miércoles, 26 de marzo de 2014

XV-014 Celebrado 38o. Aniversario de la Aparicion en Betania.




CELEBRADO 38º ANIVERSARIO DE LA APARICIÓN EN BETANIA.

Con un programa de actos que comenzó el día lunes 24 y concluyó ayer martes 25 de marzo, se celebraron los 38 años de la Primera aparición de la Virgen María en Finca Betania; Venezuela, con mucho entusiasmo y un gran número de fieles asistentes, entre los cuales se encontraban varias peregrinaciones, venidas de diferentes puntos del país, siendo el acto central la Misa Solemne oficiada a las 10 de la mañana por el Obispo de la Diócesis de  Los Teques, Mons. Freddy Fuenmayor quien hizo importantes anuncios, esta misa contó con la actuación de la Coral Betania.

Recordemos que la Virgen María se apareció por primera vez en Betania el día 25 de Marzo de 1976, siendo la única vidente la hoy Sierva de Dios Maria Esperanza Medrano de Bianchini, en esa oportunidad ella estuvo acompañada por un pequeño grupo de personas que pudieron observar algunos fenómenos atmosféricos durante la aparición. Para ese entonces la Finca tenía dos años de haber sido adquirida por los esposos Bianchini y otros socios, en atención a que reunía las características que la Virgen en sus mensajes le había señalado a María Esperanza, ella por su parte estaba viviendo en Roma con su esposo y sus siete hijos, cuando recibió un aviso de la Virgen en el que le decía que debía trasladarse a Venezuela porque haría su aparición en la Finca que habían adquirido, así lo hizo la Sierva de Dios y se vino sola a Venezuela para no interrumpir las actividades del resto de la familia, aquí se reunió con un grupo de amigas y fueron el día 25 a Finca Betania.

En entrevista que le hizo el periodista norteamericano Michael Brown ella lo narra así: “La primera vez que la Virgen Santísima se me presentó el 25 de marzo de 1976 fue para mí algo tan tremendo que es difícil de explicar, sin embargo, me parece que ese momento es algo que permanecerá grabado en mi corazón para siempre. La vi en la gruta, en el bosque completamente vestida de blanco, una joven figura como de 14, 15, ó 16 años de edad, era bellísima, iluminada, se veía llena de gracia. Bueno, sus ojos eran, digamos, aguarapados, no eran exactamente negros por completo, eran como marrones, tenía el cabello castaño que caía hasta sus hombros. Tenía un pequeño manto que la cubría y este manto se enredaba en las enramadas de los árboles porque comenzó a subir a un árbol muy alto que había en Betania. Tenía una boca pequeña, una sonrisa, ¡que delicada y suave!, y una nariz perfecta y fina, su rostro… un poco alargado y sus mejillas se veían de un color rosa natural, 1era bellísima!.” (Tomado del libro “Un Puente al Cielo” de Michael Brown, págs. 56-57). Y él le pregunta ¿Y usted que sintió? Y Maria responde “En ese momento sentí como si me dijera: “Hijita mía, diles a mis hijos de todas las razas, de todas las naciones, de todas las religiones que yo los amo a todos… no me importa, todos mis hijos son iguales, no existen ricos ni pobres, feos ni bonitos, blancos ni negros. Vengo a recogerlos a todos a ayudarlos a subir la empinada cuesta de Monte Sion en mi tierra fértil de Betania de estos tiempos para que se salven todos, para que se unan, para que vivan como hermanos.”

Después de esa primera aparición y durante más de una década hubo múltiples apariciones, la más trascendental fue la de 1984 en la que se apareció a 108 personas que la pudieron ver claramente durante más de tres horas y dieron luego testimonio ante el obispo de los Teques Mons. Pio Bello Ricardo quien abrió una investigación y estudio el caso durante tres años, incluso consultó con el Vaticano hasta concluir que la Iglesia reconocía las apariciones como “auténticas y de carácter sobrenatural” como quedó promulgado en Carta Pastoral del 21 de Noviembre de 1987.

Y volviendo a los actos de celebración, el Obispo de los Teques anunció cambios en la estructura organizativa del Santuario, el cual será dirigido ahora por un Consejo Pastoral, encabezado por su persona, los párrocos de Nueva Cúa y de Cúa, en cuya jurisdicción se encuentra el Santuario y por el nuevo Vice-rector que es el Pbro. Joseph Fermín Camacho Martínez y una religiosa de las que tienen a su cuido el Santuario, luego cantaron todos el “Cumpleaños Feliz “ y soplaron una bellísima torta preparada al efecto por la Fundación Betania. Alabado sea Dios.

