viernes, 27 de septiembre de 2013

XIV-076 Entre la Humildad y la Soberbia



ENTRE LA HUMILDAD Y LA SOBERBIA.

Hasta finales del siglo XVI el hombre pensaba que la tierra estaba quieta en medio del espacio y los astros del cielo se movían y giraban alrededor de ella, lo mismo que piensa un niño cuando ve todas las mañanas salir el sol por el oriente, recorrer todo el firmamento y ocultarse por el poniente, pareciera que es una deducción muy simple y natural, pero es a la vez producto de la tendencia del hombre a creerse importante, a sentirse el centro del universo y que todo lo demás depende de él. Hasta la Iglesia llegó a apoyar estas teorías que venían de la época de los griegos, Ptolomeo y Aristóteles, hasta que apareció un hombre valiente, un científico y astrónomo que fue Galileo Galilei y contradijo con su teoría heliocéntrica lo que se pensaba en esa época y no le importó que lo llevaran ante el tribunal de la Inquisición, lo condenaran a prisión perpetua y lo hicieran abjurar públicamente de sus ideas acerca del movimiento de la tierra, para luego decir aquella famosa frase “Eppur si muove” (Pero se mueve).

Esa tendencia del hombre a creerse el centro de todo lo que existe es la soberbia, un vicio que no se presenta como una conducta despótica y tiránica sino que muchas veces aparece disimulada y hasta finge buscando hacerse mimar y servir. Es el hombre queriendo ser Dios, y eso lo vemos desde Adán y Eva, cuando la serpiente se vale de esa debilidad del hombre y lo tienta diciéndole “si lo comen seréis como Dios, conocedores del bien y del mal” y el hombre y la mujer pecan por soberbia y su pecado es tan grave que condenan a toda la humanidad.

Jesús vino para hacernos entender que al vicio de la soberbia debemos oponer la virtud de la humildad, vino para servir y no ser servido, para que sigamos su ejemplo, “aprended de mí que soy manso y humilde de corazón” (Mt 11, 29 ). El camino que nos enseña Jesús para ir al Padre es el camino de la humildad y nos podríamos preguntar si es que Dios se goza con nuestra humillación, no, que ganaría Dios con eso? , si somos su creación, lo que Dios quiere es que nos vaciemos de nosotros mismos para poder llenarnos de su gracia.

La Sierva de Dios, Maria Esperanza nos decía: “La humildad es el puente de cristal que nos conduce al cielo”, debemos pensar en las necesidades de los demás y si está en nuestras manos solucionarlas hagámoslo y si no podemos por nosotros mismos, oremos a Dios pidiendo por su solución, antes que pedir por nuestras propias carencias que Dios las conoce bien y El sabrá cómo y en qué momento resolverlas.

¡Que grande es el valor de la humildad!, nos lo dice la Virgen en el Magnificat: “Porque vio mi humildad, por eso me llamarán bienaventurada todas las generaciones” Hagamos triunfar la humildad sobre nuestra soberbia para que la gracia de Dios llene plenamente nuestro corazón.
Glorifiquemos a Dios con nuestras vidas.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón, te deseo un feliz fin de semana y no olvides el rezo del Rosario en familia y la asistencia a la misa dominical, que Dios te bendiga.

ORACION COMUNITARIA: Solicita Sonia Ulloa por su esposo Gustavo Ulloa quien está hospitalizado con una infección que no ha podido ser diagnosticada. Señor escucha nuestras súplicas y llegue hasta ti nuestro clamor por la salud de este hijo tuyo. (Padre Nuestro, Ave María y Gloria)

miércoles, 25 de septiembre de 2013

XIV-075 San Lucas, Evangelista



SAN LUCAS, EVANGELISTA.

He sentido hoy la inspiración de escribir acerca del evangelista San Lucas, e invitarlos a meditar sobre la vida de este santo, a pesar de que su fecha, según el calendario católico, es el 18 de octubre, quizás sea porque en estos días se ha hablado mucho de Siria y de Damasco, debido a la guerra que actualmente se desarrolla en ese país, y notas de la Biblia dicen que San Lucas era de origen Sirio. Sin embargo, otras fuentes consultadas dicen que nació en Antioquía, la actual Turquía, la fecha de su nacimiento se desconoce, pero se sabe que murió en Grecia el año 84.

