HAY QUE BAJAR DEL TABOR.
Estaba meditando acerca de unos comentarios que hiciera ayer el conocido presentador de EWTN, Don Pepe Alonso, en su programa “La Fe en Vivo”, acerca del mandamiento que tenemos que cumplir todos los bautizados en la fe cristiana, de ser misioneros de la Palabra de Dios, de evangelizar, bien sea con nuestra palabra o simplemente con nuestro ejemplo y quisiera invitarlos a ustedes a meditar conmigo sobre este Tema tan importante.
Seguramente les habrá llamado la atención el título de esta Meditación, la No. 51 del presente año, “Hay que bajar del Tabor”, porque se refiere al Monte Tabor, aquel sitio alto en Israel donde Jesús subió con sus apóstoles más cercanos: Pedro, Santiago y Juan, y estando frente a ellos se transfiguró, es decir su cuerpo y sus vestidos se pusieron blancos y resplandecientes y junto a él se presentaron Moisés y Elías, los más grandes profetas del Antiguo Testamento y conversaban con él. Pedro hizo entonces la manifestación de lo bien que se estaba allí y su deseo de quedarse para siempre, lo cual es probablemente la reacción que pudiera tener cualquier persona ante la presencia de Dios, esa felicidad inmensa que colma el espíritu, de sentirse en el Cielo, y de la cual no quisiéramos privarnos ni un momento. Pero eso fue solo una demostración que Jesús quiso hacerles de su divinidad y de los maravillosos momentos que esperan a los que creen en él, luego de esa manifestación tan grandiosa, había que volver a la tierra, a la misión que debían cumplir cada uno de ellos, es decir había que bajar del Tabor, para llevar el mensaje del evangelio a todos los hombres porque Dios quiere que todos los hombres se salven, no solo aquellos que estamos en conocimiento de la verdad.
Se está preparando una gran fiesta de carácter internacional que será la Jornada Mundial de la Juventud a realizarse en Rio de Janeiro, Brasil, dentro de apenas doce días, un encuentro de la Juventud del Mundo con el Santo Padre, seguramente una semana inolvidable para los peregrinos que tengan el privilegio de estar presentes, algo seguramente como para quedarse, pero la realidad es que al finalizar la semana cada quien deberá volver a su país, habrá que bajar del Tabor.
El Papa Francisco ha pedido orar durante el mes de Julio: “Para que la Jornada Mundial de la Juventud que se realiza en Brasil, impulse a todos los jóvenes cristianos a convertirse en discípulos y mensajeros del Evangelio” La Juventud ya no es como decían anteriormente “el futuro de la Iglesia”, es más bien “el presente de la Iglesia” y ese llamado no es solo para los jóvenes que van a Rio de Janeiro, es también para todos nosotros y como tal debemos asumirlo, como un mandamiento más de Jesús “Id por todo el mundo y predicad el evangelio”.
Glorifiquen a Dios con sus vidas.
Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca por siempre
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