lunes, 20 de mayo de 2013

XIV-039 La Caída y el Pecado Original.



LA CAIDA Y EL PECADO ORIGINAL.

Continuando con nuestro repaso del Catecismo de la Iglesia Católica, vamos a comentar hoy los párrafos que van del 385 al 420 que nos hablan de La Caída y el Pecado Original, tratando de resumir los conceptos para así adelantar más rápidamente ya que nos falta todavía mucho terreno por andar.

Antes de hablar de la Caída, tratemos de definir el significado de “pecado”:  Cualquier acción del hombre que vaya en contra del amor a Dios es un pecado. Dios ha dado al hombre el libre albedrío, es decir que puede decidir por sí mismo las acciones a tomar, pero al mismo tiempo le ha establecido límites dentro de los cuales puede actuar que son sus Mandamientos: Amarás al Señor tu Dios por sobre todas las cosas, No pronunciarás el nombre de Dios en vano, santificaras las fiestas y todos los que se refieren al trato con el prójimo que podrían resumirse en la expresión “amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Cuando el hombre traspasa estos límites, comete pecado y el pecado lo separa del amor a Dios. Sin embargo, Dios no abandona a sus criaturas, aún cuando hubieren caído en pecado, por el contrario, desde un principio estableció que enviaría un Salvador que nos devolvería la gracia y nos abriría las puertas del Cielo.

Jesucristo es ese Salvador que vino al mundo enviado por el Padre para que donde abundaba el pecado, sobreabundara la gracia.

Hemos dicho que antes de la Creación del hombre, Dios creó a los seres espirituales que llamamos ángeles, los hizo a todos buenos pero les dio la capacidad de actuar según sus propias voluntades, y aún cuando la mayoría siguió el camino de la obediencia al Creador, un grupo de ellos se rebeló contra Dios y se transformaron en malvados, provocando su caída, dando así origen al infierno. Esto es lo que se denomina La Caída, esos ángeles encabezados por Lucifer, tratan ahora de asociar al hombre a su rebeldía contra Dios y de allí que tienten constantemente al ser humano tratando de seducirlo para que caiga en el pecado y se aparte de Dios.

Según leemos en las Sagradas Escrituras, en el capítulo del Génesis, los primeros humanos tentados por Satanás fueron Adán y Eva, a quienes Dios había colocado en el Edén o Paraíso Terrenal, permitiéndoles comer de todas las frutas de los árboles que estaban a su alrededor con la excepción de un árbol al que llamó “el árbol del bien y el mal”, el demonio con engaños hizo que desobedecieran las indicaciones del Señor y que comieran la fruta del árbol prohibido, cometiendo de esta manera el primer pecado de la humanidad al que llamamos por eso “el pecado original”. El castigo de Dios para Adán y Eva fue la expulsión del Paraíso y además que su pecado se transmitiera a todos sus descendientes , es por eso que al nacer, todos tenemos el pecado original que no es cometido sino transmitido, cuyas consecuencias son la muerte y el sufrimiento y que solo se borra por los méritos de la Pasión de Cristo, con el sacramento del Bautismo.
Glorifiquemos a Dios con nuestras vidas.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca siempre.

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