San Lucas es el único de los evangelistas que no fue directamente discípulo de Jesús, ya que se considera que él fue uno de los convertidos por los primeros misioneros que salieron de Jerusalén, luego se unió a Pablo como su médico personal y viajó a muchos sitios en su compañía, en estos viajes llegó a conocer a la Virgen María, Madre de Jesús, quien le contó todas esas incidencias de la Anunciación y del Nacimiento de Jesús que se narran al principio de su evangelio, incluso es probable que ella le dictara personalmente el texto completo del Magnificat, la oración que ella pronunció durante su visita a su prima Santa Isabel.

Seguramente habrán notado que el evangelio de San Lucas es como más claro para nuestro entendimiento, más sencillo, y eso se debe a que Lucas era de cultura griega y recuerden que nuestro idioma, el castellano, tiene sus raíces en el latín y el griego, por eso es más fácil para nosotros asimilar las ideas que expone Lucas en su evangelio como en el Libro de los Hechos de los Apóstoles, su segunda gran obra. Por cierto que lo narrado en este segundo libro, si lo vivió personalmente Lucas en sus travesías por el Mediterráneo junto a San Pablo, de allí su precisión en los detalles y la certeza que nos da de su autenticidad.

Además, no debemos olvidar que tal como lo anunció Jesús a los apóstoles, el Espíritu Santo fue quien recordó a ellos todo lo que Jesús les había enseñado y por tanto en todos los cuatro evangelios y en Los Hechos de los Apóstoles está presente la inspiración del Espíritu Santo, al punto que el Libro de los Hechos de los Apóstoles ha sido también llamado El Evangelio del Espíritu Santo.

El Evangelio de San Lucas tiene la fuerza que reconcilia a los hombres con Dios y reconcilia a los hombres entre sí, por su medio nos han sido transmitidas las parábolas de la misericordia y la condena del dinero que divide a los hombres, así como el trato sencillo que tuvo Jesús con las mujeres en aquel tiempo en que la sociedad las mantenía en un segundo plano.
Para cerrar quiero decirles que San Lucas es el patrono de los pintores, porque él fue pintor, de los doctores, ya que era médico y de los cirujanos así como de los carniceros ya que también estos “echan cuchillo” como se dice coloquialmente.

Glorifiquemos a Dios con nuestras vidas.
Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca siempre.

viernes, 20 de septiembre de 2013

XIV-074 Ser Papa no es fácil



SER PAPA NO ES FÁCIL.

Algunas personas se preguntan por qué el Papa Francisco insiste tanto en que oren por él, la razón es que ser Papa no es fácil, las tareas a realizar son inmensas, la responsabilidad no solo es ante el mundo, sino ante Dios y los enemigos son poderosos.

Para empezar, para ser Papa se requiere de unas cualidades innatas, aquellas que Jesús observó en San Pedro, el primer Papa de la Iglesia de Cristo, nombrado por el propio Jesús. Qué cualidades observó Jesús en aquel pescador de Galilea? Por una parte su carácter, recio, indoblegable, y por la otra su obediencia: “Mientras Jesús caminaba a orillas del Mar de Galilea, vio a dos hermanos: uno era Simón, llamado Pedro, y el otro Andrés. Eran pescadores y estaban echando la red al mar. Jesús los llamó: “Síganme, y yo los haré pescadores de hombres.” Al instante dejaron las redes y lo siguieron. (Mt 4, 18-20) El Señor lo llamó Pedro que significa Piedra, para edificar sobre ella su Iglesia y escogió así una base fuerte sobre la cual construir, advirtiendo desde aquel primer momento que “las puertas del infierno” intentarían derribarla pero que no podrían hacerlo.
Pedro es en sí mismo la muestra de lo que es un hombre manejando las cosas de Dios, con sus miedos, como los tuvo cuando apresaron a Cristo y él lo negó tres veces, con su inocencia cuando pidió a Jesús construir unas tiendas en el Monte Tabor, pero con un gran amor a Jesús el Salvador que muestra en sus respuestas a Jesús Resucitado, cuando éste le pregunta si le ama por tres veces sucesivas.

