viernes, 28 de octubre de 2011

XII-105 El Alfa y Omega

EL ALFA Y OMEGA.

Ustedes habrán visto en muchas iglesias y específicamente en los cirios pascuales, un par de signos que son la “A” seguida de una figura como de un casquillo que es la Omega, por cierto que recuerdo hubo unos relojes suizos muy famosos que tenían este último símbolo y cuya marca era Omega, pues bien, esos símbolos corresponden a la primera y la última letras del alfabeto griego y en conjunto tienen el significado de “el principio y el fin”.

Dios es el principio y el fin de nuestra existencia, él nos ha creado, nos ha insuflado el espíritu de vida, por lo tanto es nuestro principio y a la vez es la meta hacia la cual nos dirigimos, él nos espera con los brazos abiertos al final del camino.

Ese es el significado de esos símbolos y esa es la razón por la cual los vemos en las iglesias, a veces en las paredes o en los altares, para recordarnos que Dios es nuestro principio y nuestro fin, El es todo amor, de El venimos y hacia El vamos, existe un solo camino verdadero que nos lleva hasta el Padre y ese camino es Jesús, el nos dice por medio de los apóstoles: “No se turben, crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. De no ser así, no les habría dicho que voy a prepararles un lugar. Y después de ir y prepararles un lugar, volveré para tomarlos conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes. Para ir a donde yo voy, ustedes ya conocen el camino. Entonces Tomás le dijo: “Señor nosotros no sabemos a dónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino? “ Jesús contestó: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí.” (Jn 14, 1-6).

Medita en la razón de tu existencia, ¿para qué estoy en este mundo? ¿qué tengo que hacer aquí? ¿Hacia dónde debo dirigir mis pasos? ¿Qué camino debo tomar? ¿De dónde vengo? ¿Debo regresarme o seguir adelante? Todas estas preguntas tienen una gran respuesta, venimos de Dios, El es nuestro Creador, es el Alfa de nuestra existencia, somos sus criaturas, El nos contempla orgulloso de su creación tan perfecta y nos da una mente para pensar, para discernir, para tomar decisiones, nos da un libre albedrío y nos somete a prueba, ¿seremos capaces de llegar a conclusiones acertadas? ¿Seremos capaces de darnos cuenta de la verdad, en medio de tantas mentiras que circulan por el mundo? Muchos se extraviaron y tomaron los caminos equivocados, por eso nos envió a su Amadísimo Hijo Jesús para recoger a las ovejas perdidas del rebaño, para indicarles el camino correcto, para mostrarles la verdad.

Y Dios nos sigue esperando al final del camino, nos ha preparado un lugar, una habitación en la casa del Padre, ¿vas a dejarlo esperando? Vamos todos juntos al encuentro del Señor, sigamos adelante, contra viento y marea, bajo la lluvia, bajo el sol inclemente, con caídas y levantadas, cruzando abismos y montañas, con la seguridad de que al final del camino, en el Omega de nuestras vidas, el Padre nos espera con sus brazos abiertos.

Que la paz de Cristo esté contigo, te deseo un feliz fin de semana, recuerda rezar el rosario, preferiblemente en familia y el domingo no dejes de asistir y participar en la Santa Misa para que escuches la palabra de Dios y puedas estar unos momentos en su presencia.

miércoles, 26 de octubre de 2011

XII-104 El Médico de los Pobres.


EL MEDICO DE LOS POBRES.

A los fans de la Coral Betania les participamos que finalizado el período de vacaciones, ya han iniciado los ensayos para la temporada de fin de año, de hecho ya realizaron los cantos en una misa efectuada en la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen en Lomas de la Lagunita, oficiada por Mons. Fernando Castro, Obispo Auxiliar de Caracas con motivo de la Visita Pastoral. Tan pronto tengamos disponible el programa de actuaciones se los comunicaremos a ustedes.

