LA ALEGRÍA DE LA JUVENTUD.
Antes de entrar en materia de la Meditación de hoy, quiero notificarles que el próximo miércoles 7 de Agosto se cumplirá el noveno aniversario de la partida al cielo de la Sierva de Dios Maria Esperanza, seguramente y esto no tiene carácter oficial, lo recordaremos como todos los años con una misa en la capilla del Cementerio del Este a las 3pm. y luego con el rezo del rosario en el lugar donde reposa su cuerpo a pocos metros de la capilla, prometo avisarles cuando esto se anuncie oficialmente. El próximo sábado se realizará en Finca Betania una jornada de salud para la población vecina al santuario, en este operativo de atención gratuita participarán médicos, odontólogos, fisiatras, optometristas y oftalmólogos que son miembros de la Fundación Betania.
Les invito a meditar hoy sobre los efectos positivos de la Jornada Mundial de la Juventud que concluyó el pasado domingo con una solemne Eucaristía presidida por Su Santidad el Papa Francisco en las playas de Copacabana, Rio de Janeiro, Brasil. Los que tuvimos la oportunidad de ver la transmisión por Televisión observamos impresionados la enorme multitud que colmó los cuatro kilómetros de largo que tiene esta famosa playa y especialmente el entusiasmo de los asistentes en cuyos rostros se veía brillar la Alegría de la Juventud.
Para la Iglesia Católica esto ha sido un gran triunfo, se superaron incluso las metas esperadas y se logró acallar las voces agoreras que trataron de sembrar la cizaña, como decíamos en nuestro anterior escrito. Es indudable que el Papa Francisco ha jugado el papel primordial en este logro de la Iglesia, con su Carisma, su don de gentes, su ejemplo, su palabra calmada pero certera y enfocada hacia los temas que requieren mayor atención en el mundo de hoy, con especial énfasis en el papel que les toca jugar a los jóvenes para canalizar ese entusiasmo hacia la evangelización y el apostolado.
Dice San Pablo en su Carta a los Filipenses: “Estén siempre alegres en el Señor, se lo repito, estén alegres y den a todos muestras de un espíritu muy abierto. El Señor está cerca. No se inquieten por nada; antes bien, en toda ocasión presenten sus peticiones a Dios y junten la acción de gracias a la súplica. Y la paz de Dios, que es mayor que lo que se puede imaginar, les guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.” (Fil 4, 4-7) Esta alegría que manifestó la juventud que asistió a Río, con su participación en todos los actos, con su emoción por las palabras del Papa, debe contagiarnos a todos y llenarnos de satisfacción por el triunfo de Cristo y por la proyección que esto tendrá en el futuro cercano para beneficio no solo de nuestros jóvenes sino de toda la institución católica.
Mantengamos esa Alegría que demostró la juventud del mundo en la reunión de Brasil y hagámosla llegar a todos los corazones, continuemos orando y suplicando por los frutos de estas jornadas, para mostrarles a todos con espíritu abierto que Dios está cerca de nosotros y que por lo tanto nada nos inquieta.
Glorifiquemos a Dios con nuestra vida.
Que la paz de Cristo, “que es mayor de lo que te puedes imaginar”, esté contigo y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca por siempre.
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