Glorifiquen a Dios con sus vidas.

Gustavo Carías.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca siempre.

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miércoles, 19 de marzo de 2014

XV-013 San José, un hombre justo




SAN JOSÉ, UN HOMBRE JUSTO.

Hoy celebra la Iglesia el Día de San José, así que en primer lugar vaya nuestro saludo afectuoso para aquellos que llevan este glorioso nombre y celebran hoy su onomástico, entre los cuales me cuento pues ese es mi segundo nombre. Son muchos los atributos y sobrenombres que se han dado a San José, pero hemos escogido este, el de “hombre justo” (Mt 1, 19), porque es de un gran contenido, lo cierto es que San José tiene un rango muy elevado y único en el Cielo pues está, como su esposa la Virgen María, por encima de todos los santos.

El significado de las palabras “hombre justo” no implica solamente el hecho de hacer justicia con los demás, de dar a cada quien lo que le corresponda,  sino que bíblicamente se considera justo a un hombre santo, a un hombre perfecto espiritualmente, quizás en las traducciones más recientes de la Biblia se ha tratado de buscar una palabra en español que sea más actual y es por eso que en la Biblia Latinoamericana encontramos la palabra “bueno”  y en Biblias en Inglés encontramos la palabra “upright man” que literalmente significa vertical, o integro.

Y San José tenía muchas razones para merecer este trato de justo, de hombre que posee todo género de virtudes, puesto que antes de casarse con la Virgen María ya era santo, lo proclama el mismo hecho de su escogencia como futuro esposo de la Virgen María. Recordemos que la Virgen había quedado huérfana de padres antes de cumplir los 15 años y que fue el Sumo Sacerdote quien tuvo que ocuparse de decidir cuál de los pretendientes debía ser el novio de María, lo cual lo hizo según cuentan los evangelios apócrifos en forma similar a como se cuenta en el Antiguo Testamento, (Números 17, 1-8) que fue elegido Aarón, el Sumo Sacerdote pidió a los jóvenes aspirantes que pusiesen sus varas junto al altar y una de ellas floreció, la de San José y él fue escogido para ser el esposo y cuidar el tesoro de la Santísima Virgen.

Y si esto no fuera suficiente, si nos vamos más adelante en la historia de este hombre, la convivencia con María su esposa, lo hace aún más santo ya que como puede suceder con cualquier persona, el trato y convivencia con personas santas nos santifica a nosotros y muchísimo más en este caso que se trataba de la Santísima Virgen que era “llena de gracia” y “bendita entre todas las mujeres” y si a todo esto agregamos el trato y convivencia con Jesús durante treinta años, es difícil imaginar cuanta virtud y santidad debió recibir San José, si solamente el roce del manto de Jesús era capaz de curar a un enfermo, cuanta gracia recibiría aquel que lo tuvo tantas veces en sus brazos, lo besó, lo abrazó y escuchó después las palabras que brotaban de su sabiduría divina, sus ejemplos de humildad y de obediencia que recibía cada día durante esta sublime y singular experiencia.

Sin embargo, nosotros no estamos en capacidad de juzgar a las personas, ni como buenos ni como malos, porque nosotros solamente vemos los actos externos de cada quien, no vemos los corazones, como los ve Dios, es por eso que el mismo Jesús nos dice que no debemos emitir juicios ni erigirnos en jueces de los demás, pero entonces vayamos al juicio de Dios, que es el juicio correcto, imaginemos cuanta santidad debió encontrar Dios en San José para confiarle el cuidado de sus tesoros más preciados, a su Hijo Jesús y a la Virgen María que había sido escogida para ser Madre de Jesús, para depositar su confianza en él y San José por su parte cumplió la difícil misión que el Señor le había encomendado. San José tuvo la muerte más santa que podemos imaginar, acompañado de Jesús y de María, poco antes de que Cristo iniciara su vida pública, dado que no estuvo presente en las Bodas de Caná ni en el resto de la vida de Jesús.

