¡FELIZ NAVIDAD!
Estimados lectores y amigos, con la presente meditación vamos a cerrar nuestro ciclo correspondiente al presente año, deseándoles a todos que tengan una ¡Feliz Navidad! Y que la lectura de estas meditaciones haya sido de provecho espiritual para todos ustedes. En este año no pudimos superar el total de cien meditaciones que ha sido siempre una meta informal, solo pudimos llegar a 97, aunque no hubo interrupciones importantes pero debido quizás a que también he dedicado tiempo a diversificar las comunicaciones enviando mensajes por otras vías como son los mensajes telefónicos de Blackberry, Whatsapp y Twitter que en forma de pequeñas dosis de espiritualidad van llegando a diferentes grupos de amigos, todos ustedes están cordialmente invitados a participar si así lo desean, al final encontraran las referencias necesarias.
Asimismo, durante esta época navideña hemos enfocado nuestros escritos en la expectativa de la llegada de Jesús, haciendo énfasis en el propósito fundamental de la Navidad, desde el punto de vista Católico, como es el recordar la venida al mundo de nuestro Salvador Jesucristo y del personaje central de esa expectativa que fue María la Madre del Señor.
Hoy precisamente se celebra el día de Nuestra Señora de la Esperanza que es la advocación de María Santísima que hace referencia a ese estado expectante de la Virgen María ante la pronta llegada del Niño Jesús, cuando ya su físico adquirió esa redondez preciosa de las madres que adquieren en el noveno mes de su embarazo, es la “María de la O” como también se le llama en algunas partes de España, haciendo alusión a su figura y apariencia. Es la Virgen de Guadalupe con su cinta negra alrededor de su cintura que simboliza su estado de espera y que nos invita a todos nosotros a esperar también a que se cumplan las promesas del Señor, a estar alertas y expectantes, preparados y atentos.
Cuando meditemos en estos misterios no podemos quedarnos exclusivamente en el aspecto exterior de la Virgen, también debemos pensar tanto en su interior en sus pensamientos, como en lo externo a ella, todo aquello que la rodeó en aquellos momentos, por una parte el desprecio de los hombres, la falta de delicadeza y de humanidad para con aquellos peregrinos que buscaban albergue en las distintas posadas sin poder lograrlo y también en el mundo espiritual que rodeaba a José y María, acompañados de aquel cortejo de ángeles que iluminaban sus pasos y que los protegían siguiendo las instrucciones del Altísimo.
Y finalmente aquella noche bendita y el momento de Gloria en que nace el Dios Humanado, el Hijo del Hombre, el Salvador del Mundo, el Mesías prometido, el momento en que se cumplen todas las profecías y la luz se hace presente para disipar las tinieblas. Los ángeles del cielo nos traen la buena nueva y cantan armoniosos : “!Gloria a Dios en el Cielo y en la Tierra paz a los hombres que ama el Señor! (Lc 2, 14)
Glorifiquemos a Dios con nuestras vidas.
Hasta el próximo año, si Dios quiere. Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y todos los tuyos y permanezca siempre.
Las referencias para recibir los mensajes vía telefónica son:
Mi teléfono móvil es 58+0416-7119601, mi PIN 212C1EF7
No hay comentarios:
Publicar un comentario