viernes, 30 de octubre de 2009

X-089 Construir un Mundo Nuevo.



CONSTRUIR UN MUNDO NUEVO.

La tarea de construir un mundo nuevo, un mundo de justicia, de paz y de amor, parece a simple vista como una utopía, pero recordemos que “Para Dios nada es imposible” (Lc 1, 17) y esa es la gran tarea que Jesús nos ha encomendado, él quiere que seamos sus apóstoles y que entre todos, con él a la cabeza, construyamos ese mundo ideal.

Vamos a meditar hoy sobre nuestra misión en esta tierra, cada uno tiene que preguntarse ¿Para qué estamos aquí? ¿Cuál es mi misión en esta vida? Seamos sensatos en nuestro análisis, no puede ser que mi vida sea una simple rutina de levantarme, comer, salir a trabajar, el agite del tráfico, de las personas que van y vienen, del bullicio, de las calamidades, las incomprensiones, las envidias, el sufrimiento, para luego regresar a casa a dormir y prepararnos para otro día similar al anterior. Para muchos la vida es así, sin darse cuenta se han incorporado a ese remolino que los lleva de un lado a otro sin darle chance a detenerse a pensar por un momento en la razón de todo esto.

Existe un Dios que nos ha creado a cada uno de nosotros, así como creó a Adan y Eva, nuestros primeros padres, que nos ama intensamente porque somos sus hijos, hechura de sus manos, que ha creado un mundo de riquezas naturales para el disfrute de todos, así como creó el Edén con árboles frutales de todas las especies para que nuestros padres se alimentaran y fueran felices, es eso exactamente lo que Dios quiere de nosotros que seamos felices.

También al igual que a ellos nos somete a prueba para ver si nosotros correspondemos a ese amor, con nuestra obediencia, con nuestra fe y con nuestra esperanza puesta en su poder y auxilio. Esta prueba tiene un término, una duración que para cada quien es diferente y desconocida, pero dentro del cual debemos demostrarle al Señor que somos merecedores de su amor, si lo logramos será nuestra salvación, de lo contrario estaremos perdidos.

El mundo ha heredado la desobediencia de nuestros primeros padres y ha tomado un camino erróneo que no conduce a la verdadera felicidad, es por ello que el Hijo de Dios vino al mundo, para salvar a la humanidad, no para perdernos. El quiere que construyamos entre todos un mundo nuevo, que seamos sus apóstoles, sus seguidores, para lograr alcanzar esta meta. Para que algún día podamos escuchar: “Por fin ha llegado la salvación, el poder y el reinado de nuestro Dios.” (Ap 12, 10)

Agradecimiento: Damaris Martorano de Sosa agradece la Oración Comunitaria que se hizo por la Sra. Luisa Sánchez, quien fue operada y el tumor resultó negativo. ¡Alabado sea Dios! Sigamos orando por su recuperación.

Que la paz y la bendición de Dios lleguen a todos sus hogares, feliz fin de semana y no olviden la misa dominical y el rezo del Rosario en familia.

miércoles, 28 de octubre de 2009

X-088 San Judas Tadeo.


SAN JUDAS TADEO.

Hoy celebra la Iglesia la fiesta de San Simón y Judas, vamos a referirnos en especial al segundo de los nombrados, San Judas Tadeo, quien es un santo muy milagroso, recuerdo que mi mamá le tenía una gran fe a su intercesión. Sin embargo, cuenta la historia que no fue así en los primeros tiempos, quizás por la homonímia con el funesto traidor, por ello fue casi ignorado durante la antigüedad y la Edad Media, hasta que en el siglo XIV, en una de las apariciones del Señor a Santa Brígida de Suecia la instó a dirigirse con confianza a San Judas y desde entonces pasó a tener gran veneración entre los católicos.

San Judas era hijo de Santiago, pariente del Señor, y fue aquel que en la última cena dijo a Jesús: “Señor,¿qué pasa para que te vayas a manifestar a nosotros y no al mundo? San Judas Tadeo es el patrón de las causas desesperadas. Después de la muerte de Jesús predicó el cristianismo en Siria y en Mesopotamia y tal vez murió en Persia junto a San Simón. Sus reliquias se veneran en Reims y Toulouse, Francia, siendo su culto muy popular en Polonia.

Aquí en Caracas, en la zona denominada La Puerta de Caracas, existe una moderna y bella Iglesia dedicada a este milagroso santo que en este día se engalana para recibir a miles de fieles de toda Caracas y del interior de Venezuela.

En la Biblia se incluye una carta de San Judas que fue escrita entre los años 62 y 67 d.c. en la cual se refiere a aquellos impíos que utilizan la religión como un pretexto para su libertinaje, usando frases metafóricas muy bellas, dice que : “Son como nubes arrastradas por el viento que no dan lluvia, árboles que no dan fruto al final del otoño y que ya están muertos antes de ser arrancados de raíz; olas embravecidas del mar que arrojan la espuma de sus vicios; estrellas errantes a las que esperan las tinieblas eternas.” (Jud 12-13), y concluye exhortando a los cristianos para que “construyan su vida sobre los fundamentos de su santísima fe, oren en el Espíritu Santo, y manténganse en el amor de Dios aguardando la misericordia de Jesucristo, Nuestro Señor, que los llevará a la vida eterna.” ( Jud 20-21)

Hay quienes dicen que San Judas Tadeo es la última tabla de salvación para los que ya no esperan nada, más allá de la esperanza aún está él. Tengamos confianza en la intercesión de San Judas Tadeo y confiemos a él nuestras penas y dolencias y procuremos, siguiendo sus consejos, construir nuestra vida sobre los fundamentos de la fe y mantengámonos en el amor de Dios.

Oración Comunitaria: Solicita Ofelia Martínez por la Sra. Mónica Patricia Mercure quien tiene infarto cerebral. Vamos a pedirle a San Judas Tadeo en su día que interceda por ella ante el Señor para que si es su voluntad la sane del cuerpo y del alma. (Padre Nuestro, Ave María y Gloria)

Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.

lunes, 26 de octubre de 2009

X-087 La Paz sea contigo.


LA PAZ SEA CONTIGO.

El saludo de la Paz que nos damos durante la Santa Misa, es una costumbre ancestral de los pueblos orientales, este saludo conlleva un deseo tanto de bienes espirituales, como la tranquilidad, la armonía, la concordia, como también bienes materiales o temporales.

En el evangelio encontramos varias ocasiones en que se habla del saludo de la Paz, por ejemplo cuando Jesús daba instrucciones a sus apóstoles sobre la forma en que deberían comportarse durante su misión apostólica, les dice que “En cualquier casa que entren digan primero: la paz sea con esta casa”, también en las apariciones de Jesús después de su resurrección, se presenta diciendo: “¡La Paz esté con ustedes!” (Jn 20, 19).

Los deseos de Dios para todos los hombres son de paz, cuando Jesús nació los ángeles proclamaban “Gloria a Dios en el Cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor”(Lc 2, 14) es decir que Jesús vino al mundo para traernos esa paz que nos desea el Padre y esa paz que recibimos de él, y que como hemos dicho implica no solo el deseo de bienes espirituales sino también materiales, debemos derramarla a nuestro entorno familiar y social, llevándola a la práctica es decir sin limitarnos exclusivamente al deseo, sino a procurar hacer todo lo que esté de nuestra parte para lograrlo, para construir esa paz, actuando con generosidad, con justicia y con amor hacia nuestros semejantes.

Nosotros como apóstoles o seguidores de Cristo debemos ser portadores de la paz, predicadores y constructores de la paz que el Señor nos desea, de esa manera estaremos difundiendo el Reino de Dios entre los hombres, esa es nuestra misión y no sólo darla por obligación o por cumplir, sino darla en abundancia sin regatearla, tal como Cristo nos enseñara.

Practiquemos durante la Santa Misa, en el momento en que el sacerdote abre los brazos y derrama sobre nosotros la paz de Cristo, intercambiemos un saludo de paz franco, “La Paz sea contigo”, estrechando las manos cariñosamente, con una sonrisa en los labios, sin llegar a esos excesos que pareciera una salutación de año nuevo ni trasladándonos de un sitio a otro desordenadamente, limitemos nuestro saludo a las personas que están a nuestro alrededor sean conocidos o no, poniendo el corazón en nuestras palabras, con un deseo sincero de paz y oremos por aquellos pueblos que viven alejados de la paz o que están en peligro de perderla, para que encuentren los caminos del Señor, que son los caminos del amor y la fraternidad.