Cerremos esta meditación con una cita de Cornelio Alapide: “Los sepulcros se abrieron a la muerte de Jesucristo y varios cuerpos de los santos se levantaron y saliendo de sus tumbas, fueron a la ciudad santa”(Mt 27, 52-53) y agrega Alapide: San José iba el primero…y añadiremos nosotros: Y cuando por la Resurrección de Nuestro Señor se abrieron las puertas del Cielo, fue el primero en entrar a la Gloria de los santos, San José, el hombre justo por excelencia. Alabado sea Dios.

Glorifiquemos a Dios con nuestras vidas.

Gustavo Carías.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca por siempre.

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lunes, 17 de marzo de 2014

XV-012 La mejor Cuaresma de mi vida




LA MEJOR CUARESMA DE MI VIDA.

Les invito a llevar adelante la mejor Cuaresma de sus vidas, no es difícil, es cuestión de concientizar y comprender el significado de la Cuaresma y poner toda nuestra voluntad en vivirla a plenitud, cada quien desde su lugar, desde su propia vida, con la mirada puesta en Jesucristo y el deseo ferviente de complacerle y hacer su voluntad.

La Iglesia sabiamente ha establecido un período de cuarenta días que van desde el miércoles de ceniza hasta el Domingo de Ramos, como tiempo de preparación para la Semana Santa. Este límite de cuarenta días se ha establecido pensando en los cuarenta días que Jesús estuvo en el desierto, antes de iniciar su misión terrena, allí, como dice San Mateo : “… estuvo sin comer cuarenta días y cuarenta noches y al final sintió hambre” (Mt 4, 2) “Entonces se le acercó el tentador”  (Mt 4, 3) En este caso, como en otros, el número cuarenta es un número simbólico, que utiliza el escritor sagrado para rememorar las cuarenta semanas que pasa el niño en el vientre de su madre, preparándose para la nueva vida que tiene que afrontar al nacer. Jesús había vivido su niñez y su adolescencia al lado de María y de José, una vida silenciosa en los textos sagrados, y ahora se prepara para una nueva vida, su vida pública, ahora tiene que hablar, tiene mucho que decir y muy poco tiempo y escasos recursos para hacerlo. Por su parte, el demonio quiere hacerle desistir de su misión, aprovechando su debilidad física por el ayuno que había llevado, y sus escasos recursos para llevar adelante lo que Dios Padre quería de él. Sin embargo, Jesús se siente fortalecido espiritualmente por el ayuno y encuentra los argumentos precisos para rebatir las propuestas del maligno, haciendo que el diablo tenga que retirarse y vengan los ángeles a servirle.

Son muchas las cosas que podemos aprender de este pasaje del evangelio y que nos servirán a nuestro propósito de vivir la mejor Cuaresma de nuestra vida. Una de ellas es el momento de la tentación, fíjense ustedes que el tentador se acerca en el momento en que Jesús está debilitado físicamente por el hambre, porque lo considera más vulnerable, sin embargo, el ayuno a la vez que debilita el cuerpo, fortalece el espíritu, si queremos fortalecer nuestro espíritu, la práctica del ayuno es muy recomendable, no se trata de que vamos a estar ayunando todos los días ni un número determinado de días seguidos porque no estamos acostumbrados y eso pudiera ser grave para nuestra salud corporal, pero lo que no debemos es “temerle” al ayuno o burlarnos de su eficacia, incluso hay otro pasaje del evangelio que nos habla de la fuerza espiritual que da el ayuno y es aquel en que los apóstoles no podían sacar un espíritu maligno a un endemoniado y en cambio Jesús si lo hizo y cuando ellos le preguntaron por qué ellos no habían podido, Jesús les respondió que por falta de ayuno y oración. Valoremos pues en su justa medida el valor del ayuno y procuremos su práctica, cada quien de acuerdo a sus propias condiciones físicas.

La mejor Cuaresma de nuestra vida es aquella que nos acerca más a Jesús, si podemos hacer todo lo necesario para lograrlo estaremos viviéndola sin darnos cuenta, con el ayuno, la oración y la práctica de la caridad, llevando un rayo de esperanza a todos aquellos que se sientan desalentados y decepcionados por las vicisitudes de la vida, los laicos tenemos que ser luz, sal y fermento, como decía el Siervo de Dios Don Alvaro del Portillo, cuya beatificación está programada para el presente año. Sigamos adelante, la meta es la santidad, Dios proveerá los medios para lograrla, pongamos nosotros todo nuestro esfuerzo y voluntad.

Glorifiquemos a Dios con nuestras vidas.

Gustavo Carías.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca por siempre.

viernes, 14 de marzo de 2014

XV-011 Y vino a nosotros su Reino



Y VINO A NOSOTROS SU REINO.

Antes de entrar en materia vamos a recordar que hoy se cumple el primer año del Papado de Francisco, un año que ha sido de éxito en todo sentido, vamos a orar por él que tanto nos lo ha pedido, encomendémoslo especialmente hoy en este primer aniversario.

En la oración del Padre Nuestro que Cristo nos enseñó, pedimos al Padre: “Venga a nosotros tu Reino”, y como nos dice el mismo Jesús en el evangelio de San Mateo: “Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen y se les abrirá la puerta. Porque el que pide, recibe, el que busca, encuentra; y se abrirá la puerta al que llama.” (Mt 7, 7-12) Pues bien, el Señor nos ha regalado un pedacito de su Reino, cada vez que la Virgen María se ha aparecido a los hombres de esta tierra, complaciendo así nuestra petición que ha sido repetida tantas veces. Ya en el mundo existen varios pedacitos de cielo que Dios nos ha regalado, Fátima es uno y Lourdes otro, por citar solo dos ejemplos.

En Venezuela, a lo largo de su historia, ha habido dos grandes apariciones de la Santísima Virgen: 1) Como Nuestra Señora de Coromoto, en Guanare, Estado Portuguesa,  en el año 1652 y 2) Como Maria Virgen y Madre Reconciliadora de todos los Pueblos y Naciones, en Betania, Estado Miranda en 1976. De esta, la más reciente,  se cumplirán 38 años el próximo 25 de Marzo.

Finca Betania ha quedado justamente como eso, como un pedacito de cielo en la tierra, el regalo que Dios nos ha dado junto a la presencia de su Madre Santísima y de sus múltiples milagros, un lugar de paz y armonía, dotado de aguas sanadoras, de aire puro y de flores y frutos provenientes de la mano generosa de Dios.

Esta tierra fue anunciada por la Virgen Santísima a Maria Esperanza en su juventud y ella después de casada y de formar su familia, como se lo había pedido el Corazón de Jesús, se dedicó a buscarla por toda Venezuela, siguiendo las orientaciones que le había dado Nuestra Señora, hasta que en 1974, ella y su esposo dieron con este lugar en el que se conjugaban todos los detalles acerca de la presencia del rio, de la cascada, de la dulzura de la tierra porque estaba dedicada a la siembra y cultivo de la caña de azúcar y a la presencia de la Virgen manifestada por el vuelo de una mariposa azul. La Sierva de Dios no tuvo duda alguna, aquella era la tierra de la que la Virgen le había hablado años atrás.

El propio Señor Geo Bianchini, esposo de María Esperanza, nos dice que ya en 1973 habían tenido conocimiento de una tierra que estaba en venta en los Valles del Tuy, pero que en principio no sintieron la necesidad de ir a visitarla, lo cual surgió a raíz de que un compadre de ellos que tenía una finca ganadera en Anzoátegui, les contó que debido a la sequía se le estaba muriendo el ganado y que necesitaba trasladarlo a un sitio que tuviera agua y mejores condiciones para que pudieran subsistir, fue entonces cuando pensaron de nuevo en la oferta de la finca Betania y fueron a conocerla. El dueño era un Doctor de nombre Rafael Pérez, de religión evangélica que la había constituido reuniendo tres pequeñas fincas de los alrededores y le puso ese nombre porque recordando las escrituras sobre la vida de Jesús, así se llamaba el lugar donde él iba a descansar y a reunirse con sus amigos Lázaro, Marta y María.

Sin embargo, la finca no resultó todo lo provechosa que se esperaba para la cría de ganado y por el contrario, su uso inicial y la paralización de las actividades de la caña de azúcar la deterioraron un poco e hicieron pensar en otros posibles usos, pero tal parece que la voluntad de Dios no era esa, pues todo cambió cuando comenzaron las apariciones en 1976, la Virgen se hizo presente el 25 de marzo por primera vez y luego continuaron las apariciones hasta la gran aparición de 1984 cuando fue vista por más de ciento cincuenta personas que dieron testimonios ante el Obispado de Los Teques para que el asunto fuese estudiado por la Iglesia Católica, la cual finalmente, después de consultar con el Vaticano, la aprobó en 1987 mediante una Carta Pastoral. Maria Esperanza donó a la Iglesia el espacio necesario para el Santuario y el resto de la Finca está siendo utilizado como centro de retiro y oración, y sede del movimiento internacional de reconciliación y espiritualidad mariana que es la Fundación Betania, mientras se construye el Pueblo de Dios, con seres que vendrán de todas partes del mundo para convivir en el amor verdadero. Alabado sea el Señor.

