viernes, 30 de marzo de 2012

XIII-028 Pasión y Resurrección.


PASIÓN Y RESURRECCIÓN.

Estamos comenzando la Semana Santa, hoy es Viernes del Concilio, preparémonos en estos días para culminar nuestra Cuaresma con la mayor veneración por estos misterios de nuestra religión, meditando en la importancia tan grande que revisten en cada uno de sus detalles, sensibilizando nuestros corazones con los dolores que sufrió Nuestro Señor Jesucristo y su Santísima Madre por nuestra redención y con la mirada puesta en la Resurrección, no podemos quedarnos en el dolor de la Pasión y estancarnos allí, porque la Gloria del Señor está en haber podido reconstruir el templo de su cuerpo en tres días después de su muerte física, después de haber derramado hasta la última gota de su sangre, después de haber bajado al lugar de los muertos, de allí Jesús volvió a la vida y sigue vivo entre nosotros.

¿Qué significa Viernes del Concilio? Leemos en el evangelio de San Mateo que “Al amanecer, todos los jefes de los sacerdotes y las autoridades judías celebraron una reunión para decidir la manera de hacer morir a Jesús.” (Mt 27, 1) A esta reunión es a la que se le da el nombre de “El Concilio” La palabra viene del latín Concilium que significa junta o congreso. Recordemos que al momento de arrestar a Jesús aparecieron una serie de testigos, pagados por los mismos sacerdotes, para acusarlo de diversas faltas a fin de justificar su arresto. Sin embargo, todas estas acusaciones tenían una base falsa y por tanto no tenían la consistencia necesaria como para pretender con ellas una pena de muerte, fue así como ellos decidieron reunirse en casa del gran sacerdote Caifás, donde tenían preso a Jesús y lo hicieron comparecer ante ellos para interrogarle. Para ese momento el Señor ya estaba bastante maltratado por los golpes, bofetadas y salivazos de los que lo habían prendido, por lo que su rostro ya lucía flaco y desfigurado, esto causó espanto aunque no compasión entre los presentes en cuyos corazones solo había ira y maldad.

Las preguntas que le hicieron estaban orientadas a hacerle decir algo que les sirviera de prueba para su condenación, no para oír la verdad ni mucho menos para admitirla. Sin embargo, Jesús quería morir por la verdad, por tanto tampoco podía negarla ni callarla, pero sabía que al decirla se mofarían y harían burla de él, así que optó por decir algo que los llevase a ellos mismos a una conclusión, les dijo que el Hijo del hombre, que así se llamaba él a sí mismo, después de esto, lo veréis sentado a la diestra del Padre. Entonces los sacerdotes sacaron la conclusión, “¿Luego Tú eres Dios?” y él les replicó “Ustedes dicen que lo soy” que era como decirles han llegado a la conclusión correcta y el mismo hecho de mi condena es una ratificación de las escrituras que señalan que soy el Cristo que la ley había prometido.

El Sumo Sacerdote tomó esto como una razón más que suficiente para avalar la condena que querían hacer ya que se trataba de una confesión de culpa del mismo reo y por tanto no hacían falta testigos y para dar más fuerza a su conclusión rasgó sus vestiduras y gritó “!Ha blasfemado!, ¿Para qué necesitamos más testigos? Ustedes mismos acaban de oír estas palabras blasfemas, ¿Qué deciden ustedes? Ellos contestaron:”!Merece la muerte!” (Mt 26, 65-66)

Vayamos con Jesús a su Pasión durante la Semana Santa, suframos con él sus dolores, carguemos su cruz, pero con la mirada siempre puesta en la Resurrección, porque la vida del cristiano es de fe y esperanza.
Les recuerdo que hoy es día de abstinencia.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y les acompañe siempre, feliz fin de semana, no olviden el rezo del Rosario y la Misa Dominical.

jueves, 29 de marzo de 2012

XIII-027 Gran Alfombra de Flores



GRAN ALFOMBRA DE FLORES.


Millares de fieles asistieron el pasado domingo 25 a la celebración del 36 Aniversario de la Aparición de la Santísima Virgen en Betania, muchos de ellos le manifestaron su amor y su agradecimiento a la Madre de Dios con ramos de flores que depositaron al pie de la Gruta de la Aparición, formando una gran alfombra de rosas, claveles, margaritas, lirios, nardos, girasoles que parecían un gran arcoíris de colores y de perfumes al pie de María Virgen y Madre Reconciliadora de todos los Pueblos y Naciones, también decenas de velas y velones chisporreteaban alegres con sus llamitas como plegarias que se elevaban al cielo, ella con su niño en brazos y su sonrisa celestial agradecía a todos el homenaje.


Las festividades comenzaron con la vigilia del sábado por la noche, los fieles llenaron no solo la capilla del Santuario sino también la explanada, hubo varias misas, una hora de adoración al Santísimo Sacramento, amenizada por dos grupos musicales, cantos y rezos del rosario durante toda la madrugada para amanecer el domingo, ese día se celebró el evento central que fue una solemne misa a las 10 de la mañana, presidida por el Obispo de la Diócesis de Los Teques, Mons. Freddy Fuenmayor, concelebrada por tres sacerdotes venidos de distintos lugares de Venezuela y del exterior y amenizada por la Coral Betania, dirigida en esta oportunidad por el maestro Hugo Liscano. Los asistentes manifestaron su satisfacción por los servicios de atención médica y de seguridad que estuvieron disponibles en todo momento para atender casos de emergencia, gracias a la colaboración de la Alcaldía del Dto. Urdaneta del Estado Miranda.


Año tras año crece entre la feligresía la devoción por la Virgen de Betania, como popularmente se le llama, ya que son incontables los favores que han obtenido por la intercesión de la Santísima Virgen que está siempre atenta a sus necesidades y enfermedades. La Virgen vino a Betania a traer un mensaje de reconciliación y de unidad familiar, reconciliación del hombre con Dios y con sus hermanos y fortalecimiento de las familias que constituyen las células primarias para la unidad de una sociedad.


La Fundación Betania, presidida por su Presidente el Sr. Geo Bianchini, esposo de la fundadora la Sierva de Dios María Esperanza, celebró también en forma privada este gran día en Finca Betania, con la reunión de más de un centenar de miembros activos y sus familiares, representantes de comunidades Betánicas del Exterior, así como algunos invitados, con la proyección de videos sobre las actividades realizadas y la exposición de testimonios de personas favorecidas por la intercesión de la Santísima Virgen, todo dentro de un ambiente de alegría, cordialidad y hermandad que siempre ha caracterizado a la Fundación.


Virgen María Reconciliadora, ruega por todos nosotros que acudimos a ti, confiados en tu intercesión para la solución de nuestros problemas temporales, pero por encima de todo para que seamos dignos de alcanzar y gozar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo, Tu Hijo. Amén.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la Bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca por siempre.

jueves, 22 de marzo de 2012

XIII-026 El Señor hizo en mí maravillas



EL SEÑOR HIZO EN MI MARAVILLAS.


Cuando la Virgen María visitó a su prima Isabel, la alegría llegó a aquella casa de Zacarías en los cerros de Judá, el Espíritu Santo llenó a Isabel y la hizo exclamar “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!” (Lc 1, 42) a lo que María respondió “Proclama mi alma la grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador, porque él ha puesto los ojos en la bajeza de su esclava y ved aquí el motivo por el cual me tendrán por dichosa y feliz todas las generaciones, pues ha hecho en mi favor cosas grandes y maravillosas.” (Lc 1, 46-49) En efecto, el Señor hizo en ella maravillas y por eso hoy la consideramos dichosa y feliz, bendita entre todas las mujeres.


Han pasado muchos años y muchas generaciones desde aquellos sucesos que nos narra la Biblia y el Señor sigue haciendo maravillas en María permitiéndole ejercer su papel de Madre de todos los creyentes, cumpliendo así con el encargo que le hiciera Jesús en la Cruz: “Mujer he ahí a tu Hijo” (Jn 19, 26) Somos sus hijos y quiere que no nos extraviemos en los caminos de la vida, nos pastorea y nos llama constantemente, nos aconseja, nos habla por medio de sus profetas y sus apóstoles, se aparece a los videntes escogidos y nos habla de las maravillas del Señor. Dios ama a toda la humanidad, somos sus criaturas, con un amor tan grande que lo llevó a sacrificar a su Hijo Amadísimo por la salvación del mundo.


Las apariciones de María en el mundo son incontables, en todos los países, en todos los continentes, bajo diversas advocaciones, ella continúa incesante ejerciendo su maternidad universal. La aparición de la Virgen María en Betania en 1976 no es por tanto un hecho aislado, ni el producto de imaginaciones calenturientas o alocadas, como algunos han pretendido, es un hecho que se enmarca dentro de un esquema mundial como muestra de la misericordia de Dios con todas sus criaturas de la tierra.


El próximo domingo 25 celebraremos el 36º. Aniversario de la primera aparición de la Virgen Santísima en Betania, fueron muchas las apariciones en un lapso de aproximadamente diez años, Mons. Pio Bello Ricardo, Obispo para entonces de la Diócesis de Los Teques, en una entrevista con un periodista dijo que entre mil y dos mil personas declararon haber visto a la Virgen en Betania de manera particular y él tenía 550 declaraciones escritas, algunas de ellas firmadas por varias personas, además, la credibilidad de las personas que declararon, personas de respeto, perfectamente creíbles, el efecto que produjeron estas apariciones en las personas, “El árbol bueno se conoce por sus frutos”, frutos de conversión, frutos positivos, de afianzamiento de la fe y del fervor religioso entre los creyentes.


El día 25 de marzo es también un día muy especial por ser día de la Anunciación, desde esa fecha hasta el 25 de diciembre transcurren los nueve meses del embarazo de María, existe una oración que se llama “La Caminata de la Encarnación” que es para rezarla todos los días durante esos nueves meses y de esa manera acompañar a la Virgen y rogarle de paso que nos conceda la solución a problemas muy difíciles que estemos afrontando. Como un obsequio para los que deseen hacer esta caminata, les anexo el texto de esta Oración.


Les esperamos a todos en Betania el próximo domingo a las 10 am cuando tendremos una misa solemne presidida por el Obispo de Los Teques y amenizada por la Coral Betania, también habrá vigilia durante la noche del sábado para amanecer el domingo.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca siempre.


Feliz fin de semana para todos.

lunes, 19 de marzo de 2012

XIII-025 Custodio de Tesoros



CUSTODIO DE TESOROS.


Hoy celebra la Iglesia el Día de San José, esposo de la Santísima Virgen y padre putativo de Jesús. A San José le han llamado también el Santo del Silencio porque en la Biblia, en los pocos pasajes en que figura su nombre, no se mencionan palabras pronunciadas por él, solo se resalta su atención y obediencia a los designios del Altísimo. Sin embargo, su importancia reside en que Dios lo nombró custodio de sus dos más preciados tesoros, de su Hijo Jesús y de su Santísima Madre.


Tuvo San José como premio por el cumplimiento de su misión, la dicha de pasar sus últimos días en la tierra bajo los cuidados de Jesús y de María, para finalmente morir en sus brazos, por eso se le considera Patrono de la Buena Muerte. Se estima que el Patriarca San José vivió un poco más de 60 años, porque tenía 33 cuando se casó con María y vivió junto a ella 27 años.


Es innegable que Dios escogió al mejor hombre, entre los justos de su tiempo, para hacerlo custodio de sus tesoros en la tierra, porque de haber existido otro mejor y más perfecto, a ese hubiese escogido para esposo de María y su representante como Padre de Jesús, lo que nos hace pensar en las virtudes, dones y gracias de santidad que debieron adornar al Santo Patrono. Dice María de Jesús de Agreda que San José “Era blando de condición, caritativo, afable, sencillo y en todo descubría no solo inclinaciones santas sino angélicas, y creciendo en virtudes y perfección llegó con vida irreprensible a la edad que se desposó con María santísima.”


Son muchos los favores que este Santo es capaz de conceder a quienes le son devotos, debido a los privilegios que el Altísimo a su vez le concedió a él durante su vida terrenal, entre los que se pueden contar el conseguir la virtud de la castidad, salir del pecado y volver a la amistad con Dios, alcanzar la devoción de María santísima, conseguir buena muerte, salud y protección para las familias.


En el Libro “El Puntal de Luz” que contiene las plegarias escritas por la Sierva de Dios María Esperanza, hay una Invocación a San José que dice así: “Patriarca San José, entra en mi casa para darnos la luz por la gracia del Espíritu Santo, a fin de que nuestras familias puedan servir como instrumentos del Señor y de la Santísima Madre de Dios, por Jesús su Divino Hijo, pudiendo sentir y vivir el Evangelio y cumplir la voluntad de Dios, Nuestro Señor. He aquí la expresión de un hijo que viene a pedir y a rogar misericordia de su hogar, de su familia y de los suyos para vivir santamente las escrituras del Señor. Amén, Jesús. Ven y entra Señor. Amén. Padre Nuestro (Repetir 33 veces) Ave María (Repetir 33 veces).


Tomando en cuenta los privilegios y la perfección de este admirable santo, procuremos ser sus devotos y acudamos a su intercesión para así obtener la misericordia del Señor. (Anexo encontrarán una postalita de San José)


Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca por siempre.

miércoles, 14 de marzo de 2012

XIII-024 Virtudes, La Prudencia.



VIRTUDES, LA PRUDENCIA.


En la meditación anterior hablábamos de la templanza que es una de las cuatro virtudes cardinales, otra de ellas es la Prudencia que es la virtud de actuar en forma justa, adecuada y con cautela. Los antiguos representaban a la Prudencia como una serpiente de tres cabezas, una de perro, otra de león y otra de lobo, queriendo significar que el hombre prudente debe poseer la astucia de la serpiente, la paciencia del perro, la fuerza del león y la agilidad del lobo. “No lo hagas si no conviene, no lo digas si no es verdad” decía Marco Aurelio, Emperador Romano.


El Catecismo de la Iglesia Católica define la Prudencia como la virtud que dispone la razón práctica a discernir en toda circunstancia nuestro verdadero bien y a elegir los medios para realizarlo. Es decir que la persona que practica esta virtud no debe actuar sin antes reflexionar o examinar lo que va a hacer o decir, de manera que al hacerlo lo haga respetando la dignidad humana de las personas y con rectitud de la conciencia moral.


¿Qué es la conciencia moral?

La conciencia como sabemos es esa voz interior que ha puesto Dios en nosotros y que nos dice lo que debemos hacer y nos reprende con el remordimiento cuando hacemos algo malo, si esa conciencia la hemos formado bajo principios morales, bien sea recibiendo buen ejemplo de nuestros padres y mayores, o asimilando la palabra de Dios en la fe y en la oración y poniéndola en práctica, ella nos dará dictámenes prudentes, actuaciones responsables y juicios correctos sobre nuestras acciones, esa es la conciencia moral. Por el contrario, aquellas personas que desconocen a Cristo y su Evangelio, o que han recibido malos ejemplos de sus mayores, que son siervos de sus pasiones y faltos de caridad, desvían y equivocan sus juicios y por tanto carecen de una conciencia moral recta.


El libro de los Proverbios dice: “El hombre cauto medita sus pasos” (Pr 14, 15) En otras palabras, el hombre prudente es aquel que medita sus acciones antes de realizarlas, que piensa antes de hablar que mide sus palabras procurando no ser inoportuno y tratando de no hacer daño con sus actos sino buscando el bien. Los pecados contra la virtud de la Prudencia son la negligencia, la inconstancia, la precipitación, no caigamos en ellos, actuando prudentemente nos evitaremos disgustos innecesarios.


Sigamos en búsqueda de la perfección que nos pide el Señor, hagamos el propósito en esta Cuaresma de ejercitar esta virtud, sepamos distinguir entre el bien y el mal que podemos causar en todos nuestros actos, formemos nuestra conciencia moral y escuchemos su voz antes de proceder, actuemos a sabiendas, no hablemos mal de nadie, busquemos primero sus cualidades para resaltarlas y dejemos de lado sus defectos. De esta manera actuaremos en la vida con rectitud, sin temor ni timidez, con la verdad por delante pero sin ofender a nadie, seamos prudentes.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y sobre toda tu familia y permanezca siempre.

lunes, 12 de marzo de 2012

XIII-023 Virtudes, la Templanza o Temperancia



VIRTUDES, LA TEMPLANZA O TEMPERANCIA.


Sigamos viviendo nuestra Cuaresma, una actitud propia de un buen cristiano durante estos días es procurar la práctica de las virtudes porque ello nos acerca a la perfección es decir nos acerca a Dios.


En una meditación de la semana pasada, cuando criticábamos a los que “andan en mínimo”, citamos las palabras de Jesús que aparecen en el Evangelio de San Mateo: “Por su parte, sean ustedes perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que está en el Cielo.” (Mt 5, 48) Y les decíamos que ser perfectos quiere decir ser santos, y que Dios nos invita a todos a serlo, para ello tenemos que poner en función nuestra voluntad, tomar actitudes firmes de manera que podamos regular nuestros actos y ordenar nuestra conducta según la razón y la fe.

Estas disposiciones a distinguir entre lo bueno y lo malo y escoger hacer el bien es lo que se llaman virtudes, ellas nos llevan a dominarnos a nosotros mismos y a llevar una vida moralmente buena, en armonía con aquel a quien queremos imitar, a Dios Nuestro Padre.


Existen varias clasificaciones de las virtudes humanas, entre ellas la que nos trae el Catecismo que distingue entre virtudes cardinales y virtudes teologales, tomando en cuenta que las primeras se refieren a la actitud de la persona frente a la vida y las segundas a la actitud frente a Dios.

Las virtudes cardinales son cuatro, de allí les viene el nombre: la Prudencia, la Justicia, la Fortaleza y la Templanza, en tanto que las virtudes teologales son tres: Fe, Esperanza y Caridad (Amor), todas las demás virtudes giran en torno a estas que son las principales.


Vamos a referirnos hoy a la Templanza o Temperancia, asociemos este nombre a la moderación, la sobriedad y la continencia, para que lo recordemos mejor, la Templanza nos lleva a moderar los deseos y los placeres, especialmente los relacionados con la alimentación y la sexualidad. La práctica de esta virtud aparta al ser humano de las delectaciones contrarias a la razón, sin impedirle que realice todo aquello que le es conveniente a su propia existencia. Por ejemplo, hablemos de la abstinencia que nos impone la Iglesia durante la Cuaresma, nuestra Madre Iglesia nos pide no comer carne los viernes de Cuaresma, esto es como una chispita apenas de lo que podemos hacer, pero por algo se empieza, porque al practicarlo estamos poniendo nuestra voluntad al servicio de la moderación en nuestras costumbres alimenticias, el ejercicio de esa voluntad nos puede llevar a hacer esfuerzos mayores, como por ejemplo no comer carne ni miércoles ni viernes, ya son dos días es decir estamos duplicando el esfuerzo, hay quienes hacemos un paso más y extendemos el período más allá de la Cuaresma y lo llevamos a la práctica durante todo el año, ello no daña en absoluto nuestra salud ni atenta contra nuestra propia existencia, por el contrario podemos encontrar una satisfacción personal en el ejercicio de esta abstinencia al saber que estamos actuando sobriamente y somos dueños de nuestras inclinaciones naturales.


Seguiremos hablando de este Tema.


Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca por siempre.

viernes, 9 de marzo de 2012

XIII-022 La Mujer en la Vida de Jesús.



LA MUJER EN LA VIDA DE JESÚS.


Ayer se celebró en muchos países el Día Internacional de la Mujer, por lo que es propicia la ocasión para enviar mi saludo de afecto y cariño a todas las lectoras de esta meditaciones y a la vez invitarles a todos a meditar sobre el papel tan importante que juega la mujer en la Vida de Jesús.


Son muchos los pasajes del Evangelio en los que aparece la mujer como eje principal de la historia y de la enseñanza de Jesús y en los que se manifiesta su deseo de superar las normas que se aplicaban en aquella época a la mujer tratándola en forma discriminatoria, estricta y sin amor, como simple objeto sexual o de esclavitud. Jesús da un viraje en este trato inhumano y las acoge con respeto a su dignidad y con el amor infinito de su corazón.


La más importante de todas es la relación que tiene con su Madre, la Santísima Virgen María, la mujer que lo llevó en su vientre y que lo tuvo en sus brazos al nacer y también al morir, a ella le muestra un amor inmenso que lo lleva a adelantar “su hora”, por complacerla, haciendo aquel primer milagro en las Bodas de Caná, se somete a ella durante su infancia y le dedica treinta años de su vida en la intimidad de la Sagrada Familia de Nazaret. María es llevada al Cielo por su Hijo Jesús y coronada Reina del Cielo y de la Tierra, un reinado que ella interpreta como donación a todos sus hijos de la tierra y procura su confianza y su amor para guiarlos por los difíciles caminos de la existencia en procura de la meta definitiva de la salvación eterna.


De ese trato de Jesús a la mujer tomemos como ejemplo el caso de la mujer adúltera que en aquel tiempo era condenada a ser lapidada en público, según la Ley de Moisés, por lo que los escribas y fariseos ven en ello una ocasión para poner en un dilema a Jesús y la llevan ante él para que tome uno de los dos caminos posibles, perdonarla con lo cual estaría violando la ley o condenándola con lo cual se lograría que perdiera prestigio ante el pueblo al mostrarse duro. Sin embargo, hay algo en lo que no habían reparado los acusadores de la mujer, en sus propios pecados, porque al pecador le es difícil juzgarse a sí mismo y reconocer sus propias faltas. “Aquel que esté libre de pecado que lance la primera piedra” (Jn 8, 7)


Jesús los conoce a todos, El es Dios, sabe que desde los más viejos hasta los más jóvenes, todos son pecadores pero ven la paja en el ojo de su vecino y no ven la viga en su propio ojo, ellos también deberían ser lapidados. Uno a uno se van marchando, avergonzados de sus propias culpas, y al final quedan solos Jesús y la Mujer, entonces Jesús le dice: “Mujer, ¿dónde están? ¿Ninguno te ha condenado? Ella contestó:”Ninguno, señor” Y Jesús le dijo: “Tampoco yo te condeno. Vete y en adelante no vuelvas a pecar”. (Jn 8, 10-11). La sabiduría de Dios es infinita y su misericordia no tiene límites.