¡Señor!, gracias por el don de la paz, danos tu paz, permite que podamos contribuir con nuestras acciones y con nuestra caridad a que todos nuestros semejantes puedan también disfrutar de esa paz que tú nos das, renueva cada día en nuestros corazones las ansias de paz para con nosotros mismos y para con nuestros prójimos. Amén.

Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.


viernes, 23 de octubre de 2009

X-086 Romped las Cadenas.


ROMPED LAS CADENAS.

El pecado esclaviza al hombre, lo ata con cadenas invisibles que son más pesadas que las de hierro verdadero, Jesús nos llama a romper esas cadenas y liberarnos para construir un mundo mejor a nuestro alrededor.

La esclavitud del pecado se va forjando lentamente, casi imperceptiblemente va doblegando nuestra voluntad, nos va obligando a hacer cosas que nuestra propia conciencia nos repudia, porque el olor del pecado es imperceptible para el que vive inmerso en él. Es comparable al que vive en su casa rodeado de perros, ya no percibe el olor característico de estos fieles animales, si alguien viene de fuera y le dice que su casa huele a perro, se extrañará y dirá que no se había dado cuenta, o como el que fuma y huele a cigarrillo o el que bebe y huele a borracho, sus olores característicos se han ido borrando de sus propias sensaciones y no lo perciben, así ocurre con el pecado, nos va acostumbrando a su mal olor sin que nos demos cuenta, tenemos que despertar, tenemos que romper esas cadenas.

El Señor nos está llamando: “Yo reprendo y corrijo a los que amo. Vamos, anímate y conviértete. Mira que estoy a la puerta y llamo, si uno escucha mi voz y me abre, entraré en su casa y comeré con él y él conmigo.”( Ap 4, 19-20). A veces nos ocurren cosas que parecen objeto de la casualidad, es como si alguien nos estuviera abriendo los ojos y nos dijera que miráramos los pesados grillos que tenemos atados a los pies y nos entrega la llave que los abrirá, nos da el colirio que limpia nuestros ojos y nos permite ver lo que antes no percibíamos, o nos ocurre algo que tomamos como una desgracia o mala suerte, pero que nos hace comprender y abrir los sentidos, no son casualidades, son los llamados y las reprensiones que nos hace Dios para que escuchemos su voz, para corregirnos, nos empuja y nos anima a la conversión, no desoigamos su llamado, no seamos sordos a sus toquidos, abramos la puerta de nuestro corazón y permitamos que él entre.

Si nuestras fuerzas parecen ser insuficientes para romper las cadenas, invoquemos a la Santísima Virgen María, ella es “Refugio de los Pecadores”, pidámosle que nos ayude, que nos tome de la mano y nos levante, que estamos dispuestos a poner toda nuestra voluntad y todo nuestro esfuerzo al servicio de su Hijo, que le amamos y queremos servirle, queremos ser libres de la esclavitud del pecado y así poder construir el Reino de Dios en nosotros, un mundo nuevo, un mundo de libertad y de amor para compartirlo con todos nuestros semejantes.

Alabado sea Jesucristo.

Que la paz y la bendición de Dios lleguen a todos sus hogares, feliz fin de semana y no olviden la misa dominical y el rezo del Rosario en familia.



miércoles, 21 de octubre de 2009

X-085 Preparen un Camino.


PREPAREN UN CAMINO.

De vez en cuando recibo algunos emails de personas que no quieren seguir recibiendo las meditaciones, son muy pocas en comparación con los que las leen, pero me causan una gran tristeza, son almas que se pierden, que se cierran ante el llamado a prepararse para recibir a Jesús, me recuerdan a los fariseos, escribas y sacerdotes que se negaron a escuchar el llamado de Juan el Bautista a la conversión y a la preparación de un camino para la llegada de Jesús y por ello Cristo les dijo que se les habían adelantado los publicanos y las prostitutas que se convirtieron ante las palabras de Juan.

En efecto, para recibir a Jesús se requiere de una preparación previa, de un consentimiento personal, es como abrir las puertas y las ventanas de la casa, barrer y limpiar todo, para que circule el aire fresco y entre la luz del sol, de manera que cuando llegue la visita que estamos esperando, todo brille y refleje alegría y felicidad, es renunciar a la oscuridad y las tinieblas, al polvo y al moho, es preparar un camino al Señor.