Hoy celebramos el natalicio del Venerable, Dr. José Gregorio Hernández Cisneros, bien llamado también “El Médico de los Pobres” ya que ejerció su profesión teniendo especial atención con aquellas personas de escasos recursos, a quienes no solo no les cobraba por la consulta sino que incluso era capaz de comprarles la medicina y llevársela a su casa, de hecho su fallecimiento ocurrió en momentos que llevaba a cabo esta práctica tan humanitaria.El Dr. Hernández nació en la población de Isnotú, Estado Trujillo, en los andes de Venezuela, el 26 de Octubre de 1864, a donde hoy en su día concurren peregrinaciones de diversas partes de Venezuela, su muerte ocurre a los 54 años de edad el 29 de Junio de 1919. Era el primero de seis hermanos y su infancia transcurre en su pueblo natal, viene a Caracas a estudiar medicina y se gradúa en 1888, hace luego post-grados en París de Microbiología y en Berlín de histología y anatomía patológica. Regresa a Caracas en 1891 y comienza su labor docente en la Universidad Central de Venezuela en donde lo encargan de instalar el primer Laboratorio de Fisiología Experimental de Caracas, entre sus logros está el haber introducido el microscopio en Venezuela, lo cual significó un gran avance para la medicina en nuestro país.Paralelamente a su vida como profesional y científico, desarrolla su vida espiritual con gran profundidad, al punto que decide hacerse religioso en 1908 y se interna en la Cartuja de Formeta, Italia, donde le dan el nombre de Hermano Marcelo, pero a los nueve meses por razones de salud tiene que regresar a Caracas a donde obtiene permiso para ingresar en el Seminario Santa Rosa de Lima de la ciudad capital, de donde también se ve precisado a salir por cuestiones de salud.

Su servicio a los pobres le gana una gran fama de santidad, al punto de que al morir la gente del pueblo exclamaba “Ha muerto un santo”, es así como su causa de Beatificación se inicia en 1949 y el 16 de Enero de 1986, el Papa Juan Pablo II lo declara “Venerable” al comprobarse el cumplimiento heroico de las virtudes. Son por millares las personas que comentan haber recibido favores del Dr José Gregorio Hernández, pero hasta ahora la Iglesia no ha aprobado formalmente ninguno de sus milagros, su fama de santidad ya abarca varios países de Centro América y del Caribe por lo que es de esperarse que pronto podamos tener el milagro que lo lleve a la Beatificación y luego a la Canonización como el primer santo de Venezuela. Recuerdo que la Sierva de Dios, María Esperanza, oraba por la pronta beatificación del Venerable Dr. Hernández, el médico de los pobres, elevemos también nosotros nuestras oraciones para que llegue pronto ese momento tan esperado por todos.

 Que la paz de Cristo llene tu corazón y la bendición de Dios se derrame sobre todos sus hogares.

lunes, 24 de octubre de 2011

XII-103 La Ventanilla del Confesionario.




LA VENTANILLA DEL CONFESIONARIO.

Hoy les invito a meditar sobre el Sacramento de la Confesión, ese sacramento que en la mayoría de los templos se realiza a través de una ventanilla, una pequeña rejita de madera instalada en los confesionarios que permite el paso de la voz, pero dificulta la visión entre los interlocutores, es una ventanilla que tiene dos lados, de un lado está el pecador y del otro lado el sacerdote, por este lado se dicen los pecados cometidos y por el otro se otorga el perdón o la retención de los mismos, de un lado se desata una tormenta llena de impurezas, de ofensas a Dios, de desamor y odio, y de todo lo malo que sale del corazón del hombre, es el aliento del pecador, su voz ensucia aquella ventanilla, pero del otro lado viene la respuesta de Jesús, la calma, la paz, el perdón que todo lo borra y purifica y limpia aquella ventanilla, luego el pecador arrepentido la pule de nuevo con sus lágrimas y su propósito de enmienda.Y allí está de nuevo la Ventanilla del Confesionario, limpia y pura, dispuesta a recibir al próximo penitente, un niño tal vez, un anciano, un joven o un adulto, no importa la edad, tampoco la raza o el color de la piel, ni el nivel cultural o la ignorancia, ni el rango ni el poder, por allí pueden pasar todos los que en conciencia reconozcan que han ofendido al Señor y quieran aprovechar su misericordia y acogerse a ella con arrepentimiento, con una contrición verdadera y con el deseo de enderezar su camino.

