lunes, 16 de abril de 2012

XIII-032 Los Pecados de Omisión



LOS PECADOS DE OMISIÓN.

veces hemos escuchado a alguien decir que no se considera un pecador por cuanto no ha faltado a los mandamientos, le oímos decir: “Yo no he matado a nadie ni he robado, he amado a Dios y he santificado las fiestas, no tengo de que arrepentirme” Es bueno decirle a esas personas que se lean lo que nos dice San Mateo en el capítulo 25 de su evangelio que se refiere al Juicio Final, si lo analizan con cuidado se darán cuenta que allí no se está condenando a las personas por las faltas cometidas sino por aquello que dejaron de hacer, por sus pecados de omisión.

Es bueno reflexionar sobre esto a propósito del Día de la Misericordia Divina que celebramos ayer, Dios es tan misericordioso que es capaz de perdonarnos todos nuestros pecados si acudimos a El con un corazón contrito y humillado, El no nos despreciará, pero tenemos que estar conscientes de cuales son todos nuestros pecados, no solo de las ofensas cometidas sino de todo aquello que debíamos haber hecho y no lo hicimos, los pecados de omisión.
En efecto, Jesús dice: “Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos sus ángeles, se sentará en el trono de gloria, que es suyo. Todas las naciones serán llevadas a su presencia, y separará a unos de otros, al igual que el pastor separa las ovejas de los chivos. Colocará a las ovejas a su derecha y a los chivos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los que estén a su derecha: “Vengan, benditos de mi Padre y tomen posesión del reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo. Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed y ustedes me dieron de beber. Fui forastero y ustedes me recibieron en su casa. Anduve sin ropas y me vistieron. Estuve enfermo y fueron a visitarme. Estuve en la cárcel y me fueron a ver.” Entonces los justos dirán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, o sediento y te dimos de beber?...El Rey responderá: “En verdad les digo que, cuando lo hicieron con alguno de los más pequeños de estos mis hermanos, me lo hicieron a mí.”

Dirá después a los que estén a la izquierda: “!Malditos, aléjense de mí y vayan al fuego eterno que ha sido preparado para el diablo y para sus ángeles! Porque tuve hambre y ustedes no me dieron de comer; tuve sed y no me dieron de beber; era forastero y no me recibieron en su casa; estaba sin ropa y no me vistieron; estuve enfermo y encarcelado y no me visitaron.”…éstos harán la misma pregunta y “El Rey les responderá: “En verdad les digo; siempre que no lo hicieron con alguno de estos más pequeños, ustedes dejaron de hacérmelo a mí.” Y estos irán a un suplicio eterno, y los buenos a la vida eterna.” ( Mt 25, 31-46)

Desde luego que los pecados de omisión no constituyen por si solos la totalidad de las responsabilidades de un cristiano, se refieren a nuestras obligaciones materiales respecto a nuestros hermanos, las que muchas veces olvidamos. Sin embargo, la misión del cristiano no puede limitarse a estos, nuestra principal obligación consiste en llevar la Palabra y el amor de Dios a aquellos que no la conocen, sin dejar por ello de estar conscientes de las necesidades del prójimo para suplirlas con nuestras posibilidades, porque debemos ver en ellos al Cristo crucificado que nos reclama justicia y la mejor manera de amar a Dios es amándonos los unos a los otros.

Que la paz de Cristo llene tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca por siempre

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