viernes, 5 de junio de 2009

X-054 "Tu eres mi Hijo,el Amado, mi Elegido"


En la meditación anterior les invitamos a leer los evangelios, vamos a ser optimistas y pensar que ya han comenzado en esta lectura tan agradable y tan necesaria. Decíamos que el evangelio de San Marcos es el más corto, ello se debe a que va directamente a la narración de los hechos en la vida de Jesús, sin hacer preámbulos ni adornarse poéticamente, es muy concreto en su lenguaje, además no hace referencia ni al nacimiento ni a la infancia de Jesús, comienza a partir del bautismo del Salvador, con una breve explicación acerca del precursor, Juan el Bautista, y del hecho en si mismo.

Marcos acompañó a San Pedro en su predicación en Roma, por tanto lo que escribe fue lo que escuchó decir a Pedro, Apóstol del Señor y el primer Papa de la Iglesia de Cristo y además conoció también a San Pablo, lo que nos indica que tiene también mucho de la predicación de este otro pilar de la Iglesia Católica. Nos narra todas aquellas tradiciones orales acerca de la vida de Cristo que eran para ese momento frescas, pues aún estaban vivos aquellos y otros personajes contemporáneos a Jesús de Nazaret.

Comienza Marcos diciendo "Este es el comienzo de la Buena Nueva de Jesucristo (Hijo de Dios)" ( Mc 1, 1) Y es este uno de los ejes del evangelio de San Marcos, demostrarnos esa filiación entre el Padre, el Dios del Antiguo Testamento, el Dios de los Judíos, el que habló por los profetas, el Unico Dios verdadero y su enviado, Jesucristo.

Inicia su evangelio citando al profeta Isaías, de manera de buscar un enlace con el Antiguo Testamento, cuando el Señor anuncia por medio de este profeta la venida de Juan el Bautista para preparar el camino del Señor, bautizando a la gente con agua y anunciando la pronta venida de alguien con más poder que él que los bautizará con el Espíritu Santo.

El bautismo de Jesús es narrado con sencillez: "En aquellos días Jesús vino de Nazaret, pueblo de Galilea y se hizo bautizar por Juan en el río Jordán. Al momento de salir del agua, Jesús vio los Cielos abiertos; el Espíritu bajaba sobre él como lo hace la paloma, mientras se escuchaban estas palabras del Cielo: "Tu eres mi Hijo, el Amado, mi Elegido." (Mc 1, 9-11).

La Santísima Trinidad está presente en este maravilloso momento, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, se abre el Cielo y se abren las puertas de la verdadera Tierra Prometida, se revela el primer gran misterio, Dios es uno en tres personas y comienza la misión del Elegido, bajo la mirada atenta del Padre y la inspiración del Espíritu Santo.

Que la paz y la bendición de Dios lleguen a todos sus hogares, feliz fin de semana y no olviden la misa dominical y el rezo del Rosario en familia.

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