SER PAPA NO ES FÁCIL.
Algunas personas se preguntan por qué el Papa Francisco insiste tanto en que oren por él, la razón es que ser Papa no es fácil, las tareas a realizar son inmensas, la responsabilidad no solo es ante el mundo, sino ante Dios y los enemigos son poderosos.
Para empezar, para ser Papa se requiere de unas cualidades innatas, aquellas que Jesús observó en San Pedro, el primer Papa de la Iglesia de Cristo, nombrado por el propio Jesús. Qué cualidades observó Jesús en aquel pescador de Galilea? Por una parte su carácter, recio, indoblegable, y por la otra su obediencia: “Mientras Jesús caminaba a orillas del Mar de Galilea, vio a dos hermanos: uno era Simón, llamado Pedro, y el otro Andrés. Eran pescadores y estaban echando la red al mar. Jesús los llamó: “Síganme, y yo los haré pescadores de hombres.” Al instante dejaron las redes y lo siguieron. (Mt 4, 18-20) El Señor lo llamó Pedro que significa Piedra, para edificar sobre ella su Iglesia y escogió así una base fuerte sobre la cual construir, advirtiendo desde aquel primer momento que “las puertas del infierno” intentarían derribarla pero que no podrían hacerlo.
Pedro es en sí mismo la muestra de lo que es un hombre manejando las cosas de Dios, con sus miedos, como los tuvo cuando apresaron a Cristo y él lo negó tres veces, con su inocencia cuando pidió a Jesús construir unas tiendas en el Monte Tabor, pero con un gran amor a Jesús el Salvador que muestra en sus respuestas a Jesús Resucitado, cuando éste le pregunta si le ama por tres veces sucesivas.
Cuando alguien alcanza el obispado de Roma, es porque ha demostrado estas cualidades durante su vida sacerdotal y entonces tiene que enfrentar varios compromisos, por una parte el compromiso con Dios de “apacentar sus ovejas”, es decir llevar el rebaño del Buen Pastor que ya no son cien ovejas sino millones en todo el mundo, disponer todo lo necesario para que la organización de la Iglesia continúe funcionando, nombrar los cardenales y obispos de todo el mundo, celebrar los actos litúrgicos que corresponden a la Basílica Papal a la cual concurren cientos de miles de personas semanalmente, a las audiencias, a las misas, al Angelus, las beatificaciones y canonizaciones, y a los eventos especiales. Por otra parte está el manejo del Estado Vaticano, ya que el Papa es como un Presidente o un Monarca de un Estado que aunque muy pequeño en extensión geográfica, tiene una gran influencia en los asuntos de casi todos los otros estados del mundo. Y por último, no porque sea de menor importancia, está afrontar al enemigo, “las puertas del infierno” que tratan de prevalecer contra la Iglesia de Cristo, apoderándose de las mentes de algunos de sus propios miembros y tendiendo emboscadas en cada corredor y en cada esquina, criticando y echando sombras sobre la labor del Sumo Pontífice. Es por eso que debemos ayudar con nuestras oraciones al Papa Francisco, pidiendo por él todos los días y apoyar todas sus iniciativas para que Dios le dé la fortaleza necesaria para afrontar los retos que se le presentan y la sabiduría para tomar las decisiones oportunas en cada caso y para que las fuerzas del mal sepan que no está solo, sino que todos nosotros estamos con él, apoyándolo y respaldándole.
Glorifiquemos a Dios con nuestras vidas.
Que la paz de Cristo reine en tu corazón, te deseo un feliz fin de semana y no olvides el rezo del Rosario en Familia y la asistencia a la misa dominical. Dios te bendiga.
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