miércoles, 23 de abril de 2014

XV-017 Un nuevo comienzo




UN NUEVO COMIENZO.

Meditemos hoy sobre lo que ha significado para nosotros esta Semana Santa que recién ha finalizado, cada quien a la luz de sus propias circunstancias, vividas en estos días en los que hemos  estado pendientes de la utilización más adecuada de nuestro asueto y a la vez la atención a la memoria de la Pasión de Cristo, a las procesiones, a los actos religiosos y a las homilías. Preguntémonos que nos ha quedado de todo esto, que provecho espiritual hemos sacado de este ventarrón de cosas que hemos vivido.

En nuestra vida ordinaria, todo vuelve a ser como antes, reiniciamos nuestro trabajo, cada quien a sus oficios normales, a sus estudios, a su labor cotidiana, pero nuestro espíritu nos dice que hay un nuevo comienzo, si bien todo parece igual, no lo es, hay algo que nos hace ver las cosas de distinta manera, algo quedó en nuestro corazón después de estos días santos, es como una semillita que comienza a germinar.

Una frase famosa de la gran novela venezolana “Doña Bárbara” del insigne escritor Don Rómulo Gallegos, dice: “…las cosas vuelven al lugar de donde salieron”.. son los ciclos de la vida que parecen cerrarse en algún momento y que nos plantean de nuevo la situación inicial, invitándonos a un nuevo comienzo, pero con la experiencia vivida y acumulada.
Jesús, al final de aquella Pasión humillante, fue crucificado en Jerusalén, en la colina del Gólgota, luego fue sepultado en una tumba facilitada por José de Arimatea y al tercer día resucitó y se apareció a las mujeres y a los apóstoles y les pidió volver a Galilea, a su tierra, a la Belén donde había nacido, a Nazaret donde había crecido bajo el cuidado de San José y de su Madre María, al Jordán donde lo había bautizado Juan, a Caná de Galilea donde hizo su primer milagro convirtiendo el agua en vino, allá donde comenzó su predicación y sus milagros, todo volvería al principio, a comenzar de nuevo, pero con una diferencia muy grande, con todo el evangelio de Jesús en sus manos, con todas las enseñanzas del maestro, con toda una misión inmensa que cumplir por delante y fue así como aquellos doce hombres, humildes pescadores que una vez fueron trabajadores del mar de Galilea, se convirtieron en conquistadores del mundo, Cristo los hizo pescadores de hombres, como se los había prometido.

También nosotros estamos a las puertas de un nuevo comienzo, somos ahora nuevas criaturas, el pecado quedó atrás, hemos renovado nuestras promesas bautismales, renunciando a Satanás a sus Pompas y a sus Obras, hemos sepultado todo aquello que nos separaba de Dios, la redención de Cristo nos ha devuelto la dignidad, como dice San Pablo en su segunda carta a los Corintios: “ Toda persona que está en Cristo es una creación nueva. Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha llegado. Todo eso es obra de Dios, que nos reconcilió con él en Cristo y que a nosotros nos encomienda el mensaje de la reconciliación.” ( 2Cor 5, 17-18).

Vamos a pedirle al Señor que así como envió el Espíritu Santo a los apóstoles para que les recordase todo lo que El les había enseñado, lo envíe también a nosotros que estamos dispuestos a comenzar de nuevo, y a vivir en plenitud lo que hemos aprendido y a María Virgen y Madre Reconciliadora de todos los Pueblos que nos lleve de la mano en la misión que Dios nos ha encomendado.

Glorifiquemos a Dios con nuestras vidas.
 
Gustavo Carías.
 
Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca siempre.
 
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