Que la paz y el amor de Cristo esté con todos ustedes, les deseo un feliz fin de semana, recuerden que hoy es viernes de cuaresma por lo tanto es día de abstinencia y no olviden el rezo del Vía Crucis y mañana sábado el Rosario en Familia y el domingo asistir a la Misa del Día del Señor. Dios los bendiga.

miércoles, 7 de marzo de 2012

XIII-021 Andar en Mínimo.



ANDAR EN MÍNIMO.


En lenguaje automovilístico se dice que un carro está en mínimo cuando lo prendemos y no lo aceleramos, sino que solamente lo dejamos funcionando con la mínima cantidad de gasolina que llega al motor de forma automática, tal como hacemos cuando lo encendemos por primera vez durante el día y esperamos por unos minutos a que alcance su temperatura de funcionamiento. Supongamos que estando el auto en mínimo le ponemos una velocidad y le soltamos el freno, el vehículo comenzará a desplazarse lentamente y tal vez alcance una velocidad de 5 ó 10 Km por hora, lo cual quiere decir que para recorrer digamos 100 km tardaríamos entre 10 y 20 horas, algo que normalmente haríamos en apenas una hora si vamos por una carretera despejada y plana, es más si vamos andando en mínimo y nos encontramos con una subida es probable que no podamos franquear este obstáculo.


Pues bien, en la vida espiritual, aunque parezca dura la comparación, hay muchos que se conforman con andar en mínimo, en realizar apenas las cosas menos exigentes de nuestra religión, orar de vez en cuando, ir a misa uno que otro domingo, comulgar un año por la cuaresma y decir con mucha desfachatez “yo soy cristiano, pero tú sabes, no tengo tiempo para estar rezando e ir a misa y estar leyendo cuestiones religiosas…”

Jesús nos pide que hagamos un esfuerzo por seguirle, tendiendo siempre a la búsqueda de la perfección del Padre: “Por su parte, sean ustedes perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que está en el Cielo.” (Mt 5, 48) Ser perfectos quiere decir ser santos, Dios nos invita a todos a la santidad, porque todos podemos ser santos si hacemos un esfuerzo para lograrlo y para ello tenemos un tiempo de vida muy limitado, muy corto, tenemos que acelerar, no podemos andar en mínimo porque no lograremos la meta en el tiempo disponible.


La Iglesia nos ayuda constantemente a lograr esa meta, por ejemplo en estos días nos da un tiempo que se llama Cuaresma, recordando los cuarenta días que Jesús estuvo en el desierto, para que ejercitemos la penitencia, el ayuno y la caridad, nos establece unos parámetros sencillos que podemos cumplir con un poquito de esfuerzo, abstenernos de comer carne los días viernes, acercarnos a la confesión y a la eucaristía, rezar el Vía Crucis, hacer la caridad con nuestros semejantes, para ello tenemos que poner el pie en el acelerador, no podemos andar en mínimo.

Ser Cristiano significa seguir a Cristo, imitarle, su labor fue incansable durante tres años apenas de vida pública, se levantaba muy temprano a orar, a conversar con el Padre, iba luego de pueblo en pueblo a llevar su palabra, a curar a los enfermos, a perdonar los pecados, se reunía en privado con sus apóstoles, hablaba en las sinagogas, enseñándonos a amar a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos.


No te conformes con andar en mínimo porque cuando vengan las “subidas”, es decir las pruebas de la vida, te será muy difícil poder superarlas, haz de tu vida una amistad permanente con Jesús, que su Madre Santísima te ayude a lograrlo, creciendo espiritualmente cada día más.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y les acompañe siempre.

lunes, 5 de marzo de 2012

XIII-020 No hay autoridad que no venga de Dios.



NO HAY AUTORIDAD QUE NO VENGA DE DIOS.


Le decía hace poco a una lectora que hay temas que son difíciles de tratar, porque limitan con otros aspectos de la vida distintos a los espirituales y se prestan para ser malinterpretados o para levantar suspicacias hacia la verdadera intención de su contenido, yo solo le pido al Espíritu Santo que ilumine mi mente y mi corazón para no traspasar esos límites y lograr el verdadero objetivo que es el de meditar la Vida de Jesús y la Palabra de Dios.


