miércoles, 5 de septiembre de 2012

XIII-084 De como vivir el Mandamiento del Amor



DE COMO VIVIR EL MANDAMIENTO DEL AMOR.

Hoy celebra la Iglesia el Día de la Madre Teresa de Calcuta, declarada Beata por el Papa Juan Pablo II, hace apenas nueve años, leyendo su biografía y las innumerables anécdotas que se cuentan de ella uno llega a la conclusión de que su vida fue un claro ejemplo de como vivir el mandamiento del amor.

La Madre Teresa nació en 1910 en Macedonia, lo que hoy en día es Albania, a los 18 años se siente llamada a la vida consagrada e ingresa a la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de Loreto en la ciudad de Rathffarnham, cerca de Dublin, Inglaterra, allí realiza su formación religiosa y es enviada como docente a la Escuela Santa María en la India. Viendo la extrema pobreza de aquellas gentes y como estaban de abandonados los enfermos y los moribundos, siente el llamado de Dios a dedicar su vida al cuidado de pobres, enfermos, huérfanos y moribundos, “los más pobres entre los pobres”, con el permiso de la Santa Sede funda su propia Congregación a la que bautizó con el nombre Misioneras de la Caridad, en Calcuta en 1950, desde allí, durante 45 años se dedicó a hacer realidad el evangelio de Nuestro Señor, a vivir el mandamiento del amor.

Su Congregación se extiende por toda la India y comienza a extenderse por el mundo cuando en 1965 funda una casa en Venezuela, en la Arquidiócesis de Barquisimeto, Estado Lara, fue la primera fuera de la India, hoy en día están en todo el mundo. Su labor social es reconocida por los gobiernos de todas las naciones y recibe el Premio Nobel de la Paz en 1979.
La Divina Providencia estuvo siempre al lado de la Madre Teresa y la ayudó con donaciones que le llegaban por muchas vías, sin embargo, hay una anécdota de ella que demuestra la importancia que daba a la salvación de las almas, se cuenta que una vez en la casa que tenían en Melbourne, se llegó hasta ella un banquero con deseos de colaborar en su obra humanitaria y abrió su chequera y le dijo “Madre ponga usted la cantidad en dólares que quiera”, cuenta ella que movida por un impulso interior le dijo: “No quiero sus dólares, lo quiero a usted. ¿Por qué no se viene usted mismo a atender a los pobres?” Al principio se sintió un poco contrariado, pero aceptó el reto y desde entonces se viene todos los jueves a atender a los enfermos, a lavarlos, a cortarles las uñas y a jugar con ellos. Eso es vivir el mandamiento del amor.

Para la Madre Teresa fue siempre muy importante la unidad de la familia, lo cual expresa en el siguiente pensamiento: “La paz y la guerra empiezan en el hogar. Si de verdad queremos que haya paz en el mundo, empecemos por amarnos unos a otros en el seno de nuestras propias familias.”

Que la paz de Cristo llene tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca por siempre.

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