Cuando alguien alcanza el obispado de Roma, es porque ha demostrado estas cualidades durante su vida sacerdotal y entonces tiene que enfrentar varios compromisos, por una parte el compromiso con Dios de “apacentar sus ovejas”, es decir llevar el rebaño del Buen Pastor que ya no son cien ovejas sino millones en todo el mundo, disponer todo lo necesario para que la organización de la Iglesia continúe funcionando, nombrar los cardenales y obispos de todo el mundo, celebrar los actos litúrgicos que corresponden a la Basílica Papal a la cual concurren cientos de miles de personas semanalmente, a las audiencias, a las misas, al Angelus, las beatificaciones y canonizaciones, y a los eventos especiales. Por otra parte está el manejo del Estado Vaticano, ya que el Papa es como un Presidente o un Monarca de un Estado que aunque muy pequeño en extensión geográfica, tiene una gran influencia en los asuntos de casi todos los otros estados del mundo. Y por último, no porque sea de menor importancia, está afrontar al enemigo, “las puertas del infierno” que tratan de prevalecer contra la Iglesia de Cristo, apoderándose de las mentes de algunos de sus propios miembros y tendiendo emboscadas en cada corredor y en cada esquina, criticando y echando sombras sobre la labor del Sumo Pontífice. Es por eso que debemos ayudar con nuestras oraciones al Papa Francisco, pidiendo por él todos los días y apoyar todas sus iniciativas para que Dios le dé la fortaleza necesaria para afrontar los retos que se le presentan y la sabiduría para tomar las decisiones oportunas en cada caso y para que las fuerzas del mal sepan que no está solo, sino que todos nosotros estamos con él, apoyándolo y respaldándole.

Glorifiquemos a Dios con nuestras vidas.
  
Que la paz de Cristo reine en tu corazón, te deseo un feliz fin de semana y no olvides el rezo del Rosario en Familia y la asistencia a la misa dominical. Dios te bendiga.

martes, 17 de septiembre de 2013

XIV-073 Los Misterios de la Vida de Cristo


LOS MISTERIOS DE LA VIDA DE CRISTO.

Continuando con nuestro repaso del Catecismo de la Iglesia Católica, como una contribución al Año de la Paz promulgado por el Papa Benedicto XVI, vamos a referirnos hoy a los párrafos que van del 512 en adelante y que tratan acerca de los misterios de la vida de Cristo. Les recomendamos ampliar sus conocimientos leyendo el Catecismo con estas referencias.

Tanto lo que conocemos de la vida de Cristo como lo que desconocemos es un misterio, es decir que toda la vida de Cristo es un misterio, como son todas las cosas de Dios. Lo que conocemos es lo narrado en los evangelios por Mateo, Marcos, Lucas y Juan que son experiencias vividas por ellos mismos o por personas muy allegadas y se refieren a la Encarnación y a la Pascua de Jesús, ambas envueltas en un halo misterioso de donde nos surgen muchas preguntas y también ha habido muchas respuestas, pero nosotros como católicos, para tener una guía segura, debemos seguir las respuestas que nos da nuestra Iglesia y que son coherentes con el resto de nuestra religión.

En cuanto a la parte desconocida, es decir los treinta años que vivió en Nazaret al lado de su Madre y de su Padre legal, San José, que es diez veces mayor que la parte que conocemos, ha permanecido en el misterio más profundo porque no hay escritos ni cartas que hagan referencia a este relativamente largo período de la vida de Jesús sobre la tierra, lo único que sabemos es que vivió sujeto a la autoridad de sus padres y aprendió el oficio de San José y estos a su vez cuidaron de él aunque muchas de sus cosas no las comprendían verdaderamente, como sucedió cuando estuvo perdido por tres días y fue hallado en el templo hablando con los doctores de la ley.
Y si nos referimos a su vida pública, los tres años que estuvo predicando, haciendo milagros, revelándonos las verdades de nuestra religión, toda su manera de ser, él mismo nos la resume en pocas palabras: “Quien me ve a mí, ve al Padre” (Jn 14, 9) Es decir que se trata de una Revelación del Padre y es en todo una manifestación del gran amor que el Padre nos tiene.

