lunes, 16 de febrero de 2009

X-018 Ante un Crucifijo.


Contemplemos a Jesús crucificado, les invito a meditar frente a un crucifijo, no es necesario que digas nada. Solo observa cuidadosamente el sufrimiento de Jesús en la Cruz, imagínate a ti mismo en la escena del Calvario, estás allí al pie de la Cruz, junto a María llorosa y destrozada por el dolor y junto a Juan, el discípulo amado, elevemos nuestro espíritu hacia El.

Jesús sangrante mira a los que le han condenado a aquel martirio y los perdona, “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen” (Lc 23, 34) ¿A quienes está perdonando? A los que le abofetearon, a los que le hicieron sangrar su espalda con el látigo, a Pilato que se lavó las manos y permitió que lo crucificaran, a los que le hicieron cargar su pesada cruz, a los que le clavaron en aquel madero. Y ¿Por qué los perdona? Porque no saben lo que hacen. Si hubieran sabido a quién estaban crucificando, desde luego que no lo habrían hecho, si hubieran sabido que estaban cometiendo el peor pecado que se puede cometer, si hubieran sabido que aquel era precisamente el que podría salvar sus vidas, no lo hubieran hecho, Jesús es comprensivo y misericordioso, su misericordia no tiene límites.

Nosotros también estamos en deuda con El, alguno de esos latigazos es nuestro, alguna de esas espinas que hieren su cabeza es un pecado nuestro y quien sabe si alguno de esos clavos que le traspasan. Tenemos que ponernos de rodillas y rogar su perdón, tal vez podamos decir que no sabíamos lo que hacíamos, ahora que lo sabemos estamos arrepentidos y no podemos volver a pecar.

Imploremos su perdón con esta oración: “!Oh mi amado y buen Jesús! Postrado ante vuestra santísima presencia os ruego con el mayor fervor que imprimáis en mi corazón vivos sentimientos de fe, esperanza y caridad, verdadero dolor de mis pecados y propósito firmísimo de enmendarme, mientras que yo con todo el dolor y la compasión de mi alma, voy considerando vuestras cinco llagas, teniendo presente aquello que dijo de vos, Oh buen Jesús, el santo profeta David: Han taladrado mis manos y mis pies y se pueden contar todos mis huesos, Amén.”

Oración Comunitaria: Hoy voy a pedir vuestras oraciones por la Sra. Carmen Dolores Estrella, madre de mi señora esposa, quien a raíz de una caída, ha sufrido fractura de la cadera y requiere de una operación traumatológica para implantarle una prótesis, lo cual se considera de alto riesgo por su edad, (tiene 98 años), Les ruego unir sus oraciones a las nuestras para implorar al Señor su bondad y su misericordia y si es su voluntad le conceda la salud y la restituya a su vida normal, para que le sirva y le adore por el resto de su vida. Amén. (Padre Nuestro, Ave María y Gloria).

Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.

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