Dice San Pablo en su carta a los Romanos que “Cada uno en esta vida debe someterse a las autoridades. Pues no hay autoridad que no venga de Dios, y los cargos públicos existen por voluntad de Dios. Por lo tanto, el que se opone a la autoridad se rebela contra un decreto de Dios y tendrá que responder por esa rebeldía. No hay por qué temer a las autoridades cuando se obra bien, pero si cuando se obra mal. ¿Quieres vivir sin tener miedo a las autoridades? Pórtate bien y te felicitarán. Han recibido de Dios la misión de llevarte al bien. Y si te portas mal, témelas, pues no tienen las armas sin razón. También tienen la misión de Dios para castigar a los malhechores. Así pues, hay que obedecer, pero no solamente por miedo al castigo, sino por deber de conciencia.” ( Rom 13, 1-5 )


Es probable que alguno piense que estos son conceptos atrasados, pasados de moda, que el hombre de hoy en día es libre y debe rebelarse y no someterse a las autoridades, yo le diría que lo que es antiguo es la rebelión del hombre en contra de la autoridad, eso siempre ha existido, incluso el propio Jesús fue lo suficientemente libre para denunciar a la autoridad y oponerse a la opresión de las leyes, pero respetó siempre a las autoridades y cumplió con sus mandatos.

Sin embargo, Jesús dejó ver muy claro que cualquier autoridad viene de Dios, recordemos el diálogo con Pilato, cuando Jesús callaba y Pilato le dice: ¿No me quieres hablar a mi? ¿No sabes que tengo poder tanto para dejarte libre como para crucificarte? Jesús le respondió: “No tendrías ningún poder sobre mí si no lo hubieras recibido de lo alto. Por esta razón, el que me ha entregado a ti tiene mayor pecado que tú.” ( Jn 19, 10-11).


Por eso hay que distinguir entre el respeto a la autoridad y el cumplimiento de las leyes por un lado y la defensa de los derechos y la justicia por el otro, como dice el refrán “Lo cortés no quita lo valiente”. Recuerdo una vez que asistí a un Concierto de la Coral Betania en el Patio de los Leones del Concejo Municipal de Caracas, estando en vida la Sierva de Dios María Esperanza, y de pronto, inesperadamente se presentó el Alcalde de Caracas, ella que siempre nos daba lecciones de comportamiento, nos dijo, es la autoridad y hay que respetarlo, ponerse de pie y saludarlo, sea que nos caiga bien o nos caiga mal y así lo hicimos.


Por su parte, las autoridades cuando reciben ese mandato de Dios, tienen la responsabilidad de cumplir y de hacer justicia, encargo sobre el que tendrán algún día que rendir cuentas al Altísimo y será más rigurosa la sentencia para quienes hayan recibido mayor poder y no hayan procedido según la voluntad de Dios.


En esta Cuaresma meditemos la Palabra de Dios y hagamos de ella nuestra guía en el camino que nos lleva a la casa del Padre.


Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca por siempre.

viernes, 2 de marzo de 2012

XIII-019 Nunca duerme tu guardián


NUNCA DUERME TU GUARDIÁN.


Continuando con la narración que iniciamos ayer, acerca de los últimos años de la Virgen María durante su vida terrenal, vamos a referirnos hoy al viaje que realizó de Efeso a Jerusalén, en compañía del Apóstol San Juan y atendiendo al llamado que le hiciera San Pedro.

Después de despedirse de la congregación de religiosas que había formado, la Santísima Madre de Nuestro Señor se embarcó para Jerusalén con la compañía de mil ángeles que el Señor designó para su custodia. Sin embargo, el viaje no habría de ser nada placentero ya que las fuerzas del mal


vieron en él una oportunidad para acabar con la vida de la Virgen y desde el mismo día en que se embarcaron desataron una tormenta tan fuerte como jamás se había visto en esos mares, vientos huracanados y altísimas olas atentaban contra la estabilidad del barco, teniendo en algunos momentos los ángeles que sostener en el aire el navío para que no se hundiera en medio de aquel fragor.


Al barco llegaban las voces de los demonios diciéndole a la tripulación que abandonasen el barco que ya estaba a punto de hundirse y que buscaran refugio en otros barcos que llevaban la misma ruta, así lo hicieron muchos, teniendo los ángeles que encargarse de conducirlo en medio de aquella batalla.


Entretanto la Virgen mantenía su serenidad, orando por todos los marineros que deben enfrentar estas tribulaciones y observando aquella furia de las olas y los vientos meditó en lo que es la Justicia Divina y como puede desatarse en vista de los pecados de los mortales, por lo que oró por la conversión del mundo y por el crecimiento de la Iglesia de Cristo.


La batalla contra las fuerzas del mal parecía no tener fin por lo que San Juan preguntó a la Virgen: Señora mía ¿qué es esto? ¿Hemos de perecer aquí? Pedid a vuestro Hijo santísimo que nos mire con ojos de Padre y nos defienda en esta tribulación. La Virgen le respondió: No os turbéis, hijo mío, que es tiempo de pelear las guerras del Señor y vencer a sus enemigos con fortaleza y paciencia. Yo le pido que no perezca nadie de los que van con nosotros y “jamás lo rinde el sueño ni cabecea el guardián de Israel”(Sal 120, 4). Padezcamos nosotros por el que se puso en la cruz por la salud de todos.


