viernes, 2 de mayo de 2014

XV-020 Ganarás el pan con el sudor de tu frente




GANARAS EL PAN CON EL SUDOR DE TU FRENTE.

propósito del Día del Trabajador que se celebró ayer en nuestro país y en muchas partes del mundo, surgen algunas reflexiones a la luz de las referencias que encontramos en la Biblia, por lo que los invito a meditar hoy sobre este tema.

Precisamente la primera referencia al trabajo que encontramos en la Historia Sagrada, es la que hemos utilizado para titular esta meditación: “Ganarás el pan con el sudor de tu frente” (Gen 3, 19), es parte del castigo que impone Dios a nuestros primeros padres, Adán y Eva, por su desobediencia en el Paraíso. La Cita completa en la Biblia Latinoamericana dice así: ”Al hombre le dijo: “Por haber escuchado a tu mujer y haber comido del árbol del que Yo te había prohibido comer, maldita sea la tierra por tu causa. Con fatiga sacarás de ella el alimento por todos los días de tu vida. Espinas y cardos te dará, mientras le pides las hortalizas que comes. Con el sudor de tu frente comerás tu pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste sacado. Sepas que eres polvo y al polvo volverás.”(Gen 3, 17-19).

A pesar de que ese pecado de Adán no se vuelve a recordar a lo largo del Antiguo Testamento y de que el pecado original se expresa en forma figurada, se entiende que en los personajes de Adán y de Eva, está representada toda la humanidad y por tanto todos nosotros somos corresponsables de su desobediencia, hemos sido solidarios de esa rebeldía contra Dios y por tanto estamos incursos en ese castigo generacional que se nos impone.

Hoy en día aceptamos el trabajo como algo normal y necesario, es por eso que cabría preguntarnos ¿Por qué verlo como un castigo? Si bien es cierto que requerimos hacer un esfuerzo físico o mental para realizarlo, por otra parte tenemos como compensación el salario que recibimos y que nos permite adquirir los alimentos y el vestido para nosotros y para aquellos que dependen de nosotros. Pero en el caso de nuestros primeros padres si venía a representar un castigo puesto que ellos habían sido colocados en el Paraíso, en medio de un inmenso jardín que tenía toda clase de frutos de los cuales podían comer a su antojo, sin haber hecho trabajo alguno para obtenerlos. Ahora, después del pecado, serían expulsados del Paraíso e irían a vivir en una tierra que tenía que ser sembrada y cuidada para poder obtener de ella los comestibles para el sustento diario.

En todas estas imágenes se ve reflejado el proceso del hombre en la Historia de la Humanidad, que en principio era solo recolector y cazador, es decir comía y vivía de lo que ya existía sobre la tierra, para después pasar a la etapa de cultivador y agricultor, en la que debía él mismo generar la producción de alimentos que necesitaba para subsistir. El tema es interesante y merece más de una meditación, continuaremos.

Glorifiquemos a Dios con nuestra vida.

Gustavo Carías.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca siempre.

Te deseo un feliz fin de semana y no olvides el rezo del Rosario en Familia y la asistencia a la Misa Dominical.

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