viernes, 15 de mayo de 2009

X-047 Oremos por el Papa.

Nuestro Santo Padre el Papa Benedicto XVI, realiza en la actualidad un viaje por el Oriente Medio que lo ha llevado a Jordania, Israel y Palestina, visitando los lugares santos en lo que discurrió la vida de Nuestro Señor Jesucristo, desde su nacimiento en Belén, su infancia en Nazaret y su peregrinar por todas esas ciudades que nos son familiares en la lectura de los evangelios: Jerusalén, Cafarnaún, Tiberíades, Betania y tantos otros, un viaje por demás difícil y peligroso, porque son lugares en los que todavía prevalecen otras religiones que adversan a la religión de Cristo en muchos aspectos, pero que al mismo tiempo tienen en sus creencias muchos lugares comunes, entre ellos la creencia en un solo Dios, es decir el monoteísmo.

La Iglesia Católica es ecuménica, es universal y busca ansiosamente la unidad de todos los hombres, para que sean un solo rebaño con un solo Pastor, tarea arduamente difícil que tiene sus detractores y que ha llevado siglos de incesante predicación y dedicación por parte de todos los Papas, buscando puntos de contacto, amistad, buenas relaciones que nos acerquen al objetivo final. El viaje a Tierra Santa del actual Pontífice es un paso al frente en este sentido, valiente, decidido, con la cruz de Cristo en alto, sabiendo que tiene el respaldo de todos nosotros con nuestras oraciones y nuestras plegarias.

Cuando Jesús fundó nuestra Iglesia dijo a Pedro: "Y ahora yo te digo: Tu eres Pedro (o sea Piedra), y sobre esta piedra edificaré mi iglesia; los poderes de la muerte jamás la podrán vencer. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo; y lo que desates en la tierra quedará desatado en el Cielo." (Mt 16, 18-19). Lo que Jesús dice a Pedro vale también para sus sucesores, ellos son la cabeza visible de la Iglesia y es por ellos que recibimos todos los bienes espirituales de la Iglesia. Por los Papas debemos orar siempre, para que Dios les llene de fortaleza y les de la sabiduría necesaria para regir a la Iglesia y en momentos tan especiales como estos mucho más, para que les brinde su protección y los guarde de todo peligro.

No olvidemos pues incluir en todas nuestras oraciones y peticiones una plegaria fervorosa por Nuestro Santo Padre el Papa, en todo momento, con fe, con esperanza en que Jesús Nuestro Salvador y su Santísima Madre María, lo harán salir victorioso en su difícil empresa.

Que la paz y la bendición de Dios lleguen a todos sus hogares, feliz fin de semana y no olviden la misa dominical y el rezo del Rosario en familia.

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