lunes, 26 de julio de 2010

XI-069 Dios premia la Caridad.


DIOS PREMIA LA CARIDAD.

El próximo 7 de agosto se conmemora el sexto aniversario del fallecimiento de la Sierva de Dios, María Esperanza, estamos dedicando esta página, durante estos días, a narrar acontecimientos en la vida de esta mística venezolana que nos pueden servir de ejemplo para nuestra propia vida, como católicos deseosos de mejorar cada día nuestro comportamiento.

Cuando la madre de María Esperanza decidió trasladarse a Caracas, allá por el año de 1938, la niña tenía apenas 10 años, no contando con el apoyo económico del padre que había fallecido ocho años atrás, ni con la del hijo mayor que se había casado y vivía en Valencia, el grupo familiar disponía de muy escasos recursos, apenas lo que producían los trabajos que como costurera podía obtener la Sra. Filomena Medrano, madre de María Esperanza.

A los catorce años, María Esperanza se vio así obligada a dejar los estudios escolares regulares y aprender algún oficio que le permitiera trabajar para ayudar a la familia, fue así como inició estudios como secretaria, es decir mecanografía, taquigrafía, manejo de oficinas, etc., lo cual comenzó en una Academia situada en el centro de Caracas, dado que ellas vivían en la Parroquia San José, había que tomar un autobús para trasladarse cada día, para ello su madre le daba una moneda de 25 céntimos que alcanzaba en ese entonces para cubrir el recorrido de ida y vuelta.

En su trayecto María Esperanza pasaba por la Iglesia llamada la Santa Capilla, situada a una cuadra de la Plaza Bolívar, la Iglesia más antigua de Caracas, en donde se venera todo el día a Jesús Sacramentado, ella hacía regularmente una visita al Santísimo y continuaba su recorrido.
En una oportunidad estaba en la puerta un mendigo que pedía limosnas a los fieles que entraban y salían, movida por su caridad María Esperanza le dio al pobre hombre todo lo que tenía en su cartera que era justamente lo necesario para el pasaje de autobús, luego entró a orar y se dispuso a dar la caminata desde el centro hasta su casa, pero como dice el título de este comentario, Dios premia la Caridad, al salir de la Iglesia se encontró en el piso una moneda de cinco bolívares que equivale a 20 veces lo que ella había dado al mendigo.

Este pasaje de la vida de María Esperanza nos enseña cuan generoso es el Señor con las almas caritativas, porque El quiere que seamos desprendidos en nuestra caridad, no se trata de dar solo aquello que nos sobra, sino aquello que representa un sacrificio para nosotros, “Dar hasta que duela” como decía la Madre Teresa de Calcuta, sin esperar recompensa alguna por lo que hemos hecho y sin hacerlo para que nos vean, lo importante es que Dios nos está viendo y El sabrá en su momento premiar nuestra generosidad.

Oración Comunitaria: Solicita la amiga Maryzuly Fen por una niña de tres meses, de nombre Madelaine Teresa García, la cual nació con problemas estomacales y de falta de peso. Oremos a la Santísima Virgen María Reconciliadora para que interceda por esta niña para que logre superar estos problemas y alcance una vida útil que le permita cumplir la misión que Dios le tiene preparada en este mundo. Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Que la paz y la bendición de Dios llegue a todos sus hogares.

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