ANGUSTIADOS POR EL MAÑANA.
El hombre de hoy vive angustiado por el mañana, una atmósfera de desgracias y muertes lo asedia constantemente, los medios de comunicación le disparan cada día titulares y noticias sobre todos los infortunios de la humanidad, en su afán comercial han descubierto que lo que el hombre busca en los periódicos, en los noticieros, en la televisión, son las malas noticias, donde ocurrió el último terremoto, en tiempo de sequías quiere saber cuantas cosechas se han perdido y en tiempo de lluvias cuantos países se han inundado, los fines de semana le dicen cuantas personas han ingresado a la morgue, víctimas de los crímenes más horrendos, y a nivel internacional como van las guerras, cuantas explosiones causó el terrorismo, si los presidentes de los países se reúnen le interesa más saber si se pelearon entre si, quienes están unos contra los otros y no si se firmó algún tratado de paz.
De allí que es natural que en su vida particular esté constantemente temeroso de lo que le pueda ocurrir, ansioso por saber lo que eventualmente pueda sucederle mañana, si no va a conseguir el alimento porque va a escasear o porque van a subir de precio, que lo pueden botar del trabajo por las trampas que le ponen sus compañeros para serrucharle la silla, que lo van a asaltar a la vuelta de la esquina y tantas cosas más. En este afán llega hasta consultar con horóscopos y adivinadores que han proliferado en medio de esa angustia por el mañana.
El hombre de hoy vive angustiado por el mañana, una atmósfera de desgracias y muertes lo asedia constantemente, los medios de comunicación le disparan cada día titulares y noticias sobre todos los infortunios de la humanidad, en su afán comercial han descubierto que lo que el hombre busca en los periódicos, en los noticieros, en la televisión, son las malas noticias, donde ocurrió el último terremoto, en tiempo de sequías quiere saber cuantas cosechas se han perdido y en tiempo de lluvias cuantos países se han inundado, los fines de semana le dicen cuantas personas han ingresado a la morgue, víctimas de los crímenes más horrendos, y a nivel internacional como van las guerras, cuantas explosiones causó el terrorismo, si los presidentes de los países se reúnen le interesa más saber si se pelearon entre si, quienes están unos contra los otros y no si se firmó algún tratado de paz.
De allí que es natural que en su vida particular esté constantemente temeroso de lo que le pueda ocurrir, ansioso por saber lo que eventualmente pueda sucederle mañana, si no va a conseguir el alimento porque va a escasear o porque van a subir de precio, que lo pueden botar del trabajo por las trampas que le ponen sus compañeros para serrucharle la silla, que lo van a asaltar a la vuelta de la esquina y tantas cosas más. En este afán llega hasta consultar con horóscopos y adivinadores que han proliferado en medio de esa angustia por el mañana.
Entre nosotros los católicos no debe ser así, creemos en un Dios que es Todopoderoso, para quien no hay nada imposible y que nos ama con locura porque somos sus criaturas, hechura de sus manos a su imagen y semejanza. El hombre justo solo teme al Señor, temor de no ofenderle, no por el castigo que pueda darnos sino porque es un Dios tan bueno que no merece que le ofendamos.
“¡Feliz el hombre que teme al Señor y valora mucho sus mandamientos! Su semilla será pujante en el país, los retoños del hombre bueno serán benditos…No tiene miedo a las malas noticias, pues en su corazón confía en el Señor; su corazón está firme, nada teme, al final, despreciará a sus adversarios.” (Sal 112, 1, 7-8)
El hombre que confía en Dios no teme, tiene fe en la Divina Providencia, piensa “Dios proveerá”, así como alimentó a su pueblo en el desierto, a mi también me cuidará y nada malo ha de ocurrirme, El me ha dado la protección del Espíritu Santo desde el día en que me bautizé y vivo bajo sus alas, seguro y confiado.
No nos dejemos envolver por la vorágine del mundo, somos el rebaño de Jesús, El es nuestro Buen Pastor que nos cuida y nos lleva a lugares seguros confortando nuestro espíritu, tengamos fe plena en que su bastón y su callado nos protegerán.
Oraciones Comunitarias: 1) Solicita Kathleen Chebly por Alonso Llosa de Lima, Perú quien fue sujeto de una operación quirúrgica y está en proceso de recuperación. 2) Por David Torres, de Guayana, quien se encuentra secuestrado desde hace varios meses. 3) Por nuestro Santo Padre, Benedicto XVI, para que el Señor le de la fortaleza y la inteligencia necesaria para afrontar los ataques a la Iglesia. 4) Por la Causa de Beatificación de la Sierva de Dios, María Esperanza. Señor te pedimos por todas estas intenciones, escucha nuestras súplicas y atiéndelas según tu Santa Voluntad. (Padre Nuestro, Ave María y Gloria )
Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.
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