viernes, 19 de julio de 2013

XIV-053 La "Acción de Gracias"


LA “ACCIÓN DE GRACIAS”.

En los primeros tiempos del cristianismo, el nombre que se daba a la Santa Misa era el de Acción de Gracias y era fundamentalmente una ceremonia para dar gracias a Dios y recibir la Sagrada Comunión. Este nombre lo tomaron de la narración de la última cena de Jesús en la que según el evangelista San Lucas, Jesús tomó el pan y, “dando gracias, lo partió y se lo dio diciendo: Esto es mi cuerpo, que es entregado por ustedes, hagan esto en memoria mía.” (Lc. 22,19).
Con el tiempo la Santa Misa ha ido evolucionando y aún cuando la Consagración del Pan y del Vino, sigue siendo el momento culminante de la Misa, sería un error pensar que la misa se limita a ese momento, esa es la parte más maravillosa de todo, pero en su conjunto la Misa es un Memorial de Nuestro Señor, así como recordamos a las personas que hemos amado en vida y los vemos y los admiramos en una fotografía, con mucha más razón tenemos que recordar la memoria de Jesucristo que nos ha dejado un recuerdo vivo de su presencia como solo Dios sería capaz de hacerlo, su cuerpo y su sangre bajo las especies del pan y el vino.

Por eso en la Misa recordamos a Jesús no solamente en su muerte sino también en su resurrección y su ascensión, con las cuales el Padre lo glorificó, con una gloria que él quiere compartir con nosotros. Pero la misa, además de ser el banquete sagrado en el cual comemos el pan y bebemos el vino que han sido convertidos en el cuerpo y la sangre de Jesús, y además de ser un memorial de su vida, muerte y resurrección, es por encima de todo un sacrificio y en este punto habría que explicar el significado que debe darse a la palabra “sacrificio” porque la acepción actual se refiere a algo doloroso o desagradable, o por ejemplo en los deportes cuando un jugador se sacrifica para que el otro avance o llegue a la meta, esta acepción difiere mucho de la que queremos expresar. En realidad la palabra viene de dos raíces: sacra, sagrada y facere, hacer, es decir hacer una cosa sagrada, y cómo se hace una cosa sagrada? Pues retirándola del uso corriente o humano y ofreciéndola a Dios como un regalo para agradarle. De hecho el hombre siempre ha tendido a hacerle sacrificios a Dios, desde el Génesis en las Sagradas escrituras vemos que: “Caín presentó a Yavé una ofrenda de los frutos de la tierra. También Abel le hizo una ofrenda sacrificando los primeros nacidos de sus rebaños y quemando su grasa.”(Gen 4, 3-4) Y de allí en adelante vemos que en todas las civilizaciones el hombre ofrecerá sacrificios a Dios en Acción de Gracias por los beneficios recibidos.

Los dones ofrecidos a Dios a lo largo de la historia, por un tiempo fueron agradables al Señor pero a la larga los rechazó, pero después de la venida de Cristo y de la institución de la Eucaristía, la misa ofrece hoy en día al Señor un Don que es digno de El, porque se está ofreciendo a su propio Hijo, al renovar el sacrificio que Jesús hizo por todos nosotros en la cruz, ofreciéndose como víctima para el perdón de nuestros pecados.

La Misa es pues el mayor sacrificio que podemos ofrecer a Dios en Acción de Gracias por todo lo bueno que es con nosotros y es un sacrificio que es agradable a Dios y que no lo rechaza porque le estamos ofreciendo a su propio Hijo.
Glorifiquemos a Dios con nuestra vida.

Oración Comunitaria: Nos han llegado muchas cartas solicitando oración por personas enfermas, al punto que seria muy largo enumerarlas una por una, por ello vamos a sugerir una oración general por todos ellos, para que Dios en su infinita bondad les de la salud de cuerpo y alma a todos nuestros familiares y amigos enfermos. (Recemos un Padre Nuestro, Ave María y Gloria).

Que la paz de Cristo reine en tu corazón, te deseo un feliz fin de semana, no olvides el rezo del Rosario en Familia y la asistencia a la Misa Dominical.

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