jueves, 8 de noviembre de 2012

XIII-105 El que da la vida por sus amigos.



EL QUE DA LA VIDA POR SUS AMIGOS.

Dice Jesús: “Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. No así el asalariado, que no es el pastor ni las ovejas son suyas. Cuando ve venir el lobo, huye abandonando las ovejas, y el lobo las agarra y las dispersa. A él sólo le interesa su salario y no le importan nada las ovejas.” (Jn 10, 11-13) Más adelante en el mismo evangelio de Juan encontramos lo siguiente: “Este es mi mandamiento que se amen unos a otros como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por sus amigos, y son ustedes mis amigos si cumplen lo que les mando. Ya no les llamo servidores, porque un servidor no sabe lo que hace su patrón. Los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que aprendí de mi Padre. Ustedes no me eligieron a mi; he sido yo quien los eligió a ustedes y los preparé para que vayan y den fruto y ese fruto permanezca. Así es como el Padre les concederá todo lo que le pidan en mi nombre. Amense los unos a los otros; esto es lo que les mando.” (Jn 15, 12-17)
Efectivamente sabemos que Jesús dio realmente la vida por sus amigos que no fueron solamente los apóstoles sino también todos nosotros, fíjense que él define lo que quiere decir con la palabra amigos, son todos aquellos a quienes se nos han dado a conocer la revelación de la verdad,  los mandamientos del Padre; aquellos a los cuales El ha llamado por medio del bautismo y nos ha preparado con la Catequesis que recibimos antes de hacer la Primera Comunión, es decir todos nosotros los Católicos, los que formamos su Iglesia somos sus amigos.

Sin embargo, lo que es literalmente exacto en el caso de Jesús no podría serlo para nosotros pues es lógico que si todos diéramos la vida se acabaría la humanidad muriendo los unos por los otros, lo que Jesús quiere es que nos amemos los unos a los otros y amar significa cuidar al otro, agradarle, ayudarle, solidarizarse, compartir con él, perdonarle, desvivirnos por atenderles y servirles. Creo que la palabra moderna en castellano que mas se acerca al concepto es “devivirse” que significa: “mostrar incesante y vivo interés o solicitud por una persona o cosa” ejemplo: “cuando íbamos a casa se devivía porque no nos faltara nada”.
La Sierva de Dios Maria Esperanza decía que debíamos preocuparnos en primer lugar por los demás y en segundo término por nosotros mismos, ya que Dios conoce lo que nos hace falta y si confiamos en El sabemos que El se ocupará de solucionarnos nuestros problemas, mientras nosotros nos ocupamos de ayudar a los hermanos a las otras ovejas del rebaño a solucionar los suyos.

Practiquemos pues el amor más grande que es el de dar la vida por nuestros amigos, nuestros prójimos, nuestros semejantes, pero estemos claros que no se trata de poner el cuello en la guillotina por ellos, sino el desvivirnos porque se sientan bien y atenderlos en todo aquello que esté a nuestro alcance, preocuparnos de sus problemas tal como si fueran nuestros y ayudarlos a su solución, eso es amar y dar la vida por los amigos. Glorifiquen a Dios con sus vidas.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón, te deseo un feliz fin de semana, no olvides el rezo del rosario en familia el día sábado y la asistencia a la misa dominical.

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