lunes, 12 de julio de 2010

XI-064 Servir y no ser servidos.



SERVIR Y NO SER SERVIDOS.

Ante todo nuestra felicitación a los lectores de España y a todos los que en el día de ayer se sintieron felices por el triunfo de España en el Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010, un evento de paz y armonía entre las naciones del mundo que contribuye sin lugar a dudas a la hermandad entre los pueblos.


Entremos en materia, nuestra meditación de hoy la sugerimos sobre el tema del servicio a los demás, a todos nos encanta ser servidos, nos sentimos felices si llegamos a una casa, aunque sea la nuestra, y nos sentamos mientras alguien viene a traernos una bebida o unos bocadillos, más aún si se trata de una comida y nos llaman a la mesa cuando ya todo está preparado, mientras que a nosotros lo que nos toca es simplemente sentarnos a comer. Esto es solo un ejemplo, son muchas las ocasiones y los servicios que se nos presentan a diario en los cuales preferimos y nos encanta quedarnos quietecitos mientras los demás se desviven por atendernos.

Jesús nos enseña que no debe ser así, que nuestro deber es servir y no ser servidos que debemos estar pendientes de las necesidades de los demás y ser los primeros en ayudarlos, con humildad, con espíritu de servicio.

En el evangelio de San Marcos leemos: “Llegaron a Cafarnaún y una vez en casa, Jesús les preguntó: ¿De qué venían discutiendo por el camino? Ellos se quedaron callados, pues habían discutido entre si sobre quien era el más importante de todos. Entonces se sentó, llamó a los Doce y les dijo: “Si alguno quiere ser el primero, que se haga el último y el servidor de todos” (Mc 9, 33-35).

En este mundo, se considera el más importante aquel a quien todos le sirven y le rinden pleitesía, pero en el Reino de Dios es todo lo contrario, para ser importante es necesario servir, ser el servidor de todos.

Jesús nos llama a la humildad, demostrada en el servicio, él mismo se nos muestra como ejemplo de vida de humildad, de servicio y nos dice “He venido a servir y no a ser servido”. En la última cena, se ciñe una toalla a la cintura y lava y seca los pies a cada uno de los apóstoles para demostrarnos en que consiste la humildad y el servicio a los demás.

Cada uno de nosotros debe ser un servidor para los demás, eso significa hacerse útil, desvivirnos por ellos, hacer a un lado nuestros gustos y nuestra tranquilidad por los de ellos, ya se que es difícil porque no estamos acostumbrados, pero ese es el camino, si queremos ser los primeros en el Reino de los Cielos, servir, servir y no ser servidos.

Oración Comunitaria: 1) Voy a pedirles de mi parte una oración por el Padre Eduardo Acosta, ex párroco de la Iglesia de La Tahona, quien se encuentra hospitalizado por una dolencia coronaria. 2) Solicita también Luis Eduardo Zué por su salud. Oremos por estas intenciones a Dios Nuestro Señor para que conceda la salud del cuerpo y el alma a estas personas y las favorezca según su santa voluntad. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.

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