EL CUERPO MISTICO DE CRISTO.
La Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo, ¿qué significa esto?
La mejor manera de explicarlo es haciendo una comparación con el Cuerpo Humano, si le preguntara a alguno de ustedes ¿qué es un hombre?, la mayoría respondería que se trata de un animal que camina erecto en dos pies y que es capaz de razonar y hablar, esta respuesta es cierta, pero incompleta, porque nos falta decir que posee un alma es decir un espíritu que lo anima y que es inmortal.
La Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo, ¿qué significa esto?
La mejor manera de explicarlo es haciendo una comparación con el Cuerpo Humano, si le preguntara a alguno de ustedes ¿qué es un hombre?, la mayoría respondería que se trata de un animal que camina erecto en dos pies y que es capaz de razonar y hablar, esta respuesta es cierta, pero incompleta, porque nos falta decir que posee un alma es decir un espíritu que lo anima y que es inmortal.
La primera respuesta podría decirse que es una visión externa del hombre, en tanto que la segunda va también a definir su interior.
Ese cuerpo humano está formado por muchos órganos, la cabeza, los brazos, las piernas, el corazón, el hígado, etc. etc., cada uno de ellos cumple una función diferente, pero todos en función de mantener vivo aquel ser humano que es la unidad que los requiere a todos funcionando, razonando, pensando y hablando.
Si hablamos de la Iglesia, nos ocurriría algo similar, podríamos definirla como una sociedad de personas que han sido bautizadas, que profesan una misma fe en Cristo Jesús y que están dirigidas por Su Santidad el Papa, Obispo de Roma y sucesor de San Pedro. También aquí nos encontraríamos con una definición externa que solo ve el aspecto jurídico de la entidad, pero que no va a su interior.
Esa definición no es que sea incorrecta, sino que es limitada y no explica que la Iglesia es en realidad un Cuerpo Místico cuya cabeza es Cristo y cuyo espíritu es el Espíritu Santo, ese cuerpo está formado por innumerables miembros que somos diferentes entre si, que ejercemos diversas funciones, pero todos encaminados a buscar la santidad de cada uno de ellos para la mayor Gloria de Dios. Unos son clérigos, otros religiosos y la gran mayoría laicos, pero unidos por el apostolado que es y debe ser nuestra función principal, para mantener vivo ese cuerpo constituido por todos nosotros. Continuaremos hablando de este tema, mientras tanto oremos al Señor para que nos ayude a crecer espiritualmente, a conocerle cada día mejor, para amarle, servirle y adorarle, que la Santísima Virgen nos ayude en alcanzar esta meta.
Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.
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