Podemos guardar las apariencias externas de pureza y de limpieza ante los demás, pero ante Dios no, porque El ve nuestro interior y sabe lo que ocultamos, a El no le podemos engañar, no hagamos como los fariseos del tiempo de Jesús que guardaban las apariencias lavándose las manos y los brazos antes de comer para significar que estaban puros cuando en realidad interiormente estaban podridos como los sepulcros blanqueados y decían que no podían comer esto o aquello porque era introducir cosas impuras en su cuerpo, toda una falsedad, Jesús les dijo: “!Que bien salvan ustedes las apariencias! Con justa razón profetizó de ustedes Isaías cuando escribía: Este pueblo me honra con sus labios. Pero su corazón está lejos de mi.”( Mc 7, 6 ). Y más adelante les explicaba a los apóstoles: “¿No comprenden que nada de lo que entra de fuera en una persona puede hacerla impura? Pues no entra en el corazón, sino que va al estómago primero y después al basural.” “Y luego continuó: “Lo que hace impura a la persona es lo que ha salido de su propio corazón. Los pensamientos malos salen de dentro, del corazón: de ahí proceden la inmoralidad sexual, robos, asesinatos, infidelidad matrimonial, codicia, maldad, vida viciosa, envidia, lujuria, orgullo y falta de sentido moral. Todas estas maldades salen de dentro y hacen impura a la persona.” ( Mc 7, 18-23 ).

Vamos a dejar de lado nuestra carga de impurezas, aquella ventanilla nos está llamando, espera por nosotros, acudamos al perdón y la misericordia del Señor, honrémosle de corazón  y de allí saldremos con la frente en alto, sin apariencias, con autenticidad, llenos del amor divino.

Les deseo la paz de Cristo y la bendición de Dios Todopoderoso.

miércoles, 19 de octubre de 2011

XII-102 Servir, servir, servir



SERVIR, SERVIR, SERVIR.

La mejor manera de amar a Dios es con el servicio a nuestros hermanos, la Sierva de Dios María Esperanza decía: “Servir, servir, servir, no importa que nos tomen en cuenta o no, pero servir de una manera u otra, pero nunca decir no.”Cuando servimos a nuestros prójimos estamos sirviendo a Dios, recordemos el gesto de Jesús durante la última Cena con sus apóstoles: “Entonces se levantó de la mesa, se quitó el manto y se ató una toalla a la cintura. Echó agua en un recipiente y se puso a lavar los pies de los discípulos y luego se los secaba con la toalla que se había atado….cuando terminó de lavarles los pies, se puso de nuevo el manto, volvió a la mesa y les dijo: “¿Comprenden lo que he hecho con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, siendo el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Yo les he dado ejemplo y ustedes deben hacer como he hecho yo. En verdad les digo, El servidor no es más que su patrón y el enviado no es más que el que lo envía. Pues bien, ustedes ya saben estas cosas: felices si las ponen en práctica. ( Jn 13, 4-17)

En el tiempo de Jesús los caminantes andaban descalzos o con sandalias y llegaban a sus casas al fin de una jornada con los pies llenos del polvo del camino, un gesto de cortesía, de servicio o de atención al visitante, en las casas de personas pudientes, era pedir a un sirviente que lavara los pies del visitante, tal como hacemos hoy en día cuando alguien llega de un viaje y lo invitamos a pasar al baño de visitantes para que se lave la cara y las manos y no solo le sirve de limpieza sino para refrescarse del calor del viaje. Los apóstoles eran gente pobre y no disponían de sirvientes, así que Jesús quiso ser en esa noche el sirviente de todos para darnos el ejemplo, como El mismo lo dice, de servicio a los demás, nadie tiene por qué sentirse humillado cuando le sirve a otro, por el contrario debe ser motivo de felicidad porque con ello se nos ha dado la oportunidad de servir a Dios y demostrarle nuestro amor.

