lunes, 5 de agosto de 2013

XIV-058 La Santidad en la Familia.


LA SANTIDAD EN LA FAMILIA.

El próximo miércoles 7 de agosto se conmemoran nueve años de la partida al Cielo de María Esperanza Medrano de Bianchini, la mística venezolana vidente principal de las apariciones de la Virgen María en Finca Betania, declarada Sierva de Dios en la apertura de su causa de beatificación y canonización el 31 de Enero de 2010, en la ciudad de Metuchen, New Jersey, Estados Unidos, durante solemne acto en la Catedral de San Francisco de Asís, presidido por el Arzobispo de dicha ciudad Reverendo Paul Gregory Bootkoski.

Con motivo de esta celebración se llevará a cabo una misa en la Capilla del Cementerio del Este a las 3pm., oficiada por el Rev. Timothy Bayerley, Vice-Postulador de la Causa y amenizada por la Coral Betania, posteriormente se rezará un rosario en el lugar donde reposan los restos de la Sierva , ubicado a pocos metros de la Capilla.

Entremos en materia, la Misión que Dios quiso encomendar a su Sierva María Esperanza fue la de demostrar al mundo que es posible llegar a la Santidad en la Familia y que por tanto debemos procurar familias bien fundamentadas sobre la roca de Cristo que se mantengan unidas y así puedan lograr como fruto la santidad de sus integrantes. Como nos ocurre a todos, la misión que Dios quiere para nosotros no se nos muestra con claridad en los primeros años de nuestra vida y es tal vez porque Dios quiere primero probar nuestro temple y nuestro carácter para lograrla antes de encomendárnosla claramente. Así ocurrió con María Esperanza, sus primeros años fueron una prueba de su fe y de su valentía para afrontar las dificultades de esta vida y ella los discurrió con una demostración permanente de su gran amor por Dios y las almas. Fue así como llegó a pensar en su juventud, cuando apenas tenía 23 años, que su destino era dedicar su vida a Dios íntegramente por medio de la contemplación y la oración, por lo que decidió ingresar a un convento de monjas carmelitas ubicado en la ciudad de Mérida, en la cima de los andes venezolanos y fue allí donde por medio de varias experiencias místicas Dios le manifestó su verdadera misión que no se desarrollaría en la santa intimidad de un convento como religiosa, sino en medio del mundo, siendo laica, casándose y formando una familia que fuera ejemplo de unidad y de santidad. Ella supo obedecer y cumplió la misión que Dios le encomendó.

Hablábamos en nuestra meditación anterior acerca de la Contaminación moral del Mundo de hoy y Dios quiere modificar esto partiendo de la raíz del problema que es la desintegración de que son víctimas las familias de nuestro tiempo, demostrando con la familia que formó María Esperanza compuesta por 34 personas que estuvieron todos presentes alrededor de su lecho el día de su partida, que si es posible lograr la unión y la solidaridad en las familias, y que por tanto es también posible lograrlo en la sociedad, recuperando el camino de la salvación y la posibilidad de vivir en un mundo mejor, donde nos amemos todos como hermanos de verdad.

Glorifiquemos a Dios con nuestras vidas.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca por siempre.

No hay comentarios: