¿SEÑOR, QUE QUIERES DE MI?
Hemos hablado en muchas oportunidades de “la misión” que a cada uno de nosotros ha encomendado Dios, como respuesta a la pregunta de la vida: ¿Qué hago yo aquí?, ¿Para qué he venido a este mundo? La respuesta no puede ser simplemente para hacer las rutinas diarias de levantarse, vestirse, trabajar para ganar la comida de cada día, comer y acostarse de nuevo para esperar la siguiente jornada, eso sería vivir una vida sosa, falta de sal, de sentido, inútil e innecesaria. Si observamos las vidas de personas admirables por sus hechos y por su vida, los santos, los héroes, nos damos cuenta que ellos cumplieron una misión a la que se sintieron inspirados y cabría preguntarse ¿es que Dios asigna misiones a unas pocas personas y a otras no? La respuesta correcta es que todos, absolutamente todos, tenemos una misión que cumplir en este mundo y esa es la razón de nuestra existencia, pero a muchos se les dificultad identificarla, es por eso que debemos orar al Señor para que nos ilumine el camino y que nos haga ver con claridad cuál es nuestra misión, qué quiere él de nosotros.
Dios quiere que todos vayamos a compartir con él la vida eterna, esa felicidad sin límites de estar en su presencia, para eso mandó a su Hijo al mundo, para que todos se salven, y es Jesús el que nos da las respuestas a todas esas inquietudes que le manifestamos, en su vida y en sus palabras hallaremos sin duda el camino. “Ustedes serán verdaderos discípulos míos si perseveran en mi palabra; entonces conocerán la verdad y la verdad los hará libres.” (Jn 8, 31-33)
Interroguemos al Señor: ¿Señor, qué quieres de mi? Y hallemos en su vida y en su palabra las respuestas que necesitamos. Un maestro de la Ley preguntó a Jesús: “Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna?” Jesús le dijo: “¿Qué está escrito en la Escritura? ¿Qué lees en ella?” El hombre contestó: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y amarás a tu prójimo como a ti mismo” Jesús le dijo: “!Excelente respuesta! Haz eso y vivirás.” (Lc 10, 25-28)
En las Escrituras, es decir en las palabras de la Biblia, encontraremos muchas respuestas a nuestras preguntas, allí Dios nos dice que debemos hacer y que no debemos hacer, les recomiendo leer el capítulo 19 del libro de Levítico que nos da las reglas para la humanidad de la vida diaria, de como tratar a los demás y de como comportarnos en la vida. Demos gracias al Señor porque nos enseña y nos consiente, porque nos ama y nos ayuda a cumplir con nuestra Misión en la vida. Alabado sea Dios.
Que la paz de Cristo reine en tu corazón, te deseo un feliz fin de semana, no olvides el rezo del Rosario en familia y la asistencia a la Misa Dominical, que Dios te bendiga.
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