Sin embargo, no debemos hacer alarde de estos gestos de servicio, debemos hacerlo en silencio, cuando prestamos un servicio a nuestro hermano no hay que estarlo divulgando como para que los demás se enteren de lo que hemos hecho, porque caeríamos en la vanidad de que nos crean muy buenas personas, por lo que hemos hecho, eso debe ser una satisfacción interior que sólo Dios sepa que lo hemos hecho y eso nos hará sentir felices.

Servir, servir, servir, caridad con nuestros hermanos, esa es la manera que Dios nos pide para manifestarle nuestro amor.

Que la paz de Cristo esté en sus corazones y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares

lunes, 17 de octubre de 2011

XII-101 Hagámoslo todo por amor a Dios



HAGAMOSLO TODO POR AMOR A DIOS.

A menudo cuando emprendemos una tarea, casi sin pensar, nos damos a nosotros mismos una explicación de la razón de nuestros actos, decimos: Voy a hacer esto porque me conviene, porque voy a obtener una ganancia, porque esto me va a dar prestigio, voy a quedar muy bien frente a los demás, van a decir que soy chévere, que tipo este tan bueno, es un amigazo. Es decir, casi todas las razones nos ponen a nosotros mismos como la figura central, el principal beneficiario de nuestros actos, cabría preguntarnos a la postre ¿Fue realmente así como lo había pensado? ¿Obtuve ese provecho que imaginé para mí? ¿Me siento satisfecho y feliz por lo que hice? En la mayoría de los casos no lo es.

Dios lo ha hecho todo por amor a nosotros, hagamos nosotros todo por amor a Dios. Dios lo ha creado todo, el universo que nos circunda, la tierra, las aguas, los animales, las plantas, y todo lo ha puesto a nuestro servicio, para que vivamos y seamos felices, no fue por amor a si mismo que lo hizo sino por amor a nosotros a toda la humanidad. “Bendijo Dios a Noé y a sus hijos y les dijo: “Crezcan, multiplíquense y pueblen la tierra. Teman y tiemblen ante ustedes todos los animales de la tierra y todas las aves del cielo. Pongo a su disposición cuanto se mueve sobre la tierra y todos los peces del mar. Todo lo que tiene movimiento y vida les servirá de alimento se lo entrego lo mismo que hice con las legumbres y las hierbas.” (Gen 8, 1-4).

¿Por qué no hemos nosotros de hacer lo mismo? Al comenzar el día pensar: “Todo mi trabajo de hoy lo voy a hacer por amor a Dios” “En cada una de las tareas que emprenda durante el día mi objetivo será por el amor a Dios” Eso a la vez nos ayudará a pensar si lo que estamos haciendo es realmente algo que agrade a Dios y de esa manera poder descartar aquellas cosas en las que probablemente el objetivo no sea muy claro y podamos caer en una mala tentación, desechar todo aquello que implique prepotencia sobre los demás, todo aquello que sea perjudicial a nuestros hermanos, todo aquello que nos beneficie únicamente a nosotros, a nuestro orgullo, a nuestro ego. Debemos tratar a los demás como queremos que ellos nos traten a nosotros.

