viernes, 4 de junio de 2010

XI-049 Con la misma vara.


CON LA MISMA VARA.

Antes de entrar en materia vamos a felicitar y dar la bienvenida a la Familia Bianchini, a la Fundación Betania y a la Coral Betania, a su regreso de su viaje a Boston, Massachusetts, a la Betania II, llevando su misión de apostolado, en continuación de la labor iniciada por la Sierva de Dios, María Esperanza.

En una canción del Padre Nuestro que es muy popular, se usa la expresión “..y mide nuestras faltas, con nuestra misma vara”, en sustitución de la frase enseñada por Jesús en el Padre Nuestro que dice “Perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”. De hecho esa frase ha tenido variantes a lo largo de los años y los siglos, ya que esa traducción inicial no se ajusta al significado que tienen esas mismas palabras hoy en día.


A lo que se refería el Señor en el Padre Nuestro es fundamentalmente al perdón que debemos dar a quienes de alguna manera nos han ofendido, para poder tener derecho a que Dios nos perdone a nosotros nuestras faltas. Porque lo que hacemos en la práctica, cuando alguien nos ofende, es emitir un juicio sobre esa ofensa y esa persona, y nos convertimos en legisladores y jueces a la vez, entonces decimos: Esa falta es muy grave, por tanto a este fulano le damos como sentencia Cadena Perpetua. Es decir que nunca le vamos a perdonar lo que nos hizo, lo hemos juzgado y condenado de acuerdo con nuestra ley, lo hemos medido con nuestra propia Vara.


Y es precisamente a eso a lo que se refiere la canción, le estamos pidiendo a Dios que nos juzgue de acuerdo a esa “ley” mediante la cual nosotros juzgamos a aquel que nos ofendió. Y, cuidado, porque si eso es así y nosotros también hemos ofendido a Dios, no le quedará mas remedio que darnos a nosotros Cadena Perpetua, que en términos de eternidad significa “Fuego eterno”.


Jesús perdonó en la Cruz todos los pecados de aquel ladrón que le dijo “Señor, acuérdate de mi cuando estés en tu Reino” (Lc 23, 42), también perdonó a Pedro que lo había negado tres veces, y además de todo eso pidió perdón al Padre para los que lo crucificaron. ¿ Por qué no hemos nosotros de perdonar las faltas de aquellos que nos han ofendido? ¿Somos acaso más intocables que Jesús?

Medita sobre esto, piensa en aquel hermano que te ha ofendido y con quien has estado enfadado por tanto tiempo, es hora de que lo perdones, no lo dejes para mañana, el perdón se debe dar de inmediato, recuerda la respuesta de Jesús al buen ladrón: “En verdad te digo, hoy mismo estarás conmigo en el Paraíso”. (Lc 23, 43). Con la misma vara que juzguemos a los demás, seremos nosotros también juzgados, procura que la sentencia al final sea el perdón.

Que la paz llegue a todos sus hogares, les recuerdo este fin de semana acudir a la misa dominical y rezar el rosario en familia para que permanezcan unidos en el Señor.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Arribe a tu blog buscando otra cosa en google y debo reconocer que esta muy bien escrito. financial help
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Anónimo dijo...

Hola, muy interesante el post, muchos saludos desde Panama!

Anónimo dijo...

Saludos, muy interesante el post, espero que sigas actualizandolo!