El profeta Isaías había dicho: “Una voz grita en el desierto: Preparen un camino al Señor; hagan sus senderos rectos.” (Mt 3, 3) Se refería a Juan, el Bautista, que vendría a predicar ante la inminencia de la llegada del Mesías, diciendo: “Renuncien a su mal camino, porque el Reino de los Cielos está cerca.” (Mt 3, 2) Muchos de los que le escuchaban se arrepintieron y se bautizaron con agua del rio Jordán, allanando los caminos para la venida de Jesús. Sin embargo, pequeños grupos de fariseos y saduceos no creyeron en sus palabras y se encerraron en sus propias creencias y en sus leyes.

Son palabras de Jesús: “Porque Juan vino a abrirles el camino derecho y ustedes no le creyeron, mientras que los publicanos y las prostitutas le creyeron. Ustedes fueron testigos, pero ni con esto se arrepintieron y le creyeron.”(Mt 21, 32). Un pecador arrepentido está en mejores condiciones para aceptar la palabra del Señor, porque su corazón está dispuesto y siente la frescura de ser agradable ante los ojos del Señor.

Preparemos pues el camino para la venida de Jesús a nuestros corazones, abramos puertas y ventanas a la vida, para que no seamos sordos ante su llamado, para que así el reino de Dios se haga realidad entre nosotros.

Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.

lunes, 19 de octubre de 2009

X-084 Bendícenos Señor.


BENDICENOS SEÑOR.

Señor hoy queremos postrarnos ante ti y pedirte que nos bendigas, cantarte salmos en tu honor, abrir nuestro corazón para que llenes todos .los espacios y así entregar nuestra voluntad en tus manos, alabarte y glorificarte porque tú eres nuestro Dios y tus mandatos son nuestra Ley, tus palabras son de vida eterna, en ellas quiero meditar para endulzar mi vida.

Tu nos muestras el sendero de la paz y la felicidad, no permitas que nos desviemos de tus caminos, ayúdanos a perseverar hasta el final, que hagamos siempre tu voluntad y no la nuestra, bendícenos Señor.

Danos inteligencia y fortaleza para cumplir tus mandamientos, fidelidad a tus preceptos, temor de ofenderte y un corazón grande para amarte y no fallar a la hora de la prueba, bendícenos Señor.

Somos tuyos Señor, nos consagramos a ti, amamos tus juicios y tus decisiones, tú nos has creado de la nada, nos has hecho casi igual a los ángeles, tu bondad es infinita y tu amor no tiene límites, derrama tus gracias sobre nuestra alma para que a su vez nosotros podamos compartirla con nuestros hermanos y compañeros de camino, mirando en ellos tu rostro para darte de comer y darte de beber, para asistirte en tu enfermedad y visitarte, bendícenos Señor.

No permitas que caigamos en las trampas que tienden a nuestro alrededor los enemigos, aquellos que perdieron su lugar y ahora vagan llenos de rencor tratando de perjudicar a los que siguen tus enseñanzas, y si por algún descuido caemos, ayúdanos a levantarnos, escucha nuestra plegaria de arrepentimiento y danos tu perdón, bendícenos Señor.

Que nuestros ojos puedan contemplar algún día tu rostro, cara a cara, sin vergüenza, sin temor, con las manos llenas de buenas obras para ponerlas a tus pies que no temblemos de miedo ante tu juicio porque en la vida hayamos sido justos y bondadosos, como tú eres justo y recto en tu proceder y que tu mano nos bendiga en ese momento dándonos la salvación.

Se nuestro amparo en los momentos difíciles, escucha nuestras súplicas, ten piedad de nosotros, danos la alegría y la felicidad de saber que estás siempre a nuestro lado y que nos proteges porque nos amas, bendícenos Señor, hoy y siempre.
Amén.

Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.

miércoles, 14 de octubre de 2009

X-083 Vivir y Proclamar la Buena Noticia.


VIVIR Y PROCLAMAR LA BUENA NOTICIA.

El evangelio es la buena noticia de Dios. Jesús vino a la tierra hace dos mil años para traernos esa buena noticia, para enseñarnos a vivir confiando plenamente en el Padre que nos dio la vida y que cuida de cada una de sus criaturas, que todos somos hijos de ese Padre, por tanto somos hermanos y que debemos amarnos los unos a los otros así como Dios nos ha amado. Nosotros debemos vivir y proclamar esa buena noticia.

