miércoles, 29 de julio de 2009

X-066 Si conocieras el don de Dios.


Recordemos el pasaje del encuentro de Jesús con la samaritana que nos narra San Juan en el capítulo cuatro de su evangelio.

Tras una larga caminata en su viaje de Judea a Galilea, Jesús pasa por la tierra de los Samaritanos y se sienta a descansar al borde de un pozo al que ha ido a sacar agua una mujer samaritana, ella no sabe quién es él, sin embargo, reconoce que es un Judío y no olvidemos que los judíos no se trataban con los samaritanos. Jesús le pide de beber y ella le responde: “¿Cómo tú, que eres judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana?” y Jesús le responde: “Si conocieras el don de Dios, si supieras quien es el que te pide de beber, tú misma le pedirías agua viva y él te la daría” (Jn 4, 9-10). Y más adelante agrega: “El que beba de esta agua (se refiere a la del pozo) volverá a tener sed, pero el que beba del agua que yo le daré nunca volverá a tener sed. El agua que yo le daré se convertirá en él en un chorro que salta hasta la vida eterna.” (Jn 4, 13-14)

Esa “agua viva” de la que habla Jesús es el Espíritu Santo, como nos dice San Juan en otra parte de su evangelio: “Jesús puesto en pie, exclamó con voz potente: “El que tenga sed, que venga a mi. Pues el que cree en mi tendrá de beber. Lo dice la Escritura: De él saldrán ríos de agua viva”.Decía esto Jesús refiriéndose al Espíritu Santo que recibirían los que creyeran en él. (Jn 7, 37-38).

En nuestro mundo de hoy son muchos los que no conocen el don de Dios, son muchos los que teniendo enfrente a Jesús, no le reconocen. No se acercan a la Iglesia, cuya cabeza es Cristo, porque la ven como a un extraño que solo está allí para sacarles algo, pera pedirles de beber, para exigirles por medio de reglas de comportamiento un cambio en su vida actual, no se dan cuenta que es todo lo contrario, quien tiene que ganar es el que recibirá esa agua viva que le quitará la sed para toda la vida y que una vez en él se transformará en ese chorro, ese camino abierto hacia la eternidad.

Vamos pues a ponernos cara a cara al Señor, vamos a pedirle que nos haga beber de esa agua viva, ahora sabemos que no está sentado a la orilla de un pozo en el camino, sabemos donde encontrarle, El nos espera en el Sagrario, en la Eucaristía, en los Sacramentos, acudamos prestos, dispuestos a beber del agua viva que nos conducirá a la eternidad. El Espíritu Santo morará en nosotros en la medida en que acojamos la Palabra de Dios.

Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.

lunes, 27 de julio de 2009

X-065 Ante los ojos de Dios.


¿Cómo justificarnos ante los ojos de Dios? La única forma de justificarnos ante los ojos de Dios es siendo humildes de corazón.

Justificarse ante Dios es muy diferente a justificarse ante los hombres, cuando por ejemplo estamos en un trabajo y nuestro jefe nos pregunta sobre lo que hemos hecho, comenzamos a mencionar y a alabar nuestras obras e incluso si es necesario hacemos comparaciones con las realizadas por los demás para destacar las nuestras y demostrar la superioridad de lo que hemos hecho, para ver si de esa manera logramos el reconocimiento de nuestra labor, un ascenso, un aumento de sueldo o un reconocimiento, es decir una “justificación”.


En cambio, frente a Dios, frente a su inmensa sabiduría, frente a su inmensa Creación, ¿Qué son nuestras obras? Son realmente insignificantes, ¿de qué nos valdría compararlas con las de otro que a la vez son tan insignificantes como las nuestras? Ante los ojos de Dios solo nos queda ser humildes y esperar de El que nos done su perdón y su misericordia.

Las obras son necesarias, es lo menos que podemos hacer y hacerlas con todo nuestro empeño mirando en cada uno de nuestros prójimos el rostro de Jesús que nos inquiere y que nos solicita ayuda, purificando al mismo tiempo nuestro cuerpo y nuestro espíritu, con el ayuno y con la confesión, pero sin vanagloriarnos de ello, sin sentirnos por eso superiores a los demás. Dios lo ve todo, está constantemente observándonos, no necesitamos decirle lo que hemos hecho, El lo sabe todo.