Cristo no vivió su vida para sí mismo sino para nosotros, desde su Encarnación hasta su muerte y resurrección. Cada uno de sus gestos, de sus palabras, de sus hechos son dirigidos a enseñarnos, son ejemplos de vida que debemos seguir para cumplir la voluntad del Padre que nos ha creado, debemos procurar asemejarnos a él e integrarnos a sus misterios con fe, sin dar rienda suelta a esa curiosidad natural del hombre por indagar en el fondo de cada cosa que desconoce y que constituye un misterio para el ser humano. Debemos entender que todo lo hecho por Jesús, todo lo dicho y sufrido, no tenía otro propósito que salvar al hombre caído y restablecerlo en su vocación de hijo de Dios.

Glorifiquemos a Dios con nuestras vidas.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca por siempre.

viernes, 13 de septiembre de 2013

XIV-072 El Secreto de la Convivencia Cristiana


EL SECRETO DE LA CONVIVENCIA CRISTIANA.

Vivimos en un mundo signado por la competencia entre los hombres, cada quien lucha por obtener un puesto destacado dentro de la sociedad en la que le ha tocado vivir, bien sea que el hombre lo haga individualmente o que lo haga actuando dentro de un grupo organizado, la tendencia es siempre competir y ganar. Cuando se hace dentro de ciertas reglas morales y éticas se habla de una sana competencia y esto para destacarla de la mayoría de los casos en los que se violan esas normas escritas o no y que no importa atropellar y violentar para lograr los objetivos. Esta manera de actuar dicen algunos es lo que ha llevado al progreso de la humanidad, pero al mismo tiempo es lo que ha llevado al distanciamiento entre unos y otros y a los grandes abismos en los niveles de vida.

San Pablo nos enseña que el secreto de la convivencia cristiana consiste en buscar lo que es humilde y no hacer nada por rivalidad o por vanagloria. “No hagan nada por rivalidad o por vanagloria. Que cada uno tenga la humildad de creer que los otros son mejores que él mismo. No busque nadie sus propios intereses, sino más bien preocúpese cada uno por los demás. Tengan unos con otros las mismas disposiciones que estuvieron en Cristo Jesús: El, siendo de condición divina, no se apegó a su igualdad con Dios, sino que se redujo a nada, tomando la condición de servidor, y se hizo semejante a los hombres. Y encontrándose en la condición humana, se rebajó a si mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte en una cruz.” (Fil 2, 3-8).

Por ejemplo, a nivel de religiones, sabemos que hay muchas religiones que se diferencian en mayor o menor grado con la nuestra, no debemos actuar pensando que nuestra religión es mejor que la de los demás y por ello irrespetar sus creencias y pedir a Dios castigo para aquellos que no piensan como nosotros, recordemos aquel pasaje del evangelio cuando va Jesús camino de Jerusalén y los samaritanos le niegan albergue por tratarse de un judío que va a Jerusalén, los discípulos indignados le piden a Jesús que haga llover fuego sobre ellos y sin embargo Jesús les reprende y les enseña a tener respeto por las creencias de los demás. Debemos por tanto ser tolerantes y procurar la convivencia, dentro de lo posible, sin quejas ni discusiones con aquellos a quienes Dios ha llamado por otros caminos.

Y aún dentro de los mismos grupos cristianos vemos con frecuencia que tienden a competir entre sí, para que se diga que unos son mejores que los otros o vanagloriarse de sus logros y de sus alcances en la búsqueda de sus objetivos y es de ese espíritu de competencia que sacan la fuerza para lograr la unidad entre su grupo, pero esta no es la manera correcta de actuar, entre nosotros la unidad tiene que ser el producto de la humildad y de la comprensión entre unos y otros, este es el secreto de la verdadera convivencia cristiana.

Nos decía la Sierva de Dios Maria Esperanza que todo lo que realicemos debe ser buscando el bien de los demás y no nuestra propia conveniencia, porque el Señor sabe muy bien lo que nosotros necesitamos y decidirá cuándo debe darnos lo que nos corresponde. Procuremos en consecuencia el amor a nuestros prójimos, pongamos como bandera la compasión y la ternura y busquemos esa unidad en nuestros grupos y organizaciones por la vía de la comprensión y de la convivencia, no de la competencia que eventualmente pudiera hasta perjudicarnos, pensando que actuamos como si fuera una sola alma en búsqueda de un mismo proyecto, de esa manera tendremos despejado el camino de la salvación que es el que en definitiva realmente nos debe importar
Glorifiquemos a Dios con nuestras vidas.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y les acompañe siempre. Te deseo un feliz fin de semana y no olvides el rezo del rosario en familia y la asistencia a la misa dominical.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

XIV-071 María Evangelizadora y María Reconciliadora


MARÍA EVANGELIZADORA Y MARÍA RECONCILIADORA.

Hoy celebra la Iglesia el Día de la Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela. La Virgen María se apareció a los indios que conformaban la tribu del Cacique Coromoto hace ya más de 350 años en las llanuras de Guanare, para pedirles que fueran a bautizarse, actuando así como evangelizadora para ayudar la labor que hacían los primeros misioneros en Venezuela. También en el siglo XX la Virgen se aparece de nuevo a los venezolanos, esta vez bajo la advocación de María Reconciliadora de todos los Pueblos y lo hace en Betania, muy cerca de la capital de la República, para darnos un mensaje de reconciliación en momentos en que no solo la familia sino el país y el mundo lo necesitan.

Nuestro recordado Papa Juan Pablo II, en un discurso pronunciado en Chiquinquirá, Colombia, julio, 1986, dijo que “María es la primera evangelizadora de nuestros países de Latinoamérica, dando y enseñando a Jesucristo, Rey de la Gloria y Dios hecho hombre, desde las devociones más entrañablemente queridas en este continente.” Desde la aparición de la Virgen de Guadalupe en diciembre de 1531 a un indiecito llamado Juan Diego en el cerro Tepeyac, cerca de la capital de Méjico, llevando en su vientre al Redentor del Mundo, que fue proclamada Patrona y Emperatriz de toda América por el Papa Pio X, pasando por todas las advocaciones que se veneran en todos los países de nuestro continente: Nuestra Señora de Luján en Argentina; de Copacabana en Bolivia; Nuestra Señora de Aparecida en Brasil; Nuestra Señora de Chiquinquirá en Colombia; Nuestra Señora de Cocharcas en Perú y así sucesivamente en cada uno de los países que conforman el Nuevo Mundo, descubierto por Colón, conquistado por los países europeos y liberado por nuestros héroes de la independencia, fervorosos devotos de la Virgen María: Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, Belgrano, San Martin, O´Higgins y tantos otros que encontraron en la devoción mariana la fuerza y el empuje necesario para su gesta libertadora.

María regresa de nuevo a Venezuela y a América, ahora en el siglo XX y XXI, ante la disgregación de las familias, el odio entre los pueblos y las naciones, en Betania, Venezuela, y viene como reconciliadora para señalarnos el camino a seguir, la ruta de la reconciliación, con Dios, con nosotros mismos y con nuestros hermanos, mostrándonos de nuevo a Jesús su hijo que es todo amor y reconciliación y parece que de nuevo nos repite aquellas palabras de las Bodas de Caná de Galilea: “Hagan lo que él les dice”.

La Oración Colecta de las misas de hoy es bellísima: “Padre de misericordia, que desde el comienzo de nuestra historia nos has puesto bajo la maternal protección de la siempre virgen María, Madre de tu Hijo, a la cual veneramos bajo la advocación de Coromoto: concédenos por su intercesión, vivir nuestro bautismo y hallar el progreso de nuestra patria por caminos de justicia y paz. Por Nuestro Señor Jesucristo.”

La Virgen María, Madre de Dios, se ha dignado visitarnos, ella es nuestra amiga que quiere ayudarnos, que nos ofrece a ese hijo que lleva en sus brazos, ese niño frágil que nos hace fuertes, ese niño pobre que nos hace ricos, ese niño que viene a traernos la salvación, la luz y la esperanza de un mundo mejor. Dios te Salve María!
Glorifiquemos a Dios con nuestras vidas.

Oración Comunitaria: Solicita Maite Cilleruelo, desde Valencia, Edo. Carabobo, por Yajaira de León, a quien le acaban de detectar un cáncer de mama. También Lenys Soares nos escribe desde aquí mismo en Caracas, solicitando oración por su amiga Carmen Mujica aquejada también de esta enfermedad y hospitalizada actualmente por celulitis. Imploremos la intercesión de Nuestra Madre de Coromoto, en su día, para que lleve nuestras súplicas por la salud de estas hijas suyas afectadas por tan terrible mal y si es la voluntad de Dios que ellas puedan curarse y continuar viviendo entre nosotros para gloria de su nombre. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca por siempre.

lunes, 9 de septiembre de 2013

XIV-070 Los dones de María


LOS DONES DE MARÍA.

partir del párrafo 490 del Catecismo se nos habla de los dones de los que fue dotada María para ser la Madre del Salvador: Su Inmaculada Concepción; Su Virginidad  y su obediencia, entre otros. Vamos a referirnos hoy a cada uno de ellos.

Como sabemos, el Plan Divino no se fraguó por casualidad ni debido a cuestiones circunstanciales, en la mente de Dios todo estaba desde un principio, por eso no podemos pensar que María fue escogida entre las doncellas de Israel por obra del azar o por sus atributos personales, la Virgen María ya estaba en la mente de Dios desde la creación del mundo, por tanto sus antepasados fueron también previamente seleccionados, de manera que desde su nacimiento ella estuviera totalmente poseída por la gracia de Dios, “llena de gracia” como dice San Lucas por boca del ángel en la anunciación, es por eso que el Papa Pio IX en 1854 proclamó el dogma de la Inmaculada Concepción que dice “la bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de pecado original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano”( Pio IX, Bula Ineffabilis Deus), fue por tanto María bendecida con toda clase de bendiciones espirituales en los cielos, en Cristo (Ef 1, 3) más que a ninguna otra persona creada.

Respecto a la virginidad de María, ésta de conserva igual antes del parto, en el parto y después del parto, como decimos en el Rosario, porque la fecundación del óvulo en su vientre no se efectúa por semilla de varón, sino por obra el Espíritu Santo, como siglos antes lo había profetizado Isaías cuando dijo aquellas palabras tan difíciles de entender “He aquí que la Virgen concebirá y dará a luz un hijo” (Is 7, 14) y es que la concepción virginal es una obra divina que sobrepasa toda comprensión y toda posibilidad humana.

Nosotros los católicos tenemos fe en estas verdades que nos enseña la Iglesia, pero hay muchos no creyentes, protestantes, judíos y paganos que se oponen a ellas y las hacen motivo de burla e incomprensión y hasta llegan a afirmar que estas cosas no tienen un basamento histórico y que se trata de leyendas sobre las cuales se han hecho construcciones teológicas, y es que en todas las cosas de Dios hay misterio y esos misterios son accesibles por medio de la fe, por tanto  no es cuestión de decir yo tengo fe en esto y en esto otro no, porque yo no soy quien para decidir en cuales cosas voy a creer y en cuales no, pero hay que meditar en la conexión que existe entre todos estos misterios y de como Dios pudo hacer para que todas estas cosas ocurrieran sin que el maligno príncipe de este mundo se enterara.

Por último vamos a meditar también un poco sobre la obediencia de María que es una cualidad modelo que todos debemos seguir, ella responde ante el anuncio del ángel “Hágase en mí según tu palabra”(Lc 1, 37-38) dando de esta manera su consentimiento a la palabra de Dios, ella por su obediencia fue causa de su propia salvación y la de todo el género humano, el nudo que hizo el pecado de Eva, lo desató María con su obediencia y su fe. Dios dotó a María de todos estos dones para que fuera la “Madre del Señor” como la llama Isabel en su encuentro de la visitación y es por eso que la Iglesia confiesa que María es verdaderamente la Madre de Dios.
Glorifiquemos a Dios con nuestras vidas.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca por siempre.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

XIV-069 Soplan vientos de guerra



SOPLAN VIENTOS DE GUERRA.

Desde la más remota antigüedad el hombre ha estado procurando la guerra, siempre con el deseo de dominar a los demás y de imponer su voluntad, hay quien dijo que es mayor el tiempo que el hombre ha estado en guerra que el tiempo que ha vivido en paz o que la historia de la humanidad es la historia de las guerras del hombre. Después de las experiencias traumáticas de las dos guerras mundiales vividas en el siglo XX, mucho se ha hablado acerca de la paz, se han creado organizaciones mundiales para promoverla, se ha incluso premiado a las personas que más se han destacado anualmente en la procura de este bien, pero tal parece que el instinto vuelve a sobreponerse a la sensatez y nuevamente soplan vientos de guerra en el mundo.

¿Cuál es el papel que corresponde a nosotros los católicos en esta situación? ¿Qué debemos hacer? ¿Tiene alguna fuerza lo que nosotros podamos hacer? Yo lo resumiría en tres palabras: Debemos promover paz. Y ¿qué significa “promover paz”? Decía el Papa Juan Pablo II que a nosotros corresponde anunciar el evangelio de la paz, “Sois de hecho laicos evangelizadores de la paz, promotores de obras de paz; portadores de palabras y gestos de paz, de ejemplos vividos y de gestos explícitos de paz, con una vida absolutamente consecuente.” El mundo está formado por sociedades de personas y estas sociedades a su vez por grupos familiares, si se promueve la paz en los grupos familiares donde nos toca actuar eso repercutirá en todo el mundo, porque así como las guerras comienzan por el odio y la falta de entendimiento, la paz puede también comenzar de abajo hacia arriba y crear un clima en el que no prosperen ni la discordia ni el desamor. Si seguimos a Cristo hallaremos paz, porque el mandamiento de Cristo es el amor, si aceptamos su mensaje de amor, si vivimos en su gracia mediante los sacramentos, estaremos dando pasos por el camino de la paz. La oración por su parte juega un papel muy importante, ya hemos hablado en ocasiones anteriores acerca de la fuerza que tiene la oración en conjunto por una misma causa, Dios está atento a nuestros ruegos.

Las guerras siempre han tenido el mismo propósito, destruir al enemigo, en lo que han variado con el correr de la historia es en la forma de enfrentarlo, antes era cara a cara, cuerpo a cuerpo, participar en la guerra era un gesto de valentía, de la guerra surgían los héroes que serían en adelante los líderes de la sociedad, pero la tecnología moderna ha hecho que esto cambie radicalmente y los enfrentamientos ahora se hacen a grandes distancias, los enemigos no se ven unos a otros, se envían misiles de largo alcance que destruyen y matan sin compasión alguna, sin ver si lo hacen sobre soldados o sobre personas inocentes y niños que son ajenos a las disputas entre los grandes líderes, ahora no puede haber héroes porque es más bien una guerra entre cobardes anónimos que no les importa esparcir gases químicos mortales o bacterias que produzcan enfermedades porque ellos se encuentran a gran distancia y no pueden ser alcanzados, las guerras de hoy en día son la miseria de la humanidad.

Por eso debemos ante todo buscar la paz, comenzando por nosotros mismos, por nuestra paz interior, luego proyectar eso a nuestros hogares, nuestros conglomerados, asociaciones, en el trabajo, en la vecindad, asumir la misión que Dios nos ha encomendado, llevar esa paz que él nos dio: “!La paz esté con ustedes!” (Jn 20, 19). Y seguir las orientaciones de nuestra Iglesia, el Papa Francisco ha convocado a una jornada de oración y ayuno por la paz el próximo 7 de septiembre, unámonos a esa convocatoria y digamos decididamente ¡No a la guerra! La guerra es destrucción, estancamiento y muerte, en cambio la paz es servicio a la vida, promoción de la vida que conduce al desarrollo de los pueblos.

Glorifiquemos a Dios con nuestras vidas.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca siempre.

lunes, 2 de septiembre de 2013

XIV-068 Nació de Santa María Virgen


NACIÓ DE SANTA MARÍA VIRGEN.

Continuando nuestro repaso del Catecismo, como contribución a las actividades del año de la fe, vamos a referirnos hoy a los párrafos que van del 484 en adelante, en los cuales se nos explica que Jesucristo fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nació de Santa María Virgen.

En nuestro repaso de la semana pasada, hacíamos al final una oración, tomada de la liturgia Bizantina, en la cual una frase decía: “Tú que eres inmortal, te dignaste, para salvarnos, tomar carne de la Santa Madre de Dios y siempre Virgen María”. Esta frase tiene un gran contenido que debiéramos meditar, por una parte se nos dice que aquel que nacería de la Virgen es un ser “inmortal” lo que de paso nos habla de su existencia anterior a la Encarnación y luego nos lo confirma al atribuir todo el proceso a una decisión suya “te dignaste, para salvarnos, tomar carne…” De tal forma que en María se cumplen todas las promesas y los preparativos que Dios había hecho al pueblo de Israel y por su intermedio a la humanidad entera, de que se nos daría un salvador, es por eso que este período de la historia se conoce como “la plenitud de los tiempos”.
María había consagrado su pureza y su virginidad a Dios, y es el mismo Dios quien le pide tener un hijo, lo cual dentro del razonamiento humano significaría perder esa virginidad, es por ello que se atreve a preguntarle al ángel de la anunciación: “¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?”(Lc  1, 34) En la pregunta de María no hay dudas ni tampoco incredulidad, como lo hubo en el caso de Zacarías el padre de Juan el Bautista, quien por cierto quedó un tiempo mudo por este desliz, en María simplemente hay inquietud por el procedimiento, ella está dispuesta a hacer lo que sea necesario, por lo que su pregunta lo que significa es “¿qué debo hacer?” Y es cuando el ángel le dice: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti”(Lc 1, 35).

Es entonces cuando el Espíritu Santo es enviado para santificar el vientre de María y fecundarla por obra divina, sin que ella perdiera su virginidad, haciendo que ella conciba al Hijo Eterno del Padre en una humanidad tomada de la suya.

De manera que Cristo está ungido por el Espíritu Santo, desde el principio de su existencia humana, aunque se vaya a ir manifestando luego gradualmente a toda la humanidad, primero a los pastores, luego a los reyes, a Juan el Bautista, a los discípulos y así sucesivamente hasta nuestros días en que esa manifestación sigue ocurriendo en aquellos que aún no le conocen, cumpliendo su deseo de hacerse revelar hasta en los confines de la tierra a todas las criaturas.

La Virgen María no fue escogida por azar en el momento de la Encarnación, sino que Dios la había escogido desde toda la eternidad para ser la madre de su Hijo y sin embargo, a pesar de ello, Dios quiso contar con su consentimiento voluntario, de allí la importancia del “si” de María, durante la anunciación, porque Dios quiso que esta decisión fuera el contraste con la decisión de Eva y así como una mujer contribuyó a la muerte, así también otra mujer contribuyera a la vida. A lo largo de todo el Antiguo Testamento vemos como distintas mujeres van a entrar en el plan de Dios, confiando en él y acogiéndose a su salvación, hasta que finalmente con ella, con la Santa Virgen María, excelsa Hija de Sión, después de la larga espera de la promesa, se cumple el plazo y se inaugura el nuevo plan de salvación.

Glorifiquemos a Dios con nuestras vidas.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca por siempre.