SOMOS EL NUEVO PUEBLO DE DIOS.
Si leemos con detenimiento la Biblia, desde sus capítulos iniciales, observamos como Dios ha ensayado a lo largo de la Historia de la Humanidad formas de tratar a los hombres, sus criaturas, y que a su vez el hombre ha torcido su camino por senderos contrarios a los que Dios quiere para ellos. El hombre hizo mal uso de su libertad desde un principio, desoyendo la voz de Dios, haciendo proyectos llenos de maldad, hasta el punto de llegar a que Dios se arrepintiera de haberlo creado y pensara en hacerlo desaparecer de la faz de la tierra, fue cuando decidió enviar el diluvio universal, hubo sin embargo un hombre justo que permitió que la especie humana se salvara, ese hombre fue Noé.
Con la descendencia de Noé la humanidad se renueva y Dios decide crear un pueblo y dedicarle toda su atención y sus cuidados y escoge para ello a un hombre de gran fe, el Patriarca Abraham a quien pone a prueba y convencido de su fe le da la misión de procrear el Pueblo de Dios, el Pueblo de Israel, al cual Dios protege en sus enfrentamientos con otros pueblos. Sin embargo, son muchas las veces en que este pueblo escoge el mal camino y desoye la voz de Dios que les llegaba por medio de los profetas y Dios les envía grandes castigos como la esclavitud y el destierro, penas que en ocasiones duraron siglos, pero seguían siendo el Pueblo de Dios y Dios escuchaba sus lamentos a pesar de sus infidelidades.
El Señor escogió un gran líder, Moisés, para que sacara a su pueblo de la esclavitud de Egipto y lo guiara hacia la tierra prometida, le dio sus mandamientos, los cuidó de las plagas del desierto, los alimentó con el maná que caía del Cielo y sin embargo ellos continuaron siendo hijos rebeldes e infieles, viendo todo lo que Dios hacía por ellos se sintieron dueños de Dios y superiores a los demás pueblos a los que llamaron paganos y extranjeros y a quienes consideraron objeto de desprecio y humillación. Con la venida de Jesús toda esta situación va a cambiar, Dios ha decidido fundar un Nuevo Pueblo, ya no basado en la raza o en su ascendencia, ni en la territorialidad, sino en el nacimiento a la fe por medio del bautismo, ese nuevo pueblo comienza en el propio Israel, entre aquellos que inicialmente siguieron las enseñanzas del Hijo de Dios y a quienes Jesús les pidió que fueran por todo el mundo y bautizaran a los hombres en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, así que ahora no hay diferencias entre judíos y paganos o extranjeros, sino que todos los bautizados de cualquier parte de la tierra formamos ese gran pueblo escogido por Dios, tú y yo somos parte de el Nuevo Pueblo de Dios.No caigamos en las mismas tentaciones en que incurrieron antes los hombres de la tierra, seamos fieles a Dios, respondamos a ese llamado, a esa escogencia que el Señor en su gran amor ha tenido con nosotros, mantengamos fuerte nuestra fe y agradezcamos al Creador toda esa bondad que ha tenido con nosotros.
Que la paz de Cristo llene tu corazón y la bendición de Dios llegue a tu hogar y a toda tu familia. Que tengas un feliz fin de semana, recuerda la Misa del Domingo y el Rezo del Santo Rosario, preferiblemente en familia, para agradecer a Dios que nos haya escogido para formar su Nuevo Pueblo
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