miércoles, 27 de julio de 2011

XII-077 El Poder de la Palabra de Dios.


EL PODER DE LA PALABRA DE DIOS.

Todas las palabras que pronunciamos tienen un efecto sobre las personas que las reciben, ese efecto puede ser positivo o negativo, según sea la intención con las que hayan sido pronunciadas. Por ejemplo, si alguien te dice un halago por algo bueno que hiciste, inmediatamente una sensación de satisfacción recorre tu cuerpo, te sientes feliz, por el contrario si alguien te dice una grosería o te ofende de palabra, sientes como si la sangre te hierve en las venas y el enojo se apodera de ti. El enemigo, por cierto se vale mucho de eso y pone en boca de las personas palabras que causan daño o malestar a las demás, por eso escuchamos con frecuencia en la calle, en los grupos de personas cuando vamos de paseo o de compras, en las colas para pagar o recibir algún servicio, a las personas quejándose, haciendo críticas, manifestando su desagrado por todo lo que pasa, si hace calor o si hace frio, si llueve o si no llueve, todas son expresiones de desagrado, que tienen como lo dije al principio un efecto negativo sobre los demás.

Nosotros los católicos no debemos permitir que las palabras negativas de los demás causen su efecto sobre nuestra mente y nuestro corazón y debemos contrarrestarlas con palabras positivas y de ellas la más positiva de todas es la Palabra de Dios, porque la Palabra de Dios es creadora, es protectora, es sanadora, la palabra de Dios tiene poder, vivifica e ilumina. Debemos nosotros en consecuencia usarla para hacer el bien a los demás, para alegrarle la vida a nuestros prójimos.

“En el principio era el Verbo (la palabra) y el Verbo estaba frente a Dios y el Verbo era Dios. El Verbo estaba en el principio frente a Dios. Todo se hizo por El y sin El no existe nada de lo que se ha hecho. En El había vida y la vida es la luz de los hombres. La luz brilla en medio de las tinieblas, pero las tinieblas no pueden hacer presa de la luz.” (Jn 1, 1-5) Esta cita del Evangelio de San Juan nos dice que la Palabra de Dios es la que ha creado todo lo que existe y que además es iluminadora y las tinieblas que son las fuerzas del mal no pueden nada contra ella.

Por tanto la Palabra de Dios tiene poder para defendernos, recordemos cómo se defendió Cristo ante las tentaciones del demonio en el desierto, usando las palabras que están escritas en la Biblia, “está escrito…etc..etc..”, usando la Palabra de Dios, esa es nuestra defensa, usémosla en todo momento, no solo para protegernos sino también para que ellas hagan bien a los que las escuchan.

Que la paz de Cristo llene tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso llegue a todos sus hogares.

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