lunes, 6 de mayo de 2013

XIV-033 El Mundo Visible



EL MUNDO VISIBLE.

Continuando con nuestro repaso del Catecismo de la Iglesia Católica vamos a referirnos hoy a los párrafos que van del 337 en adelante. Hemos dicho anteriormente que Dios es Creador de todo lo Visible y lo Invisible, la vez pasada nos referimos a ese mundo invisible habitado por los ángeles y hoy haremos referencia al mundo que podemos ver con nuestros ojos, constituido por el universo de los planetas y las estrellas, la tierra, el planeta en que vivimos, con sus montañas y sus ríos, sus mares y playas y los seres vivientes que la habitamos, las plantas, los animales y el hombre.

En la Biblia encontramos una descripción simbólica de la Creación en una secuencia de seis días de trabajo que comienza por señalar la confusión y el caos existente previo a la creación y como Dios va creando en orden cada cosa y que concluye luego en un séptimo día que es el día del descanso. A pesar de que se trata de una descripción poética de la Creación, sabemos que son palabras inspiradas por Dios, como toda la Escritura Sagrada. Sin embargo, ese simbolismo representa muchas verdades que Dios ha querido revelarnos para que nos demos cuenta que en todo hay un orden, una riqueza y una diversidad y de qué manera todo está ordenado a la alabanza divina. Todo comienza con Dios, la historia humana, la naturaleza, el mundo constituido, tienen su principio en la Creación, en el momento en que Dios por su palabra saca todas estas cosas de la nada y las hace visibles a los ojos humanos.
Dios va creando en forma ordenada todas las cosas y las criaturas, dándoles a cada una su bondad y su perfección, es por eso que dice “Y vio Dios que era bueno” (Gen 1, 10) Es decir que todas las cosas reflejan en su firmeza, en su diversidad y en su bondad, la inteligencia creadora de Dios, su sabiduría y su bondad infinita. Y aquí podemos sacar nuestra primera conclusión y es que el hombre debe respetar la bondad propia de cada criatura y evitar un uso desordenado de ellas, pues de lo contrario sería como un desprecio al Creador y eso traería consecuencias nefastas para nosotros mismos. Se me ocurre un ejemplo, cuando el hombre o la mujer tratan por medios artificiales de modificar su aspecto físico, agrandando sus senos, cambiando su nariz o su cara, están incurriendo en ese desprecio del que hablamos y las consecuencias ya las hemos visto.

Otro aspecto que nos trata el catecismo es el referente a la interdependencia de las cosas. En efecto, ninguna criatura se basta a sí misma, todas están hechas para complementarse entre sí y que exista una dependencia entre ellas. Por ejemplo las especies dependen unas de otras para su alimentación, el hombre necesita de las plantas para curar sus enfermedades, la abeja necesita de la flor, el agua necesita del sol para evaporarse y luego formar las nubes que a su vez regaran con la lluvia los campos y los sembradíos para poder fructificar y dar el alimento a los animales y a los hombres, todas estas cosas las hizo Dios así desde un principio y el hombre las ha ido descubriendo poco a poco y las ha llamado las leyes de la naturaleza.

De igual manera la especie humana está hecha para que exista una interdependencia entre los seres que la componen, no todos pueden hacer todas las cosas, cada quien tiene su oficio y nos dependemos unos a otros para la vida en sociedad. Existe un orden jerárquico en toda la Creación, pero el hombre está en la punta de esa pirámide, es la obra cumbre de la Creación, pero todas las criaturas tenemos el mismo Creador,  a él debemos darle gloria por habernos creado y para eso debemos respetar toda la creación y las leyes que Dios impuso para su funcionamiento y desarrollo, siendo fieles a esa Alianza inquebrantable con Dios.

Glorifiquemos a Dios con nuestras vidas.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y les acompañe siempre.

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