La manera como se han desarrollado los medios de comunicación en los años recientes hace factible que nos enteremos de cosas que ocurren a gran distancia de nuestro país de manera casi instantánea, por medio de la televisión podemos incluso ver un evento que se está produciendo en ese mismo instante al otro lado del mundo y que es de interés para un gran público, o por medio del teléfono podemos saber del estado de salud de nuestros familiares que se encuentran distantes. Sin embargo, hace veinte siglos la cosa era muy diferente, no existían estos medios de comunicación y la transmisión de los mensajes era oral de persona a persona y por supuesto muy lenta en propagarse.

Es por ello que Dios escogió un pueblo para que fuera el punto de partida de su mensaje, lo había escogido desde hacía mucho tiempo, desde su formación por medio de los patriarcas, trató de prepararlo por medio de los profetas y de corregir su rumbo, lo protegió de las amenazas de otros pueblos, lo liberó de la esclavitud, lo condujo hacia una tierra prometida, pero ese pueblo era de cabeza dura y se resistía a seguir el camino trazado por el Señor.

Tan grande fue el amor de Dios hacia nosotros que envió a su propio Hijo para que nos trajera su evangelio y para que nos enseñara a vivirlo y a proclamarlo a todos los rincones de la tierra, “Jesús fue a Galilea y empezó a proclamar la Buena Noticia de Dios. Decía: “El tiempo se ha cumplido, el Reino de Dios está cerca. Cambien sus caminos y crean en la Buena Nueva.” (Mc 1, 14-15)

Cristo organizó un pequeño grupo de apenas doce hombres para que llevaran el mensaje por todo el mundo, los instituyó como Iglesia y los mandó por todos los caminos a los otros pueblos, ese mensaje se ha ido propagando y hoy en día más de mil millones de personas lo conocen. Sin embargo, la población mundial llega ya a los siete mil millones de personas por tanto son muchas las que aún no han recibido la buena noticia, para los que la conocemos es nuestro deber vivirla y proclamarla. Alabado sea Jesucristo.

Oración Comunitaria: Solicita Damaris Martorano de Sosa por la hermana Luisa Sánchez quien será operada de un tumor maligno en esta semana. Pidamos al Señor con fe que si es su voluntad, sane a esta sierva suya del cuerpo y del alma para que pueda continuar su misión en esta tierra. Se reza un Padre Nuestro con Ave María y Gloria.

Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.

viernes, 9 de octubre de 2009

X-082 Preparados y vigilando.


PREPARADOS Y VIGILANDO.



Les invito a meditar hoy sobre todas esas advertencias que se nos han venido dando acerca de la venida de Jesús, hay quienes opinan que los que hablan de estas cosas son profetas del desastre.

Si examinamos las cosas con cuidado podemos perfectamente advertir que el desastre no es necesario ya profetizarlo, el desastre existe y hay que ser demasiado ciego y sordo, en medio del avance tecnológico de las comunicaciones de hoy para decir que no estaban enterados. El mundo en que vivimos es en realidad un verdadero desastre, no solo me estoy refiriendo a los movimientos telúricos y a los tsunamis, es un desastre desde el punto de vista moral, desde el punto de vista de la contaminación ambiental, desde el punto de vista político y desde el punto de vista de la indiferencia del hombre ante todo lo que está ocurriendo.

Si nos consideramos católicos practicantes debemos estar preparados y vigilando, porque Jesús fue muy claro cuando dijo que después de muchas angustias y tribulaciones le veríamos “venir en medio de nubes con gran poder y gloria.”(Mc 13, 26) Y nos aconseja: “Aprendan de este ejemplo de la higuera; cuando las ramas están tiernas y brotan las hojas, saben que el verano está cerca. Así también ustedes, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que todo se acerca que ya está a las puertas.” (Mc 13, 28-29).

“Esten preparados y vigilando, porque no saben cuando llegará ese momento.” (Mc 13, 33) En verdad que triste sería reconocer que todo esto es cierto cuando ya no podamos hacer nada, tú que eres un ser tan práctico, no te parece que mejor sería seguir el consejo de Jesús.
Pero nosotros podemos adelantarnos a su venida, en vez de esperar vamos hacia él, vamos a su encuentro, sabemos donde encontrarlo, sabemos como comunicarnos con él y como agradarle, ¿qué estamos esperando?

