DÍA HISTÓRICO PARA LA IGLESIA CATÓLICA.
El jueves 28 de Febrero del año 2013 está pasando a la Historia de la Iglesia Católica como el día en que un Papa, en pleno uso de sus facultades y actuando con completa libertad, renunció al Pontificado después de ocho años de fructífera labor. Creo que esto señala una nueva era para la Iglesia Católica, el Papa Benedicto XVI, a los 85 años de edad, con una inmensa popularidad entre los fieles que se ha ganado por su propio esfuerzo ya que recordemos que la aún mayor popularidad de que disfrutó el Beato Papa Juan Pablo II, hacia sombra sobre la elección de su sucesor y al principio se notaba una enorme diferencia en este aspecto, todo lo cual el ahora Papa Emérito supo afrontar con su intelecto, sus amplios y refinados conocimientos teológicos y fundamentalmente con su sencillez y humildad, este Papa ha demostrado que quien gobierna la barca de la Iglesia es Dios y ha sabido precisar el momento de dejar paso a alguien más joven y con mayor capacidad física para continuar la labor.
Durante todos estos días, desde el anuncio de su renuncia, Su Santidad se ha estado despidiendo de todos aquellos que le acompañaron durante su pontificado: de los Cardenales, del Gobierno Italiano y especialmente de los fieles, a quienes congregó en la Plaza San Pedro de Roma con motivo de su última Audiencia Papal, haciendo un llamado a toda la Iglesia a purificarse y a renovarse, con la humildad del que es capaz de decir: “Soy solo un Obispo entre los obispos” y al mismo tiempo prometer “reverencia incondicional y obediencia al nuevo Papa” que elija el Cónclave de Cardenales que será convocado en los próximos días.
No hay motivos ocultos en la renuncia de Benedicto XVI, lo demuestra su valentía al afrontar los graves problemas que ha tenido la Iglesia durante sus 8 años de Pontificado, él no ha rehusado en ningún momento a hacer frente a los problemas y ha pregonado su confianza en la fortaleza de la Iglesia para buscar solución a los que se le presentan en la actualidad, fuerza que viene de su fe en Dios y lo ha dicho muchas veces: no teman ”la barca de la Iglesia no es mía, ni vuestra, es suya,” por tanto El no la dejará hundirse.
Dijo Benedicto XVI al despedirse de los fieles y dar gracias a Dios: “El Señor nos ha dado muchos días de sol y ligera brisa, días en los que la pesca fue abundante, pero también momentos en los que las aguas estuvieron muy agitadas y el viento contrario, como en toda la historia de la Iglesia (cuando) el Señor parecía dormir”. Es la sencillez y la humildad de un Papa que no considera extraordinaria su labor y que siempre puso su esperanza en Jesús el Salvador.
Debemos sentirnos orgullosos de nuestro Papa Emérito que supo conducirla en todos los momentos, dejándonos un gran testamento espiritual.
La Iglesia es una comunidad de oración. unámonos todos en oración, en este histórico día, por El, por la Iglesia y por el Papa que vendrá, “la oración con Jesús nos da la común apertura a Dios”.
Que tengan un feliz fin de semana, no olviden el rezo del Rosario en Familia y la asistencia a la Misa Dominical, que Dios les bendiga.