miércoles, 9 de julio de 2008

IX-073 El valor del arrepentimiento.


¿Desde cuándo no te confiesas? ¿Hace un mes? ¿Hace un año? ¿Cuántos pecados has cometido desde entonces hasta hoy?

Se dice que un santo peca tres veces al día, y tú ¿te has comportado como un santo? Seguramente estás arrepentido de haber pecado, porque ofender a Dios no creo que sea motivo de orgullo para nadie, ni aún para aquellos que no creen en El. Entonces, ¿Por qué no has acudido a la confesión? ¿Por qué no has buscado su perdón? No caigas en la desesperación, medita en todas estas preguntas y comienza de una vez a prepararte con tu examen de conciencia.

Tal vez sientas vergüenza de confesar tus pecados, pues te voy a decir algo, ya Jesús conoce los pecados que tú has cometido, para El no será ninguna sorpresa, solo espera que tú vayas a decirle que estás arrepentido de ellos y que no quieres cometerlos más.

¿Es que ya no te acuerdas de todos los pecados cometidos? No te preocupes, dile esto al confesor y él te ayudará con toda amabilidad.

Tú serás el primer beneficiario de esta acción, vas a quitarte un gran peso de encima cuando el confesor en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, te absuelva de tus pecados, vas a exhalar un suspiro de alivio y después de cumplir la penitencia vendrá el gran regalo que el Padre tiene para ti, mejor que el anillo de oro, mejor que hermosas vestiduras, mejor que todos los regalos del mundo, podrás acceder a la Eucaristía, podrás comulgar y tener a Jesús dentro de ti, que belleza.

Pero hay más, mucha gente en el cielo se va a alegrar de que te hayas arrepentido, recuerda que Jesús dijo: “habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que vuelve a Dios que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de convertirse.” (Lc. 15, 7). Piensa en tus antepasados que están en el cielo, en los millares de ángeles, en tus santos preferidos, en la Virgen y en el propio Dios, todos ellos están esperando tu arrepentimiento para saltar de alegría. ¿Vas a dejarlos esperando?

Ponte en camino, como el Hijo Pródigo, y repite estas palabras: “Padre, he pecado contra Dios y contra ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo”. (Lc 15, 21) Y con toda humildad preséntate ante El en el confesionario, con un corazón contrito, con dolor de amor, porque él es tu amigo y todo lo bueno que hay en ti proviene de él y verás la alegría que vas a causarle, porque El te consideraba muerto y has vuelto a la vida, estabas perdido y has sido encontrado.

Tu arrepentimiento tiene un gran valor ante los ojos de Dios, basta que se lo manifiestes con toda humildad, arrepentido y con dolor de corazón. Si hay alguien que es paciente ese es Dios, El te espera desde hace tiempo, no lo hagas esperar más.

Diccionario Religioso:
Inspiración (Del latín inspirare, inspirar, iluminar el intelecto) Influjo de Dios en el entendimiento, la voluntad y las facultades ejecutivas del hombre. Para la doctrina católica la Biblia es un libro inspirado porque quienes la escribieron fueron divinamente excitados y movidos a escribir, y el mismo Dios los asistió mientras lo hacían, de modo que eran órganos o instrumentos del Espíritu Santo.

Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.

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