Estemos preparados y vigilando, pero al mismo tiempo preguntémonos qué estamos haciendo por el Señor, de qué manera le estamos sirviendo y la respuesta será la clave para adelantarnos a su venida. Alabado sea Dios.

Que la paz y la bendición de Dios lleguen a todos sus hogares, feliz fin de semana y no olviden la misa dominical y el rezo del Rosario en familia.

miércoles, 7 de octubre de 2009

X-081 Alabanzas y gracias al Señor.


ALABANZAS Y GRACIAS AL SEÑOR.

Estaba recordando esa frase tan bella que decimos, entre misterio y misterio, durante el rezo del santo rosario y que dice: “Alabanzas y gracias sean dadas en todo momento al Santísimo y Divinísimo Sacramento del Altar”.Vamos a meditar hoy sobre esta corta plegaria.

Sabemos que Dios es nuestro Creador que a El le debemos todo lo que somos y que no seríamos nada sin su asistencia y su compañía, es por ello que lo más razonable es agradecerle todo lo que hace por nosotros y alabarlo por ser nuestro Dios, pero fíjense en un detalle muy especial de la frase que dice: “en todo momento”, es decir que no basta con que nos acordemos de vez en cuando, los sábados o los domingos de ir a misa o de hacer unas oraciones, nuestras alabanzas y nuestras gracias al Señor deben ser dadas en todo momento, y si razonamos esta propuesta la vamos a encontrar como muy natural, ya que El está pendiente de nosotros en todo momento a cada paso que damos, ¿por qué habríamos de ser menos nosotros en nuestro agradecimiento?.

Lo primero está en reconocer que todas las cosas que obtenemos a cada minuto de nuestra vida son venidas de la mano de Dios, si cuando recibimos algo después de algún esfuerzo físico o mental, por ejemplo el sueldo o la aprobación de un examen, pensamos que somos chéveres, que somos inteligentes que no hay nadie como nosotros, estamos razonando mal, por el contrario ese es precisamente el momento de reconocer la intervención del Señor en nuestras vidas y alabarlo y darle gracias, decir por ejemplo: “¡Oh Señor, Dios nuestro, que grande es tu nombre en toda la tierra”(Sal 9, 10).

Igual sucede cuando vamos a emprender algo, si comenzamos por confiar exclusivamente en nosotros mismos, sin la ayuda de Dios, vamos mal, debemos decir por ejemplo: “Sé mi apoyo y estaré salvado, que tus preceptos sean siempre mis delicias.” (Sal 119, 117).

Si cuando se nos acusa de algo que no hemos hecho decimos: No importa, yo se como defenderme, voy a salir de esto por mi propio esfuerzo, yo puedo.” Está bien que lo digamos para darnos coraje y valentía, pero tenemos que invocar la ayuda del Señor y decirle: “Defiende la causa de tu servidor, no dejes que me opriman los soberbios” “Dame inteligencia para actuar” (Sal 119, 122-125).

Al levantarnos, antes de comer, después de comer, al salir a la calle, al regresar, al comenzar el trabajo de cada día, al finalizar, al acostarnos, eso es lo que significa “en todo momento”, demos gracias y alabanzas al Señor

“Alaben al Señor los reyes de la tierra, todas las naciones, príncipes y los que gobiernan la tierra, jóvenes y muchachas, ancianos y niños, pues su Nombre es único y sublime, su majestad excede cielo y tierra.” (Sal 148, 11-13).

Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.

lunes, 5 de octubre de 2009

X-080 El Pan de Vida.


EL PAN DE VIDA.

Somos cuerpo y espíritu, lo hemos dicho muchas veces y así como nuestro cuerpo necesita de alimento y de ejercicio para crecer y vivir, también nuestro espíritu requiere de estos suministros, Dios se ocupa de procurar al hombre ambas cosas cuando observa que le es imposible por sus propios medios. Cuando los hebreos estaban en el desierto y no tenían con que alimentarse les proveyó del “Maná” que era una especie de pan que les llovió inesperadamente del cielo y ellos comieron de ese pan y pudieron sobrevivir.

Sin embargo, sabemos que el cuerpo es perecedero, tiene un límite de vida, en cambio el espíritu no, es por eso que Jesús nos dice: “Yo soy el pan de vida. Sus antepasados comieron el maná en el desierto, pero murieron; aquí tienen el pan que baja del cielo, para que lo coman y ya no mueran. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi carne, y lo daré para la vida del mundo.” (Jn 6, 48-51).

