrededor? ¿Cuántos que no practican la religión?, tengamos compasión de ellos, se están perdiendo y cuando se den cuenta pueda que sea demasiado tarde, démosles una mano, con ternura, con amor, eso es evangelizar, por su bien y por nuestro propio bien. Y tú, ¿has pensado en lo que dirás a Jesús cuando te llegue la hora de presentarte delante de él y te pregunte por tu misión? Tienes todas las vacaciones por delante para meditar tu respuesta.

Que la paz y la bendición de Dios lleguen a todos sus hogares, feliz fin de semana y felices vacaciones, no se tomen todo el sol para ustedes, dejen algo para los demás, no olviden la misa dominical en donde quiera que se encuentren y el rezo del Rosario en familia.
Nos veremos de nuevo en Septiembre, si Dios quiere.

miércoles, 13 de agosto de 2008

IX-087 Seres Pensantes.


Hoy les voy a dar un Tema de Meditación que los va a hacer pensar de verdad. En efecto, somos Seres Pensantes, eso quiere decir que Dios nos ha creado con la facultad de pensar, de razonar, nos ha dado el raciocinio. Desde luego que así como nos ha dado los ojos para ver, los oídos para oír, la nariz para oler, también quiere que utilicemos nuestro razonamiento, nuestra facultad de pensar, quiere que pensemos.

En el uso de esta facultad hay dos extremos de los que tenemos que cuidarnos, el no usarla en absoluto o el abusar de ella usándola excesivamente. No usarla significa no pensar, aceptar las cosas tal como nos vienen, de esa manera seremos presa fácil de los embaucadores y de los que publicitan la mentira, nos dejaríamos engañar por cualquier vendedor de ideas mesiánicas sin fundamento. Hacia las personas que actúan de esta manera debemos de tener compasión, porque muchas veces no es por flojera de pensar, sino por la educación que han recibido de sus padres y de sus maestros, por eso cuando eduquemos a nuestros hijos debemos darles la oportunidad de pensar de razonar por si mismos, evitar el hacernos obedecer "porque lo digo yo y basta".

Por el otro lado está el que no cree nada que no tenga una base científica, para él sólo tendrá valor aquello que su razonamiento lo certifique. En materia de religión estas personas son contradictorias en su manera de pensar, ya que por un lado aceptan todo aquello que venga de una autoridad científica, aunque no lo comprendan, pero por el otro rechazan la autoridad de la Iglesia en materia de religión. Es posible, por ejemplo que crean ciegamente en lo dicho por la NASA respecto a Marte o a Venus, porque son una autoridad en lo que están diciendo, pero rechazan lo dicho por el Papa sobre el Dogma de la Asunción de la Virgen María.
La fe es un Don de Dios y debemos agradecerle el haberle recibido, pero no debemos olvidar que somos seres pensantes y que nuestro crecimiento en la fe depende de nuestro propio esfuerzo por instruirnos por razonar todas las verdades enseñadas por Cristo, por buscar las evidencias históricas, las citas evangélicas que respaldan nuestras creencias y llegar por nuestro propio razonamiento a descubrir que la autoridad de la Iglesia no está en contra de la razón, que ella tiene el derecho a hablar en nombre de Cristo y que cuando lo hace por medio del Papa y los obispos juntos reunidos con él, no puede equivocarse porque Jesús dijo: "Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la historia." (Mt 28, 20).

Señor, me has hecho un ser pensante, te doy gracias y te ofrezco utilizar mi razón para afianzar la fe que me has dado, no permitas que caiga en la tentación de creerme superior a los demás por el uso de esta facultad, por el contrario ayúdame a lograr el convencimiento de otros por medio del razonamiento de las verdades que tú nos has enseñado.

Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.

lunes, 4 de agosto de 2008

IX-083 Animo que todavia falta


La vida es como una larga carrera que debemos recorrer de punta a punta, como un combate de muchos “rounds”, en los que a veces ganamos y nos sentimos seguros y otros en los cuales estamos concientes de haber perdido y nos sentimos tristes y abatidos. No conocemos la extensión total de nuestra prueba, lo que si podemos estar seguros es que si estamos vivos es porque todavía falta, por eso hoy quiero darte ánimos para seguir adelante, no importa cual haya sido el tropiezo con que te hayas encontrado, piensa que como ese habrá otros, pero que también habrá intervalos de paz y de satisfacciones y que por sobre todo no debemos parar, no debemos darnos por vencidos, debemos luchar hasta el final, para poder decir como San Pablo: “He combatido el buen combate, he terminado mi carrera, he guardado lo que depositaron en mis manos. Solo me queda recibir la corona de toda vida santa con la que me premiará aquel día el Señor, juez justo; y conmigo la recibirán todos los que anhelaron su venida gloriosa” ( 2 Tim 4, 7-8)

Debemos procurar sacar provecho de las derrotas, de las contrariedades, siempre las habrá, unas veces ganamos y nos felicitan y nos premian y otras perdemos y entonces nos critican y se apartan de nosotros, así es el mundo, pero recuerda que eres Católico, eres de Cristo, no somos de este mundo, no le pertenecemos al mundo ni el mundo nos pertenece a nosotros, entonces ¿Qué puede importarnos que el mundo nos rechace? Nuestro único deber verdadero es con Dios, sólo con El es necesario estar reconciliados, solamente a El necesitamos tener de nuestro lado, El es nuestra fortaleza, El es la fuerza que nos levantará de la lona en que hemos caído y nos regresará al combate de la vida.

Cristo murió por nosotros, por tanto nosotros tenemos que vivir por El, no por nosotros mismos. Tanto en los momentos buenos como en los momentos de pena debemos tener presente a Cristo, en unos para agradecerle y en otros para refugiarnos en sus brazos, porque la vida la debemos a El y el combate que estamos luchando lo podemos vencer es con su ayuda, pidiendo la luz del Espíritu Santo para que nos de las fuerzas necesarias para defendernos y para volver al ataque.
Animo, amigo o amiga que lees estas líneas, todavía falta camino por recorrer, el Señor nos llama cada mañana cuando el sol aparece en el horizonte, y nos anima a levantarnos, a continuar, a seguir luchando, no abandones, cada día es una nueva oportunidad que se nos brinda, recuerda que El siempre estará allí para perdonar tus pecados, para aliviar tus enfermedades, para rescatarte y para colmarte con su gracia y su ternura.

Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.