lunes, 9 de noviembre de 2009

X-092 Tu palabra me da vida.


TU PALABRA ME DA VIDA.

La palabra del Señor nos da vida, vida sobrenatural, son palabras de vida eterna. Las palabras de Jesús son alimento para nuestro espíritu, si queremos verlo crecer y dar frutos, tenemos que alimentarlo con las palabras de vida: “Trabajen, no por el alimento de un día, sino por el alimento que permanece y da vida eterna. Este se lo dará el Hijo del Hombre; él ha sido marcado con el sello del Padre.” (Jn 6, 27).

Jesucristo nos invita a considerar su palabra como un alimento que nos da vida eterna. ¿Cuál es el comportamiento del hombre? Busca trabajo para poder comprar su alimento y el de su familia, se preocupa por mantenerlo porque piensa que de no ser así morirían él y toda su familia, ya que supone que no tiene en si mismo la vida, sino que tiene que recibirla del exterior, de esos alimentos que le son imprescindibles.

Sin embargo, la realidad es que a pesar de toda esa lucha, algún día la vida se le escapará, es decir que no fueron suficientes los alimentos materiales para conservarla. Jesús nos ofrece un alimento que permanece, que realmente nos da vida y para siempre, una vida en un mundo mucho mejor que este, donde no habrá sufrimientos ni enfermedades, donde no existe el dolor ni la pena, donde no hay miedo a la muerte, donde reinan la paz y la justicia, la fraternidad entre los hermanos, el dar y el servir están por encima del recibir y el ser servido, el amor está por encima de todo y la gracia y la luz de Dios nos alumbran los senderos.

Verdaderamente existe una vida interior en nosotros, la vida del espíritu que es nuestro propio ser, lo demás es temporal, perecedero y esa vida interior que es sobrenatural debemos alimentarla con la palabra de Dios. Si procuramos la presencia de Dios en nuestras vidas tendremos vida sobrenatural.

Debemos morir al pecado y vivir para Dios en Cristo Jesús. Una vez que hemos muerto al pecado no permitamos que irrumpa de nuevo en nuestras vidas, entreguemos todos nuestros sentidos y nuestro cuerpo a Dios Todopoderoso para que el pecado no lo pueda dominar más nunca y podamos vivir en la gracia de Dios.

Vivamos la humildad de Cristo, no nos creamos mejores que los demás, y cuando nos exalten por algo bueno que hayamos hecho, pidámosle a Dios que nos humille en el corazón, que nos haga ver en ese momento lo que seríamos si no lo tuviésemos a él con nosotros. Vivamos la palabra de Dios por medio del Evangelio, dediquemos cada día unos momentos a leerla, igual que dedicamos cada día unos momentos a desayunar, a almorzar y a cenar, no olvidemos que nuestro espíritu también tiene hambre y sed, alimentémoslo con la palabra que da vida.

Oración Comunitaria: Solicita Ella Reyes Reimers, desde Zacatecas, México, suplicando por ella y su familia que están pasando por momentos muy difíciles. Oremos al Señor para que los sane a todos ellos del cuerpo y del alma y que si es su voluntad, que facilite la solución de los problemas de esta familia, para que le puedan servir cada día más con perseverancia y fe. (Padre Nuestro, Ave María y Gloria).

Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.

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