LOS CUATRO VOTOS DE MARIA.
Ya en la meditación del pasado viernes comenzamos a hablar sobre la Navidad, es decir la fiesta de la Natividad del Señor, del nacimiento de Jesús, el Divino Hijo de Dios, que descendió de los cielos y que por obra y gracia del Espíritu Santo se encarnó de María la Virgen, para hacerse hombre y vivir entre nosotros.
Jesucristo vino al mundo para anunciar el reino de Dios, invitar a la conversión personal, predicar la doctrina de la salvación y poner los primeros fundamentos de la Iglesia. El es nuestro Redentor porque al final de su vida voluntariamente aceptó morir por todos los hombres para rescatarnos del pecado y darnos la vida eterna.
La venida al mundo de Jesús no fue un acontecimiento casual, existe evidencia en las Sagradas Escrituras acerca de la preparación de esa venida siglos antes de que ocurriera, por boca de profetas que anunciaron con lujo de detalles muchas de las características de esta visita celestial. Dios preparó cuidadosamente todos los detalles, comenzando por los padres de la que habría de ser la Madre del Señor, San Joaquín y Santa Ana, los escogió santos y puros, de ellos nació la Virgen María que desde muy pequeña fue llevada al templo y entregada para su crianza y educación.
Precisamente, estando allí en el templo, cuando apenas tenía tres años de edad, la Virgen fue llevada al cielo, según lo relató ella misma a Sor María de Jesús de Agreda quien lo informa en el famoso libro Ciudad Mística de Dios, que hemos mencionado en anteriores oportunidades. Estando allá, en presencia del Altísimo, la Virgen mostró su profunda humildad al decirle que se consideraba indigna de mirar la grandeza del Padre y de recibir tan grandes beneficios y que sería preferible que esas prendas de amor le fueran dadas a otros siervos que las merecían mejor que ella. Esta respuesta fue agradable a los ojos de Dios quien la llamó “Paloma mía” y “Dilecta mía”.
La Virgen hizo entonces al Señor cuatro votos: castidad, pobreza, obediencia y perpetuo encerramiento en el templo. Sin embargo, el Señor le dijo que no sería posible cumplirlos todos dado el discurso de la vida que le tenía preparada, que debería cumplir los dos primeros, y que los otros dos se cumplirían en muchas otras doncellas que en el tiempo venidero los harían para seguirla a ella y para servirle a El, que son los votos que ahora hacen las religiosas de las distintas congregaciones.
Celebremos la Navidad con profundo respeto por nuestras tradiciones católicas, recordando el gran amor que Dios nuestro Padre nos tiene y el regalo inmenso que significó para la humanidad el Nacimiento del Niño Jesús en Belén. Alabado sea Dios.
Oración Comunitaria: Hoy quiero hacerles una petición personal, vamos a elevar una oración por María Auxiliadora Bianchini de León, Directora de la Coral Betania, quien será intervenida quirúrgicamente el día de hoy. Pidamos al Señor por el éxito de esta operación y por su pronta recuperación para que continúe su gran labor al frente de esta agrupación musical. Señor, si es tu voluntad, ven y sánala. (Padre Nuestro, Ave María y Gloria) Gracias a todos.
Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.
Ya en la meditación del pasado viernes comenzamos a hablar sobre la Navidad, es decir la fiesta de la Natividad del Señor, del nacimiento de Jesús, el Divino Hijo de Dios, que descendió de los cielos y que por obra y gracia del Espíritu Santo se encarnó de María la Virgen, para hacerse hombre y vivir entre nosotros.
Jesucristo vino al mundo para anunciar el reino de Dios, invitar a la conversión personal, predicar la doctrina de la salvación y poner los primeros fundamentos de la Iglesia. El es nuestro Redentor porque al final de su vida voluntariamente aceptó morir por todos los hombres para rescatarnos del pecado y darnos la vida eterna.
La venida al mundo de Jesús no fue un acontecimiento casual, existe evidencia en las Sagradas Escrituras acerca de la preparación de esa venida siglos antes de que ocurriera, por boca de profetas que anunciaron con lujo de detalles muchas de las características de esta visita celestial. Dios preparó cuidadosamente todos los detalles, comenzando por los padres de la que habría de ser la Madre del Señor, San Joaquín y Santa Ana, los escogió santos y puros, de ellos nació la Virgen María que desde muy pequeña fue llevada al templo y entregada para su crianza y educación.
Precisamente, estando allí en el templo, cuando apenas tenía tres años de edad, la Virgen fue llevada al cielo, según lo relató ella misma a Sor María de Jesús de Agreda quien lo informa en el famoso libro Ciudad Mística de Dios, que hemos mencionado en anteriores oportunidades. Estando allá, en presencia del Altísimo, la Virgen mostró su profunda humildad al decirle que se consideraba indigna de mirar la grandeza del Padre y de recibir tan grandes beneficios y que sería preferible que esas prendas de amor le fueran dadas a otros siervos que las merecían mejor que ella. Esta respuesta fue agradable a los ojos de Dios quien la llamó “Paloma mía” y “Dilecta mía”.
La Virgen hizo entonces al Señor cuatro votos: castidad, pobreza, obediencia y perpetuo encerramiento en el templo. Sin embargo, el Señor le dijo que no sería posible cumplirlos todos dado el discurso de la vida que le tenía preparada, que debería cumplir los dos primeros, y que los otros dos se cumplirían en muchas otras doncellas que en el tiempo venidero los harían para seguirla a ella y para servirle a El, que son los votos que ahora hacen las religiosas de las distintas congregaciones.
Celebremos la Navidad con profundo respeto por nuestras tradiciones católicas, recordando el gran amor que Dios nuestro Padre nos tiene y el regalo inmenso que significó para la humanidad el Nacimiento del Niño Jesús en Belén. Alabado sea Dios.
Oración Comunitaria: Hoy quiero hacerles una petición personal, vamos a elevar una oración por María Auxiliadora Bianchini de León, Directora de la Coral Betania, quien será intervenida quirúrgicamente el día de hoy. Pidamos al Señor por el éxito de esta operación y por su pronta recuperación para que continúe su gran labor al frente de esta agrupación musical. Señor, si es tu voluntad, ven y sánala. (Padre Nuestro, Ave María y Gloria) Gracias a todos.
Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.
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