viernes, 20 de enero de 2012

XIII-003 Integrismo, Fundamentalismo y Fanatismo Religioso



INTEGRISMO, FUNDAMENTALISMO Y FANATISMO RELIGIOSO.

El buen católico debe ser una persona normal que acepta su religión con una conciencia clara de lo que está asumiendo, alejado de extremos perjudiciales tanto para él como para el futuro de la religión de Cristo, estamos convencidos de que nuestra religión es la verdadera, la fundada por Cristo sobra la roca de Pedro y que debemos tender a la unificación de todas las creencias para llegar a ser un solo rebaño con un solo pastor como lo soñamos y lo profetizó Nuestro Señor, en este sentido debemos atender a las enseñanzas de nuestra Iglesia y a las directrices del sucesor de Pedro para que por ese camino se pueda lograr esa unificación, buscando todo aquello que nos une y rechazando las posiciones de enfrentamientos y desunión a los que conducen el Integrismo, el Fundamentalismo y el Fanatismo Religioso.

El integrismo es la actitud de mantener íntegros los principios de la doctrina tradicional, son los católicos que hallan incompatibles la práctica de la tolerancia con la firmeza de la fe, adoptan un exacerbado tradicionalismo religioso, aplicando la intransigencia a la defensa de cosas discutibles, desconfían del papel de la razón en la búsqueda de la verdad y truecan en dogmas sus pareceres particulares. El integrismo viene de la época de Pio IX, floreció durante Pio X y ha renacido después del Concilio Vaticano II, siendo uno de sus exponentes el Obispo francés Marcel Lefebvre quien se opuso a las reformas del Concilio Vaticano II y se separó de la Iglesia católica fundando su propia religión.

Por su parte, el Fundamentalismo lo constituyen corrientes religiosas que promueven la interpretación literal de un texto básico como El Corán, la Torá o la Biblia. Es un fenómeno moderno, de principios del siglo XX que surge en los EEUU en ideologías cristianas protestantes que enarbolan la infalibilidad de la Biblia y de allí se ha extendido a todas las religiones del mundo, en especial aquellas que existían antes de la llegada de los colonizadores españoles y que fueron desplazadas por el Cristianismo, de allí que al iniciarse el proceso de descolonización surge como una reacción antioccidental y se asocia principalmente a los movimientos islamitas,
Por último, el Fanatismo consiste en una pasión exacerbada, desmedida y tenaz hacia una causa religiosa, política o a un pasatiempo o hobby (como el fanatismo en el Base-Ball), es un entusiasmo desmedido que se convierte en una monomanía persistente de modo obstinado y a veces violento. Puede llegar a extremos peligrosos, especialmente en cuanto al Fanatismo Religioso, como matar o encarcelar a seres humanos con el deseo de imponer una creencia considerada buena para el fanático. (Ejemplo principal es el fanatismo judío en la época de Cristo que los llevó a crucificarlo) . El fanatismo religioso ha llevado a guerras santas, conflictos bélicos, holocaustos, asesinatos, y actos terroristas.

No caigamos pues en ninguno de estos extremos, la religión no debe imponerse por la fuerza ni a ultranza, la mejor manera de convencer es con el amor y la caridad, siguiendo el ejemplo de vida de Nuestro Señor Jesucristo y amándonos los unos a los otros igual que como él nos ha amado.

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