CUARESMA Y PASION.
En tiempo de Cuaresma debemos meditar en los temas referidos a la Vida y la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, es una forma de compenetrarnos en su significado y a la vez un aliciente para actuar cada día como mejores cristianos.
A los judíos en general les costaba mucho creer en Jesús, a pesar de los milagros que hacía y de sus palabras sabias e irrebatibles, es por eso que en una oportunidad Jesús les dijo: “Si yo no hago las obras del Padre, no me crean. Pero si las hago, si no me creen a mi, crean a esas obras, para que sepan y reconozcan que el Padre está en mi y yo en el Padre” (Jn 10, 37-38).
Los fariseos se enfurecían porque no podían refutar las palabras del Maestro, allí frente a los ojos de todos estaban los milagros que Jesús hacía y que el llama “las obras del Padre”, por otra parte estaban las profecías del Antiguo Testamento que coincidían en señalar a Jesús como el Mesías prometido a Israel. Es por ello que su reacción es apelar a la violencia, tratar de apedrearlo o de ponerlo en prisión. Algo similar ocurre hoy en día con la Iglesia de Cristo, su palabra y sus obras son irrebatibles, es por ello que sus enemigos recurren a la persecución y la violencia en su contra.
Sin embargo, la actitud de Jesús durante su predicación en medio de aquel pueblo duro de corazón, nos debe servir de ejemplo a nosotros en nuestra propia misión evangelizadora, es mucho lo que podemos lograr con nuestras acciones, con nuestro comportamiento, siendo buenos cristianos, ejerciendo las virtudes de la fe, la esperanza y la caridad, arrancándoles preguntas acerca de nuestra vida: ¿Por qué actúa de ese modo? ¿Qué lo inspira a actuar así? ¿Por qué es tan bueno con nosotros? Es un trabajo sencillo que va dando sus frutos por medio de la observación de nuestra propia vida, al demostrar con hechos lo que decimos, “si no creen en mis palabras, crean en mis obras”.
Vivamos pues la Cuaresma adentrándonos en la vida de Cristo a fin de prepararnos mejor para los días santos en que recordaremos su Pasión, Muerte y Resurrección.
Oración Comunitaria: Solicita Miriam Delgado, desde Ciudad Juárez, Estado de Chihuahua, México, por la salud de su mamá, María Luisa Rubio de Delgado y por el descanso eterno de Enrique Castañeda, un vecino suyo víctima de la violencia que se vive en esa ciudad por la guerra entre las mafias del narcotráfico. Oremos pues al Señor para que si es su voluntad, sane del cuerpo y del alma a la madre de Miriam, otorgue la remisión de sus pecados y lleve a la Vida Eterna a las victimas de la violencia en esa ciudad y lleve tranquilidad y paz a los hogares que están sufriendo por esa causa. (Padre Nuestro, Ave María y Gloria).
Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.
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