viernes, 27 de junio de 2008

IX-068 Meditaciones en Betania.


Betania es un lugar que llama a la meditación, por su tranquilidad, su paz, ese ambiente natural que se respira en sus diferentes áreas, nos habla de Dios, de la Creación, su obra maravillosa que se refleja en cada hoja de árbol, en cada flor, en cada pajarillo que canta alegre y revolotea libremente. ¿Cuántos miles de lugares como ese habrá en el mundo? Dios es creador de multitudes, así como creó las estrellas del cielo que son incontables, hizo también multitud de animales, de plantas y de seres humanos para habitar este planeta y quien sabe cuantos otros que no conocemos. Es posible que si, que haya muchos otros lugares similares, pero este de Betania tiene una singularidad y es que ha sido escogido por Dios para eventos muy especiales y de extraordinaria trascendencia, eso lo hace imponente en su simplicidad y grandioso en su pequeñez.

Nos viene a la mente la Aparición de la Santísima Virgen María en Betania, bajo la advocación de María Virgen y Madre Reconciliadora de todos los Pueblos y Naciones, ocurrida en Betania el 25 de Marzo de 1.976, día de la Anunciación. Dios escoge un lugar, lo bendice, lo santifica y escoge una fecha: el lugar es Betania, y la fecha es un día ya de por si grandioso, el día en que el Angel Gabriel anunció a María que sería la Madre del Redentor del Mundo. Para María es también su fecha más importante ya que como ella misma lo dice en su Magnificat: “Mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador, porque se fijó en su humilde esclava, y desde ahora todas las generaciones me llamarán feliz. El poderoso ha hecho grandes cosas por mi: ¡Santo es su Nombre!” (Lc 1, 47-49).

La alegría de María está reflejada en cada imagen de ella que vemos en Betania, con una sonrisa que refleja a la vez que su espíritu de humildad, esa voluntad fuerte de llevar adelante su misión, la de ayudar a todas esas generaciones que la llaman feliz y que confían en su maternidad universal, su maternidad de multitudes que emula multiplicidad de la creación.

La misericordia de Dios excede a todas las maldades de los hombres, por ello decidió en buena hora enviarnos a un Mesías, a quien anunció por medio de los profetas y entre millares de criaturas escogió a aquella que habría de llevarlo en su vientre y que le daría su sangre y lo revestiría de un cuerpo para que el Verbo de Dios pudiera habitar entre nosotros.

Gracias María por haber dicho que si al ángel, por haber tomado la decisión que salvaría a todo el género humano, bendita seas entre todas las mujeres. ¡Gloria a Dios!

Diccionario Religioso:
Salvación: (Del latín salvatio, acción y efecto de salvar o salvarse). Nombre dado en la doctrina católica a la consecución de la bienaventuranza eterna por la gracia y la misericordia de Dios, que mediante el sacrificio único y definitivo de Cristo ha llevado a cabo la redención del género humano.

Que la paz y la bendición de Dios lleguen a todos sus hogares, feliz fin de semana y no olviden la misa dominical y el rezo del Rosario en familia.

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