JESUS ES LA VERDAD.
El hombre siempre ha buscado la verdad, constantemente se hace preguntas, ¿existe Dios?, ¿Qué relación tengo con El?, ¿Para qué estoy en este mundo? ¿Cómo puedo ser feliz?, ante él se asoman muchas respuestas, la mayoría de ellas equivocadas, porque la verdad solo puede ser una, no existen dos verdades y Dios quiere que nosotros la descubramos por medio de nuestros propios sentidos ya que El nos ha dado ojos para ver y oídos para escuchar y una mente lo suficientemente inteligente como para sacar nuestras propias conclusiones.
Sin embargo, a veces ni siquiera nos hemos encontrado a nosotros mismos, nos da flojera pensar, sacar conclusiones, confrontar hechos y situaciones que podrían darnos la respuesta a nuestras preguntas, somos lentos para poner en funcionamiento nuestras propias capacidades, si queremos dar ese paso debemos comenzar por la meditación, ese consejo que tantas veces hemos recibido y que poco hemos sabido apreciar, apartar unos minutos para dedicarlos a ejercitar nuestra mente, a pensar, a meditar, a sacar conclusiones sobre esa verdad que tanto buscamos y que se nos hace tan difícil de comprender.
Yo he llegado a la conclusión de que Jesús es la Verdad, te lo digo no para que creas en mis palabras y las sigas ciegamente, sino para facilitarte la búsqueda, analiza tú las palabras y las acciones de Jesús, lee su vida, compara situaciones, abre los ojos y abre tus oídos para que veas y para que escuches pues eso mismo es lo que El quiere de nosotros que le descubramos con nuestros propios sentidos, no porque alguien haya pensado por nosotros y nos haya dicho que esa es la verdad, pongamos en marcha nuestro propio intelecto.
“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocen a mí, también conocerán al Padre. Pero ya lo conocen y lo han visto.” (Jn 14, 6-7) Es Jesús que con sus propias palabras nos está diciendo que él es la Verdad, Jesús era Dios que estaba con nosotros, era el Enmanuel que profetizó Isaías y muchos lo vieron y estuvieron frente a frente con él, cara a cara, y sin embargo no lo reconocieron, sus propios apóstoles que lo siguieron a todas partes durante su predicación de tres años no habían comprendido esa gran verdad, es por eso que Felipe le dice “Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta” y Jesús le responde “Hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces, Felipe? El que me ve a mí, ve al Padre. ¿Cómo es que dices: Muéstranos al Padre? (Jn 14, 8-9).
Jesús sigue estando con nosotros, en espíritu y verdad, está presente en la Eucaristía, es el mismo Dios que se hizo hombre por amor a nosotros que dio su vida por nuestra salvación, abre tu mente y tu corazón, aclara tu vista y todos tus sentidos para que por ti mismo descubras la verdad.
Que la paz de Cristo esté con ustedes y la bendición de Dios Todopoderoso llegue a todos sus hogares
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