¿Quién DICE LA GENTE QUE ES Jesús?
La presente meditación a la vez que constituye parte de nuestro repaso del Catecismo, es al mismo tiempo un Tema de actualidad, o mejor dicho es un Tema que nunca pierde su actualidad. En el evangelio del pasado domingo escuchamos la pregunta que en aquel tiempo hizo Jesús a sus apóstoles: ¿Quién dice la gente que soy yo?, pregunta que sigue teniendo vigencia en nuestros días y que nos asombraríamos de ver las diferentes respuestas que podrían dar los encuestados, respuestas tan vagas como aquellas primeras que dieron los apóstoles a Jesús, “Algunos dicen que eres Juan el Bautista, otros que Elías y otros que alguno de los antiguos Profetas que ha resucitado.” (Lc 9, 18-24)
Desde luego que la respuesta tiene mucho que ver con el momento en que es formulada, en el tiempo de Jesús no existían ninguno de los medios de comunicación que existen hoy en día, ni de las facilidades para acceder al conocimiento que tenemos en el presente siglo, con lo que si tiene que ver es, a mi modo de pensar, con la superficialidad con que tratamos y hemos tratado siempre los hombres las cosas que ocurren a nuestro alrededor, si nos dan una noticia sobre algún suceso nos quedamos en el titular, probablemente si alguien nos hace una pregunta sobre detalles del mismo tendremos que decir que no lo sabemos.
En aquel tiempo Jesús demostró su poder con los signos milagrosos que hacía, dando la vista a los ciegos, haciendo andar a los inválidos, que hablaran los mudos, curando a los enfermos de todo tipo, incluso de males considerados incurables para la época como la lepra y hasta resucitando a los muertos.
Las noticias de estos milagros se corrían de boca en boca y la gente las escuchaban, tal como sucede hoy en día, con cierta displicencia, bueno puede ser verdad, pero no se preguntaban ¿Quién es ese hombre que hace esos milagros? ¿De dónde viene? ¿Qué dice? ¿Por qué lo hace? De allí que imaginaran cosas sobre su identidad. Y lo que es peor, cuando lo tenían enfrente había quienes le hacían trampas y le ponían a responder preguntas capciosas y comprometedoras de manera de hacerle caer y que hiciera el ridículo para desmeritar su obra, así somos y es muy probable que así sucedería si Cristo vuelve a la tierra, nuestro modo de ser no ha cambiado.
Jesús es el Mesías, el Hijo del Dios Vivo, como lo dijo Pedro, por inspiración divina, porque se lo reveló el Padre, aunque muchos hoy en día todavía no lo creen, y a pesar de todos los avances culturales y tecnológicos siguen habiendo respuestas absurdas. La verdad es que Jesús es el Hijo de Dios que se encarnó en la Virgen María y se hizo hombre por obra del Espíritu Santo, por nosotros los hombres y por nuestra salvación, para hacernos partícipes de su naturaleza divina. Verdadero Dios y verdadero hombre de manera indivisible. A El debemos Honor y Gloria por los siglos de los siglos. (Seguiremos hablando de este Tema tan apasionante).
Que la paz de Cristo reine en tu corazón, te deseo un feliz fin de semana y no olvides el rezo del Rosario y la asistencia a la misa dominical.