En el momento en que Jesús expresa estos conceptos no había instituido aún la Eucaristía que bien sabemos lo hizo ya en la víspera de su Pasión, durante la última cena con sus apóstoles, por eso sus palabras fueron motivo de discusión entre los judíos que a su vez se preguntaban ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?

Recordemos que en aquella cultura antigua existía lo que se llama el sacrificio de comunión que se ofrecía en el templo y que consistía en ofrecer una víctima, normalmente un cordero, que luego de sacrificado era comido por los fieles delante de Dios con el propósito de que ese acto los uniera a Dios. En este caso Jesús está pensando en que El mismo será la víctima, el cordero del sacrificio que está por suceder en el Calvario y que su cuerpo será propicio para la comunión y la unión del hombre con Dios. Luego en la última cena nos dirá que el pan consagrado cuando el sacerdote pronuncia las palabras “Este es mi cuerpo” es realmente el alimento de nuestro espíritu que nos dará la vida eterna.

Es más, ese pan consagrado ha sido también en muchos casos alimento del cuerpo, tenemos el ejemplo de varios santos que vivieron durante mucho tiempo alimentándose exclusivamente de la comunión.

Acudamos pues a la Eucaristía con más frecuencia, así como alimentamos diariamente nuestro cuerpo para no padecer hambre, debemos alimentar también nuestro espíritu con el cuerpo de Cristo que es el Pan de Vida y así realizar la unión perfecta con nuestro Dios.

Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.

viernes, 2 de octubre de 2009

X-079 Inundaciones y Terremotos.


INUNDACIONES Y TERREMOTOS.

En estos días leemos en la prensa y vemos en las noticias por televisión y por Internet, como se suceden en todo el mundo grandes catástrofes naturales, especialmente estamos consternados por los ocurridos recientemente en el lejano oriente con innumerable pérdida de vidas humanas. La naturaleza parece sacudirse cada día con más frecuencia, en medio de lluvias tormentosas, inundaciones, volcanes y movimientos telúricos de diversa magnitud y mucha gente se pregunta ¿Qué está pasando? ¿Qué significa todo esto? ¿Qué podemos hacer?.

La respuesta a todas estas inquietudes la encontramos en las Sagradas Escrituras, en la palabra de Dios, cuando los apóstoles preguntan a Jesús ¿Qué señales anunciarán tu venida? Jesús les responde: “Unas naciones lucharán contra otras y se levantará un reino contra otro reino habrá hambre y terremotos en diversos lugares. Esos serán los primeros dolores del parto.” (Mt 24, 3-8) Les recomiendo leer completo este capítulo de San Mateo allí se nos dan infinidad de detalles sobre estos tiempos: “En esos días muchos tropezarán y caerán; de repente se odiarán y se traicionarán unos a otros.” (Mt 24, 10)

Contra las fuerzas de la naturaleza nosotros no podemos hacer nada y mucho menos contra la Cólera Divina de que nos habla San Lucas en el Capítulo 21 de su evangelio, solo podemos orar por todos aquellos a quienes la muerte repentina los ha sorprendido y no estaban preparados, pidamos clemencia al Señor para tantas almas que ahora se encuentran perdidas sin saber siquiera lo que les ha pasado y oremos por nosotros mismos y por nuestros familiares, para que no tropecemos antes de que nos llegue nuestro propio momento, que seamos cada día más justos, más honestos, más sencillos y humildes.

Lo que está sucediendo son señales de la pronta venida de Jesús, no nos dejemos sorprender, estemos preparados y alegres porque el Reino de Dios está cerca, un mundo nuevo en el que la verdad será proclamada a todas las naciones y seremos todos un solo rebaño y habrá un solo Pastor. Hagamos caso a la palabra de Dios que nos dice: “Pasarán el cielo y la tierra, pero mis palabras no pasarán.” (Mt 24, 35).

La Santísima Virgen es nuestra gran aliada para asirnos de su mano y caminar con serenidad y paz, haciendo el bien, con amor por nuestros semejantes y con la alegría de un porvenir mejor.

Que la paz y la bendición de Dios lleguen a todos sus hogares, feliz fin de semana y no olviden la misa dominical y el rezo del Rosario en familia.