lunes, 17 de marzo de 2014

XV-012 La mejor Cuaresma de mi vida




LA MEJOR CUARESMA DE MI VIDA.

Les invito a llevar adelante la mejor Cuaresma de sus vidas, no es difícil, es cuestión de concientizar y comprender el significado de la Cuaresma y poner toda nuestra voluntad en vivirla a plenitud, cada quien desde su lugar, desde su propia vida, con la mirada puesta en Jesucristo y el deseo ferviente de complacerle y hacer su voluntad.

La Iglesia sabiamente ha establecido un período de cuarenta días que van desde el miércoles de ceniza hasta el Domingo de Ramos, como tiempo de preparación para la Semana Santa. Este límite de cuarenta días se ha establecido pensando en los cuarenta días que Jesús estuvo en el desierto, antes de iniciar su misión terrena, allí, como dice San Mateo : “… estuvo sin comer cuarenta días y cuarenta noches y al final sintió hambre” (Mt 4, 2) “Entonces se le acercó el tentador”  (Mt 4, 3) En este caso, como en otros, el número cuarenta es un número simbólico, que utiliza el escritor sagrado para rememorar las cuarenta semanas que pasa el niño en el vientre de su madre, preparándose para la nueva vida que tiene que afrontar al nacer. Jesús había vivido su niñez y su adolescencia al lado de María y de José, una vida silenciosa en los textos sagrados, y ahora se prepara para una nueva vida, su vida pública, ahora tiene que hablar, tiene mucho que decir y muy poco tiempo y escasos recursos para hacerlo. Por su parte, el demonio quiere hacerle desistir de su misión, aprovechando su debilidad física por el ayuno que había llevado, y sus escasos recursos para llevar adelante lo que Dios Padre quería de él. Sin embargo, Jesús se siente fortalecido espiritualmente por el ayuno y encuentra los argumentos precisos para rebatir las propuestas del maligno, haciendo que el diablo tenga que retirarse y vengan los ángeles a servirle.

Son muchas las cosas que podemos aprender de este pasaje del evangelio y que nos servirán a nuestro propósito de vivir la mejor Cuaresma de nuestra vida. Una de ellas es el momento de la tentación, fíjense ustedes que el tentador se acerca en el momento en que Jesús está debilitado físicamente por el hambre, porque lo considera más vulnerable, sin embargo, el ayuno a la vez que debilita el cuerpo, fortalece el espíritu, si queremos fortalecer nuestro espíritu, la práctica del ayuno es muy recomendable, no se trata de que vamos a estar ayunando todos los días ni un número determinado de días seguidos porque no estamos acostumbrados y eso pudiera ser grave para nuestra salud corporal, pero lo que no debemos es “temerle” al ayuno o burlarnos de su eficacia, incluso hay otro pasaje del evangelio que nos habla de la fuerza espiritual que da el ayuno y es aquel en que los apóstoles no podían sacar un espíritu maligno a un endemoniado y en cambio Jesús si lo hizo y cuando ellos le preguntaron por qué ellos no habían podido, Jesús les respondió que por falta de ayuno y oración. Valoremos pues en su justa medida el valor del ayuno y procuremos su práctica, cada quien de acuerdo a sus propias condiciones físicas.

La mejor Cuaresma de nuestra vida es aquella que nos acerca más a Jesús, si podemos hacer todo lo necesario para lograrlo estaremos viviéndola sin darnos cuenta, con el ayuno, la oración y la práctica de la caridad, llevando un rayo de esperanza a todos aquellos que se sientan desalentados y decepcionados por las vicisitudes de la vida, los laicos tenemos que ser luz, sal y fermento, como decía el Siervo de Dios Don Alvaro del Portillo, cuya beatificación está programada para el presente año. Sigamos adelante, la meta es la santidad, Dios proveerá los medios para lograrla, pongamos nosotros todo nuestro esfuerzo y voluntad.

Glorifiquemos a Dios con nuestras vidas.

Gustavo Carías.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca por siempre.

No hay comentarios: