Era el año de 1917, el mundo se encontraba en plena guerra mundial, casi todos los países europeos estaban involucrados directamente, en especial Alemania, Francia, Inglaterra, Austria y Rusia, aunque también en el oriente luchaban los turcos, los egipcios y los palestinos, diariamente morían miles de soldados y de civiles por todas partes, una tragedia que la humanidad nunca habría de olvidar.
Sin embargo, al extremo occidental de Europa, en Portugal, muy cerca de la capital Lisboa, la vida en el campo todavía transcurre alejada de los desórdenes, de la anarquía y de la persecución religiosa en que vivía el país a raíz de la proclamación de la República.
Portugal desde 1646 había sido consagrado a la Virgen María por el entonces rey Juan IV y los portugueses habían levantado templos en honor a la Madre Dios por todas partes, en los caminos, en los pueblos y hasta en los más apartados rincones, la veneración a la Virgen y el rezo del Rosario eran comunes en las familias del campo y en casi todos los hogares.
En un lugar llamado Fátima, en honor a una esclava árabe que casó con un Conde y luego murió siendo muy joven, viven tres pastorcitos, Lucía de 10 años, y sus primos Jacinta de nueve y Francisco de siete, niños normales que habían sido educados en hogares católicos, acostumbrados al rezo del rosario, francos, leales y sencillos. Todas las mañanas sacan a pastar al rebaño de ovejas, llevando un pequeño morral con su almuerzo, juegan, rezan el rosario y se regresan por la tarde a casa. Ya desde 1915, habían tenido experiencias sobrenaturales, un ángel se les aparecía, era un muchacho joven como de catorce años de gran belleza, blanco como la nieve y transparente como un cristal cuando recibía los rayos del sol, él les dijo: "No tengan miedo, soy el ángel de la paz. Oren conmigo." Y arrodillado en la tierra, inclinó la cabeza hasta el suelo y les hizo repetir tres veces: "Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman." Y levantándose, dijo: "Oren así. Los corazones de Jesús y María están atentos a la voz de sus suplicas."
La tarea del ángel fue ir preparando a los pastorcitos para la venida de la Santísima Virgen, hecho que ocurriría por primera vez el 13 de mayo de 1917.
Era un día domingo, los niños fueron a misa en su pueblo de Ajustrel y como a las diez de la mañana salieron con sus ovejas para un valle llamado Cova de Iría, allí al mediodía rezaron el rosario y después de almorzar fueron deslumbrados por un potente relámpago, lo que los hizo iniciar el regreso, pero al llegar al sitio donde había una encina los deslumbra otro rayo y esta vez ven sobre la mata una Señora joven, muy hermosa que les dice "No tengan miedo, no quiero hacerles daño alguno" Los niños quedaron extasiados, la joven era bellísima, estaba vestida de blanco con bordados de oro, sus manos juntas en actitud de orar y un rosario de perlas blancas colgaba de ellas. Lucía pregunta:¿De qué país es usted? Y la Señora responde: "Mi país es el cielo". Más adelante en la última de las apariciones la Virgen le diría:"Yo soy la Virgen del Rosario".
Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.
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