EL ALFA Y OMEGA.
Ustedes habrán visto en muchas iglesias y específicamente en los cirios pascuales, un par de signos que son la “A” seguida de una figura como de un casquillo que es la Omega, por cierto que recuerdo hubo unos relojes suizos muy famosos que tenían este último símbolo y cuya marca era Omega, pues bien, esos símbolos corresponden a la primera y la última letras del alfabeto griego y en conjunto tienen el significado de “el principio y el fin”.
Dios es el principio y el fin de nuestra existencia, él nos ha creado, nos ha insuflado el espíritu de vida, por lo tanto es nuestro principio y a la vez es la meta hacia la cual nos dirigimos, él nos espera con los brazos abiertos al final del camino.
Ese es el significado de esos símbolos y esa es la razón por la cual los vemos en las iglesias, a veces en las paredes o en los altares, para recordarnos que Dios es nuestro principio y nuestro fin, El es todo amor, de El venimos y hacia El vamos, existe un solo camino verdadero que nos lleva hasta el Padre y ese camino es Jesús, el nos dice por medio de los apóstoles: “No se turben, crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. De no ser así, no les habría dicho que voy a prepararles un lugar. Y después de ir y prepararles un lugar, volveré para tomarlos conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes. Para ir a donde yo voy, ustedes ya conocen el camino. Entonces Tomás le dijo: “Señor nosotros no sabemos a dónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino? “ Jesús contestó: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí.” (Jn 14, 1-6).
Medita en la razón de tu existencia, ¿para qué estoy en este mundo? ¿qué tengo que hacer aquí? ¿Hacia dónde debo dirigir mis pasos? ¿Qué camino debo tomar? ¿De dónde vengo? ¿Debo regresarme o seguir adelante? Todas estas preguntas tienen una gran respuesta, venimos de Dios, El es nuestro Creador, es el Alfa de nuestra existencia, somos sus criaturas, El nos contempla orgulloso de su creación tan perfecta y nos da una mente para pensar, para discernir, para tomar decisiones, nos da un libre albedrío y nos somete a prueba, ¿seremos capaces de llegar a conclusiones acertadas? ¿Seremos capaces de darnos cuenta de la verdad, en medio de tantas mentiras que circulan por el mundo? Muchos se extraviaron y tomaron los caminos equivocados, por eso nos envió a su Amadísimo Hijo Jesús para recoger a las ovejas perdidas del rebaño, para indicarles el camino correcto, para mostrarles la verdad.
Y Dios nos sigue esperando al final del camino, nos ha preparado un lugar, una habitación en la casa del Padre, ¿vas a dejarlo esperando? Vamos todos juntos al encuentro del Señor, sigamos adelante, contra viento y marea, bajo la lluvia, bajo el sol inclemente, con caídas y levantadas, cruzando abismos y montañas, con la seguridad de que al final del camino, en el Omega de nuestras vidas, el Padre nos espera con sus brazos abiertos.
Que la paz de Cristo esté contigo, te deseo un feliz fin de semana, recuerda rezar el rosario, preferiblemente en familia y el domingo no dejes de asistir y participar en la Santa Misa para que escuches la palabra de Dios y puedas estar unos momentos en su presencia.