EL SEÑOR QUIERE AL HOMBRE EN PLENITUD DE VIDA.
En la Meditación del pasado Miércoles de Ceniza hablábamos de la creación del hombre, según la lectura del Capítulo del Génesis en el Antiguo Testamento, y decíamos que una vez hecha del polvo de la tierra, una figura humana a imagen y semejanza de Dios, “sopló en sus narices un aliento de vida y existió el hombre nuevo con aliento y vida” (Gen 1, 7). Es por lo tanto Dios el que nos ha dado la vida y por supuesto quiere que la vivamos y que la vivamos en plenitud, y plenitud significa abundancia, profusión.
Todas aquellas cosas que atentan contra la vida: las guerras, el terrorismo, las drogas, el alcohol, la injusticia, la destrucción de la naturaleza, y tantas otras, han sido creadas por el hombre, a espaldas de Dios que quiere al hombre en plenitud de vida. El hombre piensa que la plenitud de vida está en el poseer bienes materiales y procura obtener la mayor cantidad de ellos, envidia a aquellos que tienen más que él y emprende una carrera insensata para alcanzarle y sobrepasarle, nunca se siente lo bastante rico y es solo al final de su vida que se da cuenta del mal negocio que ha hecho. ¿De que le vale al hombre ganar el mundo si al final pierde su vida?
Sin embargo, el verdadero bien es la alegría y consiste en hacer el bien a los demás durante la vida, el hombre que entiende esto vive la plenitud de la vida.
Dice el Eclesiastés: “El que ama el dinero nunca tiene lo suficiente: ¿por qué, entonces, perseguir una satisfacción que nunca llegará? Esto no tiene sentido. Si se acrecienta la riqueza, se multiplican también los que se la comen; ¿ y qué saca su dueño con tenerla? Sólo el gusto de verla. El sueño del trabajador será tranquilo, haya comido poco o mucho, pero la saciedad del rico no le permite dormir.” (Ec 5, 9-11 ).
Dios se alegra al ver su obra consumada con la creación del hombre, alegrémonos nosotros con él y procuremos conservar esa vida que Dios nos ha dado y todo aquello que la beneficie, así estaremos en comunión con las intenciones del Señor, sepamos apreciar este don en todo su valor.
Vamos a pedirle a Dios que nos haga sentir y disfrutar de ese regalo que nos ha dado y que nos de la fortaleza necesaria para defender la naturaleza, abogar por la justicia y la paz entre los hombres, amar a nuestros hermanos, defender la vida en todas sus formas y en todos sus momentos, desde su aparición en el vientre materno hasta su tránsito a la eternidad.
“!Que la gloria del Señor dure por siempre y en sus obras el Señor se regocije! Él, que mira la tierra y esta tiembla, y si toca a los montes echan humo. Al Señor quiero cantar toda mi vida, salmodiar para mi Dios mientras yo exista.” (Sal 104, 31-33)
ORACION COMUNITARIA:
Solicitan Emily Muñoz y familia desde Panamá por Mariuska Escalona, hija de Mary y Marcos Escalona, quien sobrevivió a un accidente en Caracas y se encuentra en lucha por su vida actualmente, para que Dios le ayude a recuperarla y vivirla plenamente. Recemos un Padre Nuestro, Ave Maria y Gloria.
Que la paz de Cristo llene tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre tu familia y permanezca siempre.
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