CAMINO HACIA LA PASIÓN.
La Cuaresma es similar a un camino, un largo camino, que conduce hacia la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo. Un camino que hemos emprendido desde el pasado Miércoles de Ceniza y que como todo camino representa un esfuerzo y un estar alerta ante los peligros que se nos pueden presentar, las tentaciones, pero al mismo tiempo confiados en Jesús y en María que nos llevan de la mano.
Podríamos comparar este camino con el que emprendió Abraham cuando Dios lo llamó : “Deja tu país, a los de tu raza y a la familia de tu padre y anda a la tierra que yo te mostraré. Haré de ti una gran nación y te bendeciré; voy a engrandecer tu nombre, y tú serás una bendición. Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te maldigan. En ti serán bendecidas todas las razas de la tierra.” (Gn 12, 1-3). ¿Y cuál fue la actitud de Abraham ante las palabras de Dios? Se puso en camino, poniendo toda su fe en las palabras del Señor. De la misma manera debemos nosotros asumir el compromiso de la Cuaresma, confiados plenamente en Nuestro Salvador.
Como hemos dicho, este viaje no está exento de obstáculos, pero contamos con el auxilio de Jesús y con su Madre Santísima que nos ayudarán a salvarlos, sabemos que sin ellos no podríamos lograrlo. Esta confianza viene del conocimiento que tenemos de la Vida de Jesús, sabemos que Jesús resucitó de entre los muertos y trajo vida e inmortalidad por medio del Evangelio, que nos hizo hermanos suyos, hijos del Padre Celestial y por tanto herederos de su gran misericordia, de su bondad y de su gracia, es con ello con lo que contamos, no con nuestras propias fuerzas y méritos porque no los tenemos, sino con nuestra fe, la misma fe que Abraham puso en la palabra de Dios.
Si quisiéramos separar la Pasión de Cristo del resto del Evangelio, para digamos estudiarla por separado, la primera pregunta que nos surgiría sería: ¿Dónde y Cuándo comienza la Pasión? ¿El domingo de Ramos? ¿El viernes del Concilio? ¿En el Huerto de Getsemaní? ¿En el arresto de Jesús? Pasión significa sufrimiento, viene de la palabra latina “patior” que significa sufrir o sentir, es un sentimiento muy intenso, hacia una persona, un tema o una idea que domina la voluntad y puede hasta perturbar la razón. Entonces yo me pregunto ¿en qué momento comienza Jesús a sentir ese sentimiento que da inicio a su sufrimiento por lo que sabía le habría de ocurrir? Quizás ese pensamiento lo tendría durante toda su vida, pues para eso había venido al mundo, pero se manifiesta de palabra cuando anuncia a los discípulos su pasión. Tres veces hizo Jesús a sus discípulos este anuncio, pero ellos no entendían, es que en su mente sencilla e inocente no cabía la posibilidad de que su Maestro que había hecho tanto bien, dando la vista a los ciegos, sanando a los enfermos, resucitando a los muertos, esparciendo el bien y la caridad, pudiera ser traicionado, tener una muerte tan horrible y pudieran sucederle las cosas que les anunciaba Jesús. Meditemos sobre este Tema, del cual continuaremos hablando.
Que la paz de Cristo reine en tu corazón, recuerda cumplir con la abstinencia de hoy viernes, te deseo un feliz fin de semana, no olvides el rezo del Rosario en Familia y la asistencia a la Misa Dominical, que Dios te bendiga.
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