La parábola del fariseo y el publicano que nos trae el evangelio de Lucas en su capítulo 18, nos ilustra con mucha claridad esta situación, mientras el fariseo oraba a Dios exponiendo sus obras, alabándose a si mismo por haber cumplido con los mandamientos y con el ayuno y el diezmo, por su parte el publicano no se atrevía a levantar los ojos del suelo “sino que se golpeaba el pecho diciendo: “Dios mío, ten piedad de mi , que soy un pecador”(Lc 18, 13) Y Jesús nos dice que éste último obtuvo la gracia de Dios, en tanto que el fariseo no. “Porque el que se ensalza será humillado y el que se humilla será enaltecido” (Lc 18, 14).

Atendamos la invitación de Jesús hacia la humildad que es la única justificación válida ante los ojos de Dios, esa humildad será la que nos conducirá al cielo que Jesús nos ha prometido, seamos virtuosos, cumplamos nuestros deberes para con Dios y para con el prójimo, alejémonos de las tentaciones y del pecado, pero por sobre todo seamos humildes y esperémoslo todo del Señor.


Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.

miércoles, 22 de julio de 2009

X-064 Amemos la Volutad de Dios.


El que ama a Dios es también amante de su voluntad. Amar la Voluntad de Dios es una forma de demostrar que amamos a Dios.

Tenemos razones profundas por las que debemos amar a Dios, la principal de ellas consiste en que El nos amó primero a nosotros.

Esto queda plenamente demostrado con la cantidad de regalos que nos ha dado desde la creación del mundo: las tierras, los mares, el cielo y sus estrellas, las criaturas vivientes de todas las especies que creó sujetas a la voluntad del hombre, las plantas y hasta el aire que respiramos, todos son regalos de Dios, demostraciones de su amor por nosotros, El nos ha creado a nosotros por amor y para que le amemos, nos ha dado un cuerpo y nos ha insuflado un espíritu, un halito de vida, a cada paso que damos, a cada mirada de nuestros ojos nos vamos a encontrar con todos esos regalos, seríamos realmente ingratos si no reconociéramos esto y nos negáramos a retribuir ese amor. Sin embargo, hay muchos que lo hacen e incluso nosotros mismos actuamos muchas veces como ellos, olvidándonos de su magnanimidad y de ese amor eterno que Dios nos tiene.


Entre los muchos regalos de Dios está nuestro libre albedrío, ese poder que se nos ha dado para decidir entre el bien y el mal, para decidir si amamos o no amamos a Dios nuestro Padre, y es que El quiere que le amemos por nuestra propia decisión, no nos obliga a hacerlo, tiene que ser algo voluntario que salga de nuestro corazón y de nuestra mente por decisión nuestra.


A diario nos encontramos frente a situaciones que nos revelan la Voluntad de Dios, acontecimientos que nos traen alegría y acontecimientos que nos traen tristezas, hechos que levantan nuestro espíritu y otros que nos humillan frente a la vida, aflicciones y desengaños, son como golpes que vamos recibiendo, unos mas fuertes que otros, penas que nos agobian y que nos hacen dudar del amor de Dios hacia nosotros.

Todo el conjunto forma parte del plan de nuestra vida que Dios ha preparado para cada uno de nosotros, todo ello es expresión de la Voluntad de Dios, son pruebas que deben servir para fortalecer nuestro espíritu y nuestro amor a Dios, pero que lamentablemente en algunos casos no son superadas y las almas se pierden sin remedio.

Amemos la Voluntad de Dios, no nos opongamos a ella, mantengamos la vigencia y la fidelidad de nuestro amor a la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, sepamos claramente distinguir entre lo temporal y lo eterno y seremos felices para siempre.


Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.

lunes, 20 de julio de 2009

X-063 Noticias de Betania.


Por decisión del Obispo de Los Teques, Mons. Freddy Fuenmayor, el sitio de Betania, donde apareció hace 33 años la Virgen Santísima bajo la advocación de María Virgen y Madre Reconciliadora de todos los Pueblos y Naciones, fue declarado Santuario Mariano Diocesano. Este reconocimiento del obispado viene a reforzar el apoyo que la Iglesia Católica ha dado siempre a este lugar desde el momento en que las apariciones fueron aceptadas en Carta Pastoral del entonces Obispo Pio Bello Ricardo en 1.987.

Recordemos lo dicho entonces por el Obispo en su Carta Pastoral: “En consecuencia, después de haber estudiado con empeño las apariciones de la santísima virgen María en la finca Betania, y de haber pedido asiduamente al Señor el discernimiento espiritual, declaro que a mi juicio dichas apariciones son auténticas y tienen carácter sobrenatural. Apruebo, por lo tanto, oficialmente, que el sitio donde las mismas han acaecido sea considerado como sagrado, y que el mismo sea tenido como meta de peregrinaciones y como lugar de oración, reflexión y culto en el que puedan realizarse actos litúrgicos, sobre todo la celebración de la misa y la administración de los sacramentos de la reconciliación y la eucaristía”.

Por cierto que dentro de poco, el 7 de agosto, se conmemorará el quinto aniversario de la partida al cielo de la Sra. María Esperanza Medrano de Bianchini, principal vidente de las apariciones en Betania, y fundadora de la Asociación Civil Fundación Betania y de la Coral Betania, oportunamente les daremos a conocer los actos que se realizarán con motivo de este nuevo aniversario.

Coral Betania estuvo la pasada semana actuando en la celebración del Día de Nuestra Señora del Carmen, en la capilla que lleva ese nombre en Lomas de La Lagunita, posteriormente el Día Sábado se presentó en la Iglesia María Auxiliadora de Sarría, con motivo de la culminación de reuniones y exposición de los Catequistas de la Arquidiócesis de Caracas, la Santa Misa fue presidida por el Arzobispo de Caracas, Cardenal Jorge Urosa Sabino quien elogió la actuación Coral y finalmente ayer domingo participaron los coralistas en una misa con motivo de los 150 años de la comunidades salesianas que tuvo lugar en el Seminario Salesiano de San Antonio de Los Altos.

Vayamos meditando y reflexionando sobre lo que nos pide la Virgen en Betania, ella nos pide reconciliación, de nosotros con Dios y de nosotros con nuestros prójimos, renovación y profundización de la fe, frecuencia en los sacramentos y nos hace un llamado a la caridad, especialmente con los más necesitados.

Oración Comunitaria: Solicita Maryzuly Fen por su madre Ana Mary Jaimes quien será operada próximamente. Oremos pues al Señor pidiendo para ella la salud del cuerpo y del alma. (Rezar Padre Nuestro, Ave María y Gloria).

Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.

jueves, 16 de julio de 2009

X-062 Seres responsables


Antes de entrar en la meditación de hoy quisiera pedirles excusas por la interrupción de casi veinte días en el envío de estos correos, lo cual se debió a problemas técnicos en nuestro computador, los que, gracias a Dios, hemos podido superar. Posiblemente alguna correspondencia de ustedes les fue devuelta por estar copado nuestro buzón, por lo que agradecemos reenviarla, especialmente aquellas en las que se solicita Oración Comunitaria.


Les invito a meditar hoy sobre nuestro propio nivel de responsabilidad, Dios nos quiere “Seres Responsables”, esto quiere decir que seamos capaces de responder por nuestros actos y que esos actos se correspondan con la misión que el mismo Dios nos ha encomendado en esta vida. Recordemos la parábola de los talentos, a cada quien se le pedirá cuenta de acuerdo a los dones que se le hayan dado, esas gracias que hemos recibido de Dios y que no son simplemente para contemplarlas y solazarnos en ellas, sino para compartirlas y procurar por medio de ellas el bien y la salvación de nuestros semejantes.


Nuestra primera responsabilidad como seguidores de Cristo es la evangelización, es decir llevar su evangelio a la comprensión y aceptación de aquellos que lo ignoran y esto, como lo hemos dicho muchas veces, se logra fundamentalmente con el ejemplo, con nuestro comportamiento, en forma natural, espontánea, seamos honrados, justos, bondadosos, sirviendo a Dios y a nuestra Iglesia.


La responsabilidad comienza por el trato con los seres más cercanos, con nuestra familia, cumpliendo con ellos, dándoles buen ejemplo y a la vez corrigiéndoles cuando veamos que no piensan o viven conforme a los mandatos de Dios, todo esto sin insultar y sin ofender, dejando en claro que cada quien es responsable de sus actos y del ejercicio de su libre albedrío. En nuestro trabajo, en la posición que Dios nos ha dado, sea como jefes o como empleados, practicando las virtudes, dejando de lado la malicia y la envidia, tratando a los demás de la misma manera como quisiéramos ser tratados, dejándoles ver que todo lo hacemos por amor a Dios y en esa forma como dice Pablo en su carta a Tito: “así atraerán elogios sobre la doctrina de Dios, nuestro Salvador” (Ti 2, 10).


Hagamos pues nuestra reflexión interior de hoy sobre nuestro ejercicio de la responsabilidad y sobre la forma en que podemos corregir nuestras fallas para ser cada día mejores cristianos y seres responsables.


Que la paz y la bendición de Dios lleguen a todos sus hogares, feliz fin de semana y no olviden la misa dominical y el rezo del Rosario en familia.