Yo se que este comentario que voy a hacer puede levantar polémica y desde ya veo las respuestas de ustedes y las posibles reacciones, pero me siento inspirado a hablar sobre ello aunque levante algunas ronchas. Tómenlo como debe ser, como un Tema para Meditar, cada quien piense en su situación personal, no en la de los demás, y hágase un análisis de si mismo y con toda sinceridad tome los correctivos que crea necesarios.
Estamos propensos a preocuparnos por lo superficial, nos atrae el aspecto exterior de las cosas, su apariencia, su sensacionalismo, la parte digamos esotérica, lo que tiene que ver con la predicción del futuro, saber que es lo que va a pasar y preocuparnos por eso aún cuando en el fondo sabemos que no está en nuestras manos cambiarlo sea o no sea verdad. Y dejamos olvidado el fondo verdadero de las cosas, la sustancia, lo básico, lo esencial, preferimos irnos por las ramas y olvidarnos del tronco y de las raíces.
Estamos propensos a preocuparnos por lo superficial, nos atrae el aspecto exterior de las cosas, su apariencia, su sensacionalismo, la parte digamos esotérica, lo que tiene que ver con la predicción del futuro, saber que es lo que va a pasar y preocuparnos por eso aún cuando en el fondo sabemos que no está en nuestras manos cambiarlo sea o no sea verdad. Y dejamos olvidado el fondo verdadero de las cosas, la sustancia, lo básico, lo esencial, preferimos irnos por las ramas y olvidarnos del tronco y de las raíces.
El ejemplo que les voy a poner lo tenemos muy cerca, ayer se celebró en todo el mundo el aniversario de las apariciones de la Virgen Santísima en Fátima, Portugal, hecho ocurrido hace 91 años y creo que tristemente el mundo no ha asimilado todavía a estas alturas, el mensaje que nos vino a traer la Virgen con toda sencillez y de un modo tan comprensible que hasta unos niños pudieron entenderlo. ¿Por qué? Porque nos hemos ido solamente a lo superficial, los correos que circulan en Internet profusamente sobre Fátima solo hablan del “Tercer Secreto”, de si la Iglesia lo ha revelado o no, con versiones alejadas de la realidad que los que gustan de atizar el fuego le van añadiendo uno que otro leño para verlo arder. Otros hablan de la Virgen de Fátima y dicen: Ay que bella y que lindos los pastorcitos y la hermana Lucía ya se murió y los secretos y esto y lo otro, pero del fondo del asunto, del motivo de esa Misión tan hermosa que Dios encomendó a la Santísima Virgen, para que viniera desde el Cielo a la Tierra para traer ese mensaje a la humanidad, de eso nadie habla y algunos hasta ni se habrán enterado.
El mensaje de la Virgen es muy simple y contiene tres aspectos fundamentales: 1) Conversión; 2) Penitencia y 3) Oración. La Virgen está angustiada y dolida por el curso que ha tomado el mundo, alejándose cada vez más de Dios, ideando cada día nuevas formas de ofenderle, adentrándose en el pecado y perdiendo el sentido de lo bueno y de lo malo, justificando lo malo como simples errores o forma de ser de cada quien. El mundo necesita volver a Dios para salvarse, vayamos a lo sustancial del mensaje, al contenido no al continente, vayamos adentro no nos quedemos preocupándonos por lo superficial.
Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.
Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.
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