El próximo miércoles se conmemora un nuevo aniversario de la primera aparición de la Santísima Virgen en Betania, Venezuela, lo que constituye, sin lugar a dudas, el acontecimiento más importante ocurrido en Venezuela en el siglo XX, ya que reviste carácter no solo nacional sino mundial. El día 25 de marzo es también el día de la Anunciación. En efecto, la Virgen quiso que sus apariciones en Betania, bajo la advocación de María Virgen y Madre Reconciliadora de todos los Pueblos y Naciones, coincidieran con el día en que se celebra la Anunciación, aquel dichoso momento de su vida en que el Arcángel San Gabriel se presentó ante ella para anunciarle que daría a luz un hijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo” María quedó muy conmovida al oír estas palabras y se preguntaba qué significaría aquel saludo. Pero el ángel le dijo: “No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios. Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús. Será grande y justamente será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David, gobernará por siempre al pueblo de Jacob y su reinado no terminará jamás.” (Lc 1, 28-33).
Sin duda un momento inolvidable y trascendental, no solo para la Virgen Santísima sino para toda la humanidad. Después de tantos siglos de espera, Dios había decidido vivir entre los hombres, para ello enviaba a su Hijo Amadísimo para que naciera de una humilde muchacha de Israel, su pueblo escogido.
El 25 de Marzo de 1.976, a casi dos milenios de aquel anuncio, la Virgen María se hizo presente en la gruta de Betania, así como lo ha hecho en otras oportunidades, en que se ha dignado hacerse visible en diferentes lugares de la tierra, tales como: Lourdes, Fátima, París, en esta ocasión quiso bendecir a Venezuela nuevamente, (ya lo había hecho en el siglo XVII con la aparición en Guanare de la Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela). Fue María Esperanza Medrano de Bianchini la persona escogida por la Virgen como vidente de esta su primera aparición, aunque más adelante las apariciones se repetirían y han sido muchas las personas que han testimoniado haberla visto en ese sagrado lugar.
Acudamos al Santuario de Betania con la ilusión de poder verla, pero lo importante de visitar los santuarios en los sitios en que la Virgen se ha aparecido, no es que nosotros podamos ver también a la Virgen, sino que la Virgen nos vea a nosotros que de esa manera le estamos demostrando nuestro amor y nuestra veneración.
Que la paz y la bendición de Dios lleguen a todos sus hogares, feliz fin de semana y no olviden la misa dominical y el rezo del Rosario en familia.
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