El ofrecer todas nuestras acciones al amor de Dios, nos va a dar satisfacciones impensadas, vamos a estar seguros al final de nuestra jornada que hemos alcanzado los frutos esperados, que Dios está satisfecho y contento por la forma en que hemos actuado y que nos bendice desde el cielo y derrama sus gracias sobre todos nosotros, ayudándonos constantemente en todas aquellas cosas que emprendemos por amor a

El.Señor, te ofrezco todas mis acciones y todos mis trabajos de este día, todo lo voy a hacer por amor a Ti, estoy seguro que tú me ayudarás a lograrlo todo con la perfección y acabado que me permitan mis conocimientos y mis habilidades, y de esa manera poder corresponder aunque solo sea una mínima arte el amor inmenso que tú nos tienes. Gloria a Ti Señor, Alabado seas en el Cielo y en la Tierra. Que la paz de Cristo esté contigo y la bendición de Dios se derrame sobre toda tu familia.

jueves, 13 de octubre de 2011

XII-100 ¿Qué es la Santería?



¿Qué ES LA SANTERIA?

Hemos llegado a la Meditación No. 100 del presente año que es el No. 12 de estos “Temas para Meditar”, damos gracias a Dios por habernos dado la inspiración, la fuerza y la perseverancia necesarias en esta labor apostólica y a todos ustedes por su paciencia en recibirnos en sus casas y leernos, amén de sus eventuales comentarios y sugerencias, gracias también a los que reenvían estos Temas a sus listas de amistades y a los que oran con nosotros por aquellos necesitados que lo solicitan, también queremos agradecer a todos aquellos que visitan nuestra página web para reencontrarse con las meditaciones anteriores y gracias también a todos lo que siguen la publicación de las meditaciones por medio de este Blog. Gracias, muchas gracias a todos, los queremos mucho.

Con frecuencia vemos por las calles de Caracas y de otros lugares de Venezuela a personajes vestidos totalmente de blanco, de pies a cabeza, y alguien nos dice que ese es un Santero, nos preguntamos ¿Qué es eso? ¿Qué es la Santería? ¿Por qué esa frecuencia inusitada en nuestra población?.

La Santería o Regla de Osha-Ifa es una creencia religiosa que tiene sus primeros orígenes en Africa Occidental, de allí se trasladó a América, especialmente a Cuba, Puerto Rico y República Dominicana, con el tráfico de esclavos durante la época colonial. Los amos de los esclavos prohibieron a éstos sus prácticas y ellos buscaron una salida utilizando las imágenes de los santos católicos para representar a sus deidades, con lo cual aparentaban ante los amos estar respetando las creencias católicas pero en secreto continuaban desarrollando su propia creencia.

La Santería cree en la existencia de un Dios único (Oloddumare) que se comunica con los hombres a través de extensiones que son sus Orishas o deidades, sus ritos son presididos por un sacerdote o sacerdotisa que se le denomina Babalao, uno de sus más importantes rituales son los sacrificios de animales que se practican para restablecer el equilibrio en las vidas de las personas que tienen problemas, entre otras prácticas están también los bailes en trance, tambores, posesión espiritual, creen en la reencarnación y otras prácticas que podríamos catalogar como brujerías.

En los Estados Unidos la Santería fue aprobada como religión por la Suprema Corte y hoy en día existen más de un millón de personas que la practican, en Venezuela existe desde la época de los esclavos pero se ha intensificado últimamente debido a las estrechas relaciones que ha tenido nuestro país con la isla de Cuba en los años recientes.

Para nosotros los católicos el practicar la santería es contrario al primer mandamiento de la Ley de Dios: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.” Y en el libro del Exodo leémos: “Yo soy el Señor tu Dios,…no habrá para ti otros dioses delante de mi.”( Ex 20, 2-5) Y en San Mateo: “Está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, solo a él darás culto.” (Mt 4, 10).

Aún cuando en el Antiguo Testamento vemos que Dios permitía los sacrificios de animales que se hacían para que Dios perdonara los pecados del hombre, esto quedó abolido en el Nuevo Testamento con la venida de Jesús, ya que él se sacrificó a sí mismo para el perdón de los pecados del hombre, por otra parte, los santeros no hacen esto, como hemos dicho, para buscar el perdón de los pecados ya que entre ellos no existe este concepto.

El Libro del Deuteronomio es muy severo en su capítulo 13 (leer el versículo 6) con relación a los que tratan de inducir a otros a servir a otros dioses, dioses de los pueblos próximos o lejanos y nos aconseja no hacerles caso ni escucharlos.

Mantengamos firme nuestra fe en Dios Todopoderoso, en las enseñanzas de su Hijo Jesucristo y en la luz del Espíritu Santo.

Que la paz de Cristo reine en sus corazones y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares y les acompañe siempre.

viernes, 7 de octubre de 2011

XII-099 Diálogo con la Cananea

DIALOGO CON LA CANANEA.

Después de un breve intervalo de una semana, volvemos con los “Temas para Meditar”, en esta oportunidad vamos a complacer el interés de un lector que nos había solicitado comentáramos el Diálogo de Jesús con la mujer cananea que aparece tanto en el capítulo 15 del Evangelio según San Mateo como en el capítulo 7 de San Marcos.

En una meditación reciente les había hablado acerca del trato que el pueblo judío ha dado siempre a aquellos que considera extranjeros, es decir que son de otra raza o de otra lengua, un trato discriminatorio y despreciativo, la raíz de esto reside en el apoderamiento que hicieran de Dios al malinterpretar la preferencia que el Señor tuvo con ellos desde su fundación, hoy en día, después de tantos siglos, vemos todavía el trato insólito que dan a sus vecinos de Palestina. No nos sintamos exentos o ajenos a esta situación pues muchos de los cristianos de hoy en día sienten interiormente y en veces lo expresan, ese mismo trato discriminatorio hacia los que profesan otras religiones.

Por otra parte, no olvidemos que Jesús era verdadero Dios y verdadero hombre y que en su condición humana era judío, había crecido en aquel ambiente y usaba las frases y modismos de sus propios coterráneos, por eso no es de extrañar que utilizara aquella de “No se debe echar a los perros el pan de los hijos” que nos parece tan chocante oírla en boca del Maestro y también porque la acepción de las palabras ha cambiado con el correr del tiempo y nos parece muy fuerte hoy en día usar esta expresión, pero en aquel tiempo era un refrán de uso común.

El diálogo se produce cuando Jesús marcha con sus discípulos cerca de tierras extranjeras y una mujer cananea comienza a gritarle: “!Señor, hijo de David, ten compasión de mi! Mi hija está atormentada por un demonio. Pero Jesús no le contestó ni una palabra. Entonces sus discípulos se acercaron y le dijeron: “Atiéndela, mira como grita detrás de nosotros.” Jesús contestó: “No he sido enviado sino a las ovejas perdidas del pueblo de Israel.” Pero la mujer se acercó a Jesús y puesta de rodillas, le decía: “!Señor, ayúdame!” Jesús le dijo: “No se debe echar a los perros el pan de los hijos” La mujer contestó: “Es verdad, Señor, pero también los perritos comen las migajas que caen de la mesa de sus amos”. Entonces Jesús le dijo: “Mujer. ¡que grande es tu fe! Que se cumpla tu deseo. Y en aquel momento quedó sana su hija.” ( Mt 15, 21-28 ).

En más de una oportunidad Jesús elogia la fe de los paganos, e incluso los pone como ejemplos en sus parábolas, para contrastar con la poca fe del pueblo judío, en este caso pone a prueba la fe de la cananea y ella le demuestra que confía plenamente en su poder y esa es la razón del milagro. Debemos también observar que Jesús en ningún momento le pide a los paganos que cambien de religión o profiere alguna amenaza por el hecho de vayan por otros caminos, solo los invita a dar gracias a Dios y les muestra como éste se acerca a ellos por medio de su Hijo Amadísimo.

Que nuestra fe sea siempre firme, capaz de soportar todas las pruebas, para que el amor de Dios nos alcance las gracias que pedimos.

Les deseo a todos un feliz fin de semana que la paz de Cristo los acompañe, les recuerdo que Jesús les espera el domingo en la Eucaristía.