jueves, 27 de septiembre de 2012

XIII-091 A la hora de decidir. ( 2a. Parte)



A LA HORA DE DECIDIR. (2ª. Parte)

En nuestra meditación anterior hablábamos de la importancia que tiene para nuestras vidas el saber tomar decisiones a tiempo y acertadas, decíamos que Dios nos ha dado la facultad de poder escoger entre varias alternativas, de decidir entre los bueno y lo malo, de discernir y ponderar los resultados que podamos lograr a la hora de decidir.

Tomamos de las Sagradas Escrituras dos ejemplos de lo que significa una buena y una mala decisión y nosotros mismos vemos en nuestras vidas las consecuencias de las decisiones que tomamos, es lo que va formando la experiencia del ser humano, por eso los mayores en edad tienen la posibilidad de acertar mas y mejor en la decisiones porque han vivido en carne propia esas consecuencias y procuran no incurrir en los mismos errores del pasado. Pero también hay jóvenes que toman buenas decisiones en su vida y son aquellos a los que vemos progresar y ser felices, de allí la pregunta ¿qué debemos hacer? ¿Existen algunos parámetros por los cuales podemos guiarnos a la hora de decidir?

Recuerden que no nos estamos refiriendo a las pequeñas decisiones de cada día como usar esta o aquella ropa, o decidir que comer cuando tenemos el Menú en la mano, nos referimos ciertamente a las cosas trascendentes que van a gravitar sobre nuestra vida futura, como escoger una profesión, seguir una vocación, decidirse a formar un hogar, escoger las autoridades que nos han de gobernar, hacer o no hacer un viaje, cambiar de religión o de residencia, y tantas otras que son trascendentales en nuestra vida.

Lo primero que tenemos que recordar a la hora de decidir es nuestra fe, nuestra confianza en Dios, la solidez de nuestra fe en un Dios que es misericordioso y rico en piedad y perdón, un Dios que está siempre a nuestro lado, que nos ama y que nos ilumina nuestro caminar para no caer en el error. Por tanto lo primero que debemos preguntarnos es si no estamos ofendiendo o contradiciendo nuestra fe con la decisión que hemos de tomar, si no estamos pecando contra Dios. No podemos por tanto tomar decisiones a la ligera, guiados por sentimientos, gustos o caprichos, ni por conveniencias personales, tenemos que pensar en los demás, amar al prójimo como a nosotros mismos, tenemos que ejercitar la virtud de la prudencia y con ella la caridad que es la mayor de todas las virtudes.

Una buena recomendación sería pensar en lo que haría Jesús o la Santísima Virgen en el caso que estamos por decidir, ellos son nuestros modelos y a ellos debemos remitirnos siempre, así como también pedir al Espíritu Santo que nos ilumine y nos envíe del cielo un rayo de su luz purísima, para que nuestra decisión sea acertada y no tengamos que arrepentirnos.

Oración Comunitaria:
Solicita Marianela Méndez, desde San Juan de los Morros, Estado Guárico, por el hijo de su ahijada, un bebé de apenas una semana de nacido de nombre José Thomas Diamon que tiene una bacteria y se encuentra malito. Pidamos al Señor por su sanación rezando Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón, te deseo un feliz fin de semana, no olvides el rezo del Rosario en familia el día sábado y el domingo la asistencia a la Santa Eucaristía.

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