lunes, 2 de noviembre de 2009

X-090 Santos y Difuntos.


SANTOS Y DIFUNTOS.

Antes de entrar en materia, permítanme enviar una calurosa felicitación a los miembros de la Coral Betania por el excelente concierto que nos brindaron ayer en la Iglesia de La Anunciación del Señor, en La Boyera, comenzando ya la temporada navideña con la interpretación de ese precioso aguinaldo criollo “El Niño Nació” del compositor Hugo Liscano, nuestro muy apreciado amigo. Oportunamente, cuando tengamos conocimiento de ello les avisaremos de su calendario de actuaciones. Vaya también nuestra palabra de felicitación al Sr. Geo Bianchini y la misión que le acompañó a Long Island, New York, donde en el día e ayer dictó una conferencia acerca de las apariciones de la Virgen María.

en Betania, atendiendo invitacion de instituciones de ese lugar, todo sea para la Gloria de Dios.
La Iglesia Católica celebró ayer el día de Todos los Santos y hoy conmemora a Todos los Difuntos, dos fechas tradicionales de nuestro calendario litúrgico que inician la recta final de éste que concluye a finales de noviembre. Debemos recordar que la Iglesia Católica se compone de tres grandes grupos de fieles, por una parte la “Iglesia Triunfante” que son todos aquellos que ya están en el cielo gozando de la presencia del Señor, son los Santos, unos reconocidos por la fama de sus obras aquí en la tierra y muchos desconocidos pero que pasaron su vida haciendo el bien y reconociendo al único Dios verdadero y a su Hijo Nuestro Señor Jesucristo. Otra parte la constituye la “Iglesia Militante” que somos todos nosotros, los seres vivos, que estamos aquí en este mundo, pasando por esta prueba para demostrar nuestro amor a Dios y nuestra voluntad de hacer el bien a nuestros semejantes y de rechazar la maldad en todas sus formas. Por último, el tercer grupo se llama “La Iglesia Purgante” o Sufriente que está compuesta por aquellos difuntos que, como dice el Catecismo, “han muerto en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo” (Cat. 1030).

Hoy recordamos a todos nuestros seres queridos que han partido hacia la eternidad, sabemos que todos ellos murieron en la amistad del Señor, pero desconocemos si se encuentran en el Cielo o en el Purgatorio, ¿Podemos hacer algo por ellos?, desde luego que si, podemos orar por ellos y ofrecer misas por su purificación, yo les he recomendado en otras ocasiones el rezo, una vez a la semana, de Los Cien Réquiem que es una práctica muy hermosa, eso no solo les beneficia a ellos sino que a nosotros también ya que una vez que ellos puedan subir al cielo, en agradecimiento van a interceder por nosotros. (Los que no tengan la oración pueden solicitarla y se las enviaremos).

También podemos ofrecer nuestras buenas obras y acciones para el beneficio de esas almas, no solo de las de nuestros familiares sino las de aquellos que no tienen quien les rece ni quien se acuerde de ellos.

Oración Comunitaria: Voy a pedirles hoy que nos unamos en una oración por la salud del cuerpo y del alma de nuestro hermano en Cristo, Reynaldo López, lector asiduo de esta meditaciones, quien ha sido operado del corazón varias veces y está sufriendo de este delicado órgano, para que el Señor le de la fortaleza necesaria para soportar la prueba y salir adelante. (Padre Nuestro, Ave María y Gloria).

Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.

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