A los catorce días de tormenta se dignó su Hijo visitarla en persona, apareciéndosele en el mar, y le dijo que estaba con ella en la tribulación, ella le pidió que calmara la tormenta como lo hizo aquella vez con los apóstoles en el Mar de Galilea, pero él prefirió darle poderes a ella para que hiciera lo necesario, así que ella ordenó a las fuerzas del mal que se alejaran y mandó al mar y los vientos que se aquietasen, obedeciéndole estos al punto para que volviera la serenidad a las aguas, con asombro de los navegantes que no conocieron la causa de tan repentino cambio, así pudieron llegar a puerto a los quince días de un viaje que normalmente duraba seis.


Seamos siempre prudentes y pacientes ante las adversidades de la vida, confiados en que Dios cuida de nosotros, él es ese guardián que nunca duerme, que nos preserva de todo mal, al salir y al regresar, para que no nos maltrate durante el día el sol ni la luna de noche.

Bibliografía: “Mística Ciudad de Dios, Vida de la Virgen María” María de Jesús de Agreda y Salmo 120.

Que tengas un feliz fin de semana, no olvides el rezo del rosario en familia y la asistencia a la misa del domingo, tampoco olvides que hoy es viernes de Cuaresma, día de abstinencia (no comer carne).

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca siempre.

jueves, 1 de marzo de 2012

XIII-018 Marzo, mes de Betania.



MARZO, MES DE BETANIA.


Comienza hoy el mes de Marzo, mes en que celebramos el Aniversario de la Primera Aparición de la Virgen Santísima en Betania, Venezuela. En efecto, el día domingo 25 de marzo, una semana antes del Domingo de Ramos, se conmemora el 36º. Aniversario de este gran acontecimiento, el día en que la Virgen Santísima bajo la advocación de María Virgen y Madre Reconciliadora de Todos los Pueblos y Naciones, se apareció a la humilde Sierva de Dios María Esperanza Medrano de Bianchini.


Como estamos en Cuaresma, es propicia la oportunidad para que meditemos acerca de la vida de la Santísima Virgen y de los misterios y belleza que encierra el conocimiento de su participación en la epopeya de la salvación. Hay muchos libros que nos hablan de la Vida de María, como por ejemplo “Las Glorias de María” de San Alfonso María de Ligorio; “María Niña” y “María Madre” de la beata Catalina de Emerich y les recomiendo muy especialmente “La Ciudad Mística de Dios, Vida de la Virgen María”, escrita por María de Jesús de Agreda e inspirada por la propia Virgen María.


Por ejemplo, son de extraordinaria belleza los capítulos que se refieren a los últimos días de María durante su vida mortal y su tránsito a los cielos. Después de la muerte y resurrección de Cristo, tal como lo encomendara Jesús en la Cruz, San Juan se la llevó a vivir en su casa y cuando el Apóstol fue desterrado de Jerusalén, se fueron a vivir a la ciudad de Efeso que está situada al sur de la Península de Turquía, allí estuvieron durante dos años y medio, hasta que recibieron noticia de San Pedro, el primer Papa de la Iglesia, de que había muerto Herodes y que había cesado la persecución de los cristianos en Jerusalén, invitándolos a reunirse de nuevo en esa ciudad. Durante esos años la Virgen Santísima había fundado lo que sería la primera congregación de religiosas cristianas en el mundo, un grupo de discípulas suyas que llegaron a ser setenta y tres, muchas de ellas vírgenes, a las que había catequizado y convertido, algunas de ellas sobrevivientes de la ruina del templo de Diana, la divinidad pagana a la que adoraban anteriormente en esa región.


Se despidió la Madre de Cristo de sus discípulas con palabras dulcísimas, encomendándoles conservar la fe en el Redentor del Mundo, teniéndole siempre presente y reconociéndole como su Maestro y Señor, sirviéndole y amándole de todo corazón. Les dejó como superiora a una de ellas llamada María la Antigua, pidiéndoles que le obedecieran la respetaran y la amaran ya que ella las cuidaría con amor y desvelo.


Meditemos nosotros en la recomendaciones de la Virgen Santísima y hagamos de esta Cuaresma un momento propicio para la adoración del Santísimo Sacramento, la oración y el cumplimiento de las obras de caridad que manda nuestra Santa Madre Iglesia.

Continuaremos en próximas meditaciones hablando de estos temas.

Que la paz de Cristo reine en tu corazón y la bendición de Dios Todopoderoso descienda sobre ti y toda tu familia y permanezca por siempre.