Glorifiquemos a Dios con nuestras vidas.
 
Gustavo Carías.
 
Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca siempre. Te deseo un feliz fin de semana y te recuerdo el rezo del Rosario en Familia y la asistencia a la misa dominical.
 

lunes, 10 de marzo de 2014

XV-010 Entre la Tentación y el Pecado



ENTRE LA TENTACIÓN Y EL PECADO.

Vivamos intensamente esta Cuaresma, que sea realmente una preparación para la Semana Santa, para ello es necesario que meditemos en todas aquellas cosas que nos acercan a Dios y aquellas que nos pudieran alejar de él, para practicar las unas y descartar las otras. ¿Qué diferencia existe entre la Tentación y el Pecado? ¿Podemos evitar las tentaciones? ¿Podemos evitar el pecado? ¿Quién pone las tentaciones en nuestro camino? ¿Qué debemos hacer? Vamos a tratar de responder a estas inquietudes que quizás muchos de ustedes están teniendo.

En primer lugar vamos a definir ambos términos, por una parte la Tentación es ese movimiento interior que nos invita a realizar algo que puede ser bueno o malo, según que nos lleve a quebrantar  los mandamientos de Dios o no, en tanto que el Pecado es aquel acto que rompe las leyes divinas y que nos separa de Dios, si la tentación es mala y caemos en ella, cometemos pecado. De esta definición podemos deducir que la tentación en sí misma no es pecado, recordemos que Jesús se hizo hombre, igual en todo a nosotros menos en el pecado, y Jesús fue tentado por el demonio en el desierto al comenzar su vida pública, pero rechazó las tentaciones y no cometió pecado.

Todo sería muy fácil si las tentaciones se presentaran con su cédula de identidad por delante y supiéramos de antemano de que se trata y sus consecuencias, pero la dificultad está precisamente en que la tentación siempre se presenta con una máscara que nos muestra los beneficios que nos reportaría pero no la realidad y el maligno es muy hábil en esto de disfrazar las cosas, de manera de hacernos pensar que vamos a obtener o ganar algo, cuando en realidad es mucho mayor lo que vamos a perder si caemos en la tentación. El ejemplo clásico de las tentaciones lo tenemos en el Génesis con la tentación de Adán y Eva en el Paraíso, el Tentador que en este caso es la serpiente, le señala a Eva los beneficios que obtendría si quebranta la prohibición que Dios le había hecho: “ustedes serán como dioses y conocerán lo que es bueno y lo que no lo es.” (Gen 3, 5) y tanto Eva como Adán comieron del fruto prohibido y pecaron. Y la mancha de este pecado fue tan grande que abarcó a toda la humanidad hasta nuestros días, es el pecado original con que todos nacemos.

En la oración del Padre Nuestro, que Cristo enseñó a los apóstoles y que rezamos cada día, le pedimos al Padre: “Y no nos dejes caer en Tentación”, es decir que no le pedimos que ahuyente las tentaciones ni que no las tengamos, lo que le pedimos es la fe y la fortaleza necesaria para vencerlas, en otras palabras que las tentaciones siempre las tendremos, son obra del tentador y representan para nosotros una prueba que debemos superar, desenmascarando al mal y rechazando todo aquello que nos pretenda separar del amor de Dios.

En conclusión, no podemos evitar las tentaciones, pero si podemos evitar el pecado, evitando caer en ellas y si tomamos en cuenta que el demonio es muy poderoso y nosotros somos frágiles, la mejor manera de prevenirnos es alejándonos de la tentaciones, rechazarlas no con violencia ni luchando contra ellas sino apartándonos discretamente y pidiendo a Dios y a la Virgen Santísima que nos de la claridad de mente para identificarla y apartarnos para no caer en ese precipicio que llamamos pecado.

Virgen Santísima, Madre de mi Señor Jesucristo, alcánzanos la fortaleza necesaria para vencer las tentaciones que se nos presenten, y demostrarle así nuestro amor a Dios.
Glorifiquemos a Dios con nuestra vida.
 
Gustavo Carías.
 
Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca siempre.