El hombre quiere olvidar su pasado, vivir el presente y le inquieta el futuro, por eso presta oídos muchas veces a los adivinadores que se atreven a predecir las cosas que ocurrirán en los próximos días o años. La historia nos da cuenta de personas que se adelantaron a su tiempo y predijeron hechos que en realidad sucedieron posteriormente, son misterios que solo pueden explicarse si los atribuimos a la sabiduría de Dios, quien es realmente el dueño y Señor del tiempo y del espacio. Esto no quiere decir que exista un “destino” por medio del cual cada quien esté de antemano condenado a pasar por determinados momentos en su vida y no pueda ser capaz de modificarlos, por el contrario, Dios nos ha dado la capacidad para discernir y decidir en cada encrucijada que se nos presente y de esas decisiones, buenas o malas, es que va a depender nuestro futuro.
Dios quiere que actuemos de determinada manera, pero nos da libertad para decidir en cada momento de nuestra vida, es lo que se llama el libre albedrío, por eso cada quien es responsable de si mismo, su presente es consecuencia de las decisiones que tomó en el pasado y su futuro será a su vez la consecuencia de las decisiones que tome en el presente.
Sin embargo, Dios está siempre pendiente de nosotros y nos envía mensajes constantemente, en el pasado leemos en la Biblia que lo hacía por intermedio de los profetas. Por cierto, hoy celebra la iglesia el día de los doce santos profetas menores del Antiguo Testamento. En efecto, los profetas de la Biblia se clasifican en Mayores y Menores, se considera a cuatro mayores que son Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel y a doce menores que son: Ageo, Amós, Abdías, Habacuc, Jonás, Joel, Malaquías, Miqueas, Nahum, Oseas, Sofonías y Zacarías.
Sería muy largo en estas cortas líneas hablar de cada uno de ellos, pero vamos a referirnos a Miqueas que tiene mucho que ver con ese camino que hemos emprendido imaginariamente a Belén. Miqueas vivió 700 años antes de Cristo, fue contemporáneo de Isaías, aún cuando ninguno de ellos menciona al otro en sus escritos, criticó duramente a los jefes y los ricos que oprimían al pueblo de Israel, denunciándolos como responsables de la miseria del pueblo y profetizó que de Belén saldría “aquel que debe gobernar a Israel: su origen se pierde en el pasado, en épocas antiguas. Por eso, si Yavé los abandona es solo por un tiempo, hasta que aquella que debe dar a luz tenga su hijo…él se mantendrá a pie firme y guiará su rebaño con la autoridad de Yavé, para gloria del Nombre de su Dios; vivirán seguros, pues su poder llegará hasta los confines de la tierra. El mismo será su paz.” (Miq 5, 1-4).Como decimos en criollo, más claro no canta un gallo.
Construyamos nuestro futuro con las decisiones acertadas del presente, cumpliendo con todos los preceptos del Señor y siguiendo los pasos de su Hijo Jesucristo, para ello invoquemos constantemente la ayuda de la Santísima Virgen, aquella que debía dar a luz en Belén y que es también nuestra madre amorosa que nos cuida desde el cielo.
Que la paz y la bendición de Dios lleguen a todos sus hogares, feliz fin de semana y no olviden la misa dominical y